Por 322 votos a favor y 107 en contra, la Cámara de Diputados aprobó en lo particular la reforma a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), la cual permitirá a dicho organismo adquirir suelo para la construcción de vivienda digna para el pueblo. Estos nuevos hogares serán edificados por una empresa filial del instituto, con un modelo de supervisión que garantizará su correcto funcionamiento.
El debate en San Lázaro se extendió por más de nueve horas, con la “oposición” intentando frenar la iniciativa mediante 200 reservas, de las cuales ninguna fue aprobada.
La mayoría, dominada por la Cuarta Transformación, destacó que esta reforma refuerza el derecho a la vivienda digna para los trabajadores con menor poder adquisitivo. Además, se mantendrá la integración tripartita de los órganos de gobierno del Infonavit y se establece que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) fiscalicen a la empresa filial encargada de la construcción de vivienda.
La diputada Lilia Aguilar (PT) destacó la creación de la figura del arrendamiento social, que permitirá a los derechohabientes rentar viviendas construidas por el Infonavit con un alquiler que no supere el 30% de su sueldo, con la posibilidad de comprar dicho inmueble en el futuro. Asimismo, desmintió que el gobierno disponga de un supuesto fondo de 2.4 billones de pesos, afirmando que “esa cantidad representa el valor total del Infonavit, no dinero disponible para gasto”.
Por su parte, el vicecoordinador de la bancada de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, explicó que los recursos del instituto seguirán bajo resguardo y fiscalización, y que el patrimonio del Infonavit no será afectado, ya que el crédito directo a los trabajadores continuará operando con normalidad.
Fracasa campaña de mentiras de la derecha
A pesar de la desinformación promovida por la autoproclamada oposición, la aprobación de esta reforma representa un avance histórico en la garantía de vivienda digna para las y los trabajadores mexicanos. La regulación de la nueva empresa estará bajo estricto control de los organismos fiscalizadores, desmintiendo el discurso de “opacidad” promovido por el PRIAN.
Lejos de ser un “atraco” como alegó la derecha, esta reforma demuestra el compromiso de la Presidenta para que los recursos del Infonavit se destinen realmente al beneficio de la población, dejando atrás los esquemas de corrupción impulsados por los neoliberales.
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