El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, no ha tenido apariciones públicas ni eventos oficiales durante estos días. Su “desaparición” de la agenda pública se dio después del 16 de diciembre del 2024, tras las críticas emitidas por la que fuera su secretaria de Finanzas, Chrystia Freeland, una de los personajes centrales de su gabinete que le renunció recientemente.
Bloomberg, medio especializado en economía y finanzas, advierte que mientras Trudeau mantiene a su país en suspenso, las voces que exigen su renuncia intensifican su fuerza.
“¿Cuándo se sabrá de Trudeau?”, se pregunta la clase política. Mientras tanto se sabe que el primer ministro canadiense paso la temporada de fin de año en un centro de esquiar en su país. Aunque circulan algunos videos virales en los que se le ha visto confrontado a civiles que le reclaman por su mal desempeño, no hay comunicación oficial en los últimos días.
Las legisladoras y los legisladores del Partido Liberal, del que proviene Trudeau, empiezan a hartarse no solo por la “desaparición” de Trudeau, sino porque sus acciones les han afectado directamente en las encuestas, en las que se refleja una caída en los niveles de aprobación por parte del pueblo canadiense. La encuestadora Nanos Research, además de reportar la estrepitosa caída de popularidad de los liberales, informa sobre una creciente ventaja del Partido Conservador, opositores al actual gobierno.
Representantes liberales de las provincias del Atlántico dijeron que el inminente regreso de Donald Trump al poder en Washington hace más urgente que Trudeau tome una decisión”, indican fuentes de Bloomberg.
Por ejemplo, Kody Blois, líder de los liberales en las cuatro provincias orientales, advirtió que Canadá podría enfrentar inestabilidad económica, política y social, si Trump cumple su amenaza de imponer aranceles del 25 por ciento.
En pocas palabras, el tiempo es esencial… (la situación) no es sostenible”, declaró Blois, sugiriendo que es momento de que Justin Trudeau presente su renuncia.
Por su parte, Nik Nanos, fundador de Nanos Research, analizó la situación e indicó que entre más tiempo espere Trudeau para dirigirse a su partido y en general hacia el pueblo canadiense, el escenario de una “rebelión liberal” se torna cada vez más viable. Algo que además de tener consecuencias negativas para los liberales, sumiría a Canadá en una de sus peores crisis políticas de los últimos años.
Hasta ahora, lo que se ha visto dañado ha sido principalmente la marca personal de Justin Trudeau. Creo que ahora la gran cuestión es cuánto daño infligirá a la marca del partido porque está alargando lo que parece que será su dimisión en un momento u otro”, indicó Nanos.
Para la prensa internacional y la opinión pública de su país, es evidente que Trudeau está debilitado y un primer ministro debilitado no puede presentarse a negociar ante un liderazgo renovado como el de Donald Trump, quien llegará a la Casa Blanca el 20 de enero próximo.
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