La inesperada incursión de Enrique Alfaro en el futbol español, un exgobernador mexicano, con un legado político turbio, desata una tormenta de críticas que se ciernen sobre la ética, el management deportivo y el blanqueo de imagen.
POR: RICARDO SEVILLA/RENÉ TOVAR
“Me llena de felicidad decirles que el Real Valladolid Club de Futbol será mi nueva casa”, una frase que Enrique Alfaro publica –y presume con orgullo– en sus redes sociales. Acto seguido, la bomba estalla en México.
Es obvio. Alfaro no es un personaje emanado de las filas del deporte. Es un político, cuyo pasado parece condenarlo. Y la negra duda asoma: ¿Los pucelanos no vieron los antecedentes del expolítico para integrarlo con el club? Parece una pregunta retórica, porque en el cuestionamiento está escondida la respuesta.
Sin embargo, en toda esta historia asoman elementos más perturbadores. Y uno de ellos es que Alfaro, el nuevo auxiliar técnico de Guillermo Almada (extécnico del equipo Pachuca) deja en claro en su autopresentación que no sólo llega aprender sino también a “aportar al desarrollo institucional”.
Desde Valladolid el mensaje es claro: Alfaro, aseguran en exclusiva para Los Reporteros MX, es un “genio” para transmitir mensajes, convencer personas, solucionar crisis. Y agregan que “es un personaje disruptivo”. Aseguran que su fichaje le hará bien a la institución.
Y emergen más preguntas: ¿Alfaro sabe realmente de cuestiones futbolísticas? La respuesta es obvia y contundente: no.
En México se recuerda su deseo, su obsesión, por dirigir al Guadalajara.
El exgobernador de Jalisco, orgulloso, ofrece sus credenciales previas para tomar este reto: haber cursado estudios futbolísticos como entrenador en el Campus Virtual de la ATFA, institución Argentina que de acuerdo con lo que él mismo presume, ha formado entrenadores de clase mundial.
Se siente orondo, seguro: sus horas de práctica las hizo en las fuerzas básicas de Chivas. Y no solo eso: hizo Máster en Dirección de Futbol en la Universidad del Club más importante del mundo, el Real Madrid. “Tres años después he terminado m i formación académica y estoy listo para dar el siguiente paso”, afirma en su cuenta de ‘X’.
En Valladolid también se sienten orgullosos de Alfaro. O eso dicen. Nos cuenta, a Los ReporterosMX, que, en la directiva pucelana, existe la idea de que los mejores políticos o servidores público, al retirarse, se “van a las mejores empresas internacionales, como asesores o consultores”.
Les parece un acierto hacer la combinación entre deporte y política, y empiezan con Alfaro, quien estará en el banquillo del Valladolid, un conjunto de gran tradición en España.
“No concibo hacer algo sin la fuerza vital que te impulsa a soñar, transformar, a desafiar los límites, por eso decidí que dedicaría os siguientes años de mi vida a mi gran pasión: el futbol”, confiesa Alfaro. Y agrega, con acento melodramático: “aunque el mundo te juzgue, aunque todos duden de ti”, sentencia en su escrito.
Pero en México, a diferencia de lo que ocurre en Valladolid, no se nos olvida quién es realmente Enrique Alfaro.
Y, a decir verdad, pocos sabíamos que el ingeniero y empresario Enrique Alfaro Ramírez, que fue gobernador de Jalisco de 2018 a 2024, tenía sueños pamboleros.
Y seamos claros: sabemos que Alfaro, como gobernador, fue un auténtico granuja: Contrataciones públicas, una deuda millonaria en Jalisco.
El legado del nuevo auxiliar técnico de Almada está marcado por la represión, por sus amenazas contra el expresidente López Obrador, sus desplantes iracundos, la violencia que arrasó Jalisco y los negocios al amparo del poder.
¿Dónde tienen puesta la cabeza los dueños y directivos del Real Valladolid Club de Futbol? Tienen que vivir en una burbuja o ser muy indiferentes para cometer la hazaña de contratar a un exgobernador, un megalómano, que viajaba en jets privados y cuya administración estuvo singando por las desapariciones, las fosas clandestinas, el poder de un grupo criminal sanguinario con presencia internacional como lo es el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
Y surgen más preguntas en cascada:
¿El sueño pambolero de Alfaro fue hecho realidad a golpe de chequera?
¿Qué le espera mañana al futbol? Que un tipo como este, el día de mañana, pueda regresar a México y dirigir a la Selección Mexicana? ¡Ojalá que esa pesadilla nunca se haga realidad!
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