Héctor Alejandro Quintanar, maestro en Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha hecho una contundente denuncia en X (antes Twitter) sobre el papel de Isabel Miranda de Wallace en un incidente ocurrido el 14 de enero de 2010, donde un grupo de agentes de la entonces Policía Federal irrumpió en su domicilio sin una orden judicial, supuestamente por error.
Quintanar narra que alrededor de una treintena de policías, armados y en un despliegue agresivo, encañonaron a él y a su familia mientras destruían bienes en su hogar, todo bajo la dirección de Miranda de Wallace, quien, según Quintanar, actuó como una civil al mando de la operación. Este hecho, según su relato, no solo resultó en un grave abuso de poder, sino que también puso en peligro la vida de personas inocentes.
El académico describe la experiencia como traumática, señalando que, a pesar de que los agentes reconocieron su error al confundir su casa con la del verdadero objetivo, mantuvieron una actitud hostil y amenazante durante las horas que duró la operación. “Nosotros estábamos en total estupor, sin saber qué pasaba o qué querían”, relata Quintanar.
A lo largo de su hilo en X, Quintanar critica la figura de Miranda de Wallace, a quien califica de “sinónimo de violencia e impunidad”, y sostiene que su búsqueda de justicia por la desaparición de su hijo ha estado marcada por métodos ilegales y abusivos.
Quintanar también subraya que su denuncia ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) fue desechada sin que se tomaran medidas en contra de los responsables de este abuso. “La muerte no exculpa”, afirma Quintanar, haciendo un llamado a no olvidar los daños irreparables que, según él, Miranda de Wallace causó a muchos inocentes.
Este testimonio llega en un momento en que algunos sectores de la sociedad y medios de comunicación han comenzado a rendir homenaje a Miranda de Wallace tras su fallecimiento, lo que ha llevado a Quintanar a abogar por una reflexión crítica sobre su legado.
La situación expone la complejidad del debate sobre la justicia y los derechos humanos en México, así como la necesidad de una evaluación más profunda de las figuras que han sido emblemáticas en la lucha contra el crimen en el país.

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