Las elites del poder político y económico de México han sido descubiertas impulsando un golpe blando en contra del legítimo gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador con el fin de imponer a la panista Xóchitl Gálvez, que mantiene la irreal esperanza de subir hasta 30 puntos en los próximos meses para que sus protectores puedan volver a saquear las arcas públicas del país, sin embargo el fracaso de su plan ha provocado que la derecha emprenda una persecución en contra de la prensa independiente que apoya el Proyecto de Nación.
Tras ver más cerca que nunca un nuevo fracaso electoral, tanto la candidata conservadora, Xóchitl Gálvez, como sus secuaces, han comenzado a filtrar los números de teléfono personales de diversos periodistas y funcionarios de la Cuarta Transformación, poniendo en riesgo no solo su privacidad, sino incluso su seguridad.
A través de la cuenta de X que se hace llamar “Guacamaya Leaks”, se han comenzado a publicar diversos teléfonos, como el de Vicente Serrano de Sin Censura, que pese a la gravedad del asunto, ha mostrado más entereza que muchos voceros de la derecha y mencionó que él seguirá “chambeando” con normalidad.
La cuenta de Guacamaya Leaks, infame por compartir noticias falsas que sospechosamente solo favorecen a Felipe Calderón, igualmente publicó los teléfonos de funcionarios como Jesús Ramírez Cuevas, vocero de Presidencia y que se ha convertido en un “dolor de cabeza” para los conservadores debido a que se encarga, entre otras cosas, de desmentir las constantes fake news.
La secretaria general de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Citlalli Hernández, es otra de las afectadas de las filtraciones, ya la cuenta de X también se ha dedicado a difundir el número personal de la también Senadora de la República.
Fabrizio Mejía Madrid, escritor y comunicador, igualmente ha quedado expuesto a las amenazas de la violenta turba calderonista que no da lugar a que su estrategia haya sido desmantelada por el propio Presidente Andrés Manuel.
Ante esta nueva guerra sucia, que pone en riesgo la integridad de comunicadores independientes, usuarios de redes han urgido a que el INAI se pronuncie igual de rápido que cunado AMLO presentó el número de una oficina del New York Times.