Argentina enfrentó una contracción económica del 3.2% durante el primer semestre de este año, reflejando un escenario complejo impulsado por las políticas de ajuste implementadas por el presidente Javier Milei. A pesar de un breve repunte en mayo, junio cerró con una nueva caída que revirtió los avances anteriores.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que la actividad económica, medida por un estimador clave, disminuyó un 3.9% en junio en comparación con el mismo mes del año anterior. Este retroceso se produjo después de seis meses consecutivos de contracción interanual, y anuló el incremento del 1.9% registrado en mayo. El informe también destacó una caída del 0.3% en la actividad económica de junio respecto a mayo, eliminando la tenue recuperación del 0.7% observada en ese mes.
Durante los primeros seis meses del año, la economía argentina operó bajo un escenario de alta inflación, que alcanzó un 271.5% interanual en junio y acumuló un 79.8% en el semestre. Estos factores, sumados a la súbita devaluación del peso en diciembre, impactaron fuertemente los ingresos de los hogares y redujeron la demanda, afectando negativamente sectores como el comercio y la industria.
De los 16 sectores económicos analizados por el Indec, nueve experimentaron caídas interanuales en junio, con las mayores pérdidas registradas en la construcción (-23.6%), la industria manufacturera (-20.4%) y el comercio (-18.6%). Aunque la agricultura mostró un crecimiento interanual del 82.4% y la minería aumentó un 4.6%, estos avances no fueron suficientes para contrarrestar la caída generalizada de la economía en junio.
A pesar del escenario adverso, algunos economistas como Juan Manuel Franco, de la firma SBS, ven señales de una posible recuperación intermensual para julio. Sin embargo, advierten que una mejora sostenida en la actividad económica solo será posible si se logra una mayor normalización macroeconómica, lo que incluye la eliminación de los controles de cambio. Franco señaló que, en los próximos meses, la actividad económica podría mostrar fluctuaciones, con subidas y bajadas, hasta que se implementen medidas firmes hacia la estabilización. Además, subrayó la importancia de monitorear de cerca la dinámica cambiaria, ya que cualquier sobresalto podría aumentar la incertidumbre y afectar negativamente el consumo privado, que aún se encuentra en niveles bajos.