La inteligencia de EE.UU. Interceptó una conversación entre funcionarios iraníes que indica que los recientes ataques no fueron tan devastadores como se esperaba. El informe, publicado por “The Washington Post”, contradice la narrativa triunfalista del presidente Donald Trump.

Los funcionarios iraníes expresaron que los bombardeos a tres instalaciones nucleares fueron menos destructivos. A pesar de esto, la administración de Trump minimizó la importancia de la conversación interceptada. La Casa Blanca afirmó que no están de acuerdo con las afirmaciones iraníes.
Un informe anterior del Pentágono indicaba que los ataques solo retrasarían el programa nuclear iraní por unos meses. Esta conclusión se opone a los comentarios de Trump, quien aseguró que las instalaciones habían sido “total y completamente pulverizadas”.
El director de la OIEA, Rafael Grossi, también comentó sobre el estado de las instalaciones. Afirmó que, aunque se dañaron en gran medida, la capacidad nuclear de Irán sigue intacta. Grossi advirtió que Teherán podría producir uranio enriquecido en cuestión de meses.
La Casa Blanca respondió a las revelaciones, señalando que el informe es preliminar y que su contenido ha sido superado por nuevos análisis. Trump también criticó a los medios, sugiriendo que sus informes son un ataque a las fuerzas armadas.
Los ataques involucraron una misión compleja que utilizó aviones B-2 y bombas antibúnker GBU-57. A pesar de los daños, se cree que Irán tuvo tiempo de trasladar parte de su uranio enriquecido antes de los bombardeos.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, condenó la publicación del “Post”, argumentando que ayuda a los delincuentes al filtrar información sensible. Mientras tanto, la Comisión de Energía Atómica de Israel confirmó la destrucción de la infraestructura crítica en Fordow.
Los expertos advierten que tomará tiempo evaluar completamente los efectos de los ataques, a medida que surgen nuevas informaciones sobre la situación en Irán.

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