Fentanilo o la excusa para intimidar y ganar votos

“… Sí, se consume fentanilo en Estados Unidos… se produce en su país (dirigiéndose a AMLO) y los cárteles de la droga están operando abiertamente en su país envenenando a los estadounidenses (…) son cárteles mexicanos los que operan en las principales ciudades estadounidenses… si no cambia sus políticas tomaremos el asunto en nuestras manos… quiero trabajar contigo para cerrar estos laboratorios, pero no estás ayudando, estás en negación…”  

Senador republicano Lindsey Graham.

En el marco de las declaraciones prepotentes y francamente intervencionistas que por varias semanas han ocupado las apariciones públicas del senador republicano Lindsey Graham orientadas a culpar al gobierno mexicano de la grave crisis de adicción a drogas, principalmente al fentanilo, que ahora mismo sufre la sociedad estadounidense, en La Mañanera del martes 4 de abril López Obrador dio amplia y muy bien documentada respuesta a las acusaciones que sectores de ultraderecha esgrimen acerca de que no se está haciendo lo necesario para destruir laboratorios e impedir que el fentanilo destruya a los estadounidenses.

Esta campaña, de la que el legislador por Carolina del Sur es solo la cabeza visible, tiene diversos propósitos. Aunque no abundaré en ellos me centraré en hacer un apretado resumen de lo dicho por el presidente contando con datos y no relatos como las historias de orca y cuchillo que personajes con la influencia de Graham en la politica de su país han reiterado en las últimas semanas. Ya antes otro legislador éste texano, Dan Crenshaw, presentó una iniciativa de ley para avalar el uso de la fuerza del ejercito estadounidense en contra de los cárteles del narcotráfico en México que llevan fentanilo a Estados Unidos, opioide sintético que cobró la vida de más de 100 mil estadounidenses en 2022. 

Pues bien AMLO primero confrontó a este discurso decadente pero muy influyente entre el ciudadano medio estadounidense, afirmando categóricamente que no son los migrantes quienes transportan la droga a Estados Unidos, como lo creen ciudadanos del país vecino que son manipulados y mal informados tanto por autoridades como por medios de información. Los migrantes son gente honesta, sencilla que va al país del norte buscando mejores oportunidades económicas y de bienestar. Sin embargo, esta acusación no hace más que satisfacer a sectores conservadores que siempre han culpado de todos sus males a quienes vienen de fuera; de ahí que según encuestas el 60 por ciento de los ciudadanos republicanos creen efectivamente que el mal viene de fuera. En respuesta, López Obrador lanza un dato irrefutable: el 86 por ciento de los presos por fentanilo en Estados Unidos son ciudadanos de ese país. 

Marcelo Ebrard entra con soporte documental adicional. Los esfuerzos de México en materia de fentanilo son los más importantes del mundo, no hay ningún otro país del mundo que esté haciendo tanto contra el fentanilo que se trafica hacia los Estados Unidos que México. Y le ofrece al senador Graham hacerle llegar la información documentada, de más de un año, que incluso se ha expuesto en Washington, D. C., … pero por lo que veo no ha tenido oportunidad de leerla, entonces se la voy a hacer llegar.

Ebrard hizo algunas referencias históricas acerca del fentanilo, sin duda incuestionables. Por ejemplo: se refirió a que la Agencia Federal de Alimentos y Drogas (medicamentos) de Estados Unidos (FDA por sus siglas en ingles) aprobó el fentanilo en 1968 para usos anestésicos y en cirugías muy prolongadas. De 1996 a 2016 se autorizó a varias farmacéuticas como analgésico. Esa fue la puerta que se abrió a la pandemia adictiva. Esa pastilla azul es tan adictiva que es letal porque pierdes el control de las dosis, aquella persona que prueba una pastilla después quiere dos y así sucesivamente, hasta que entra en colapso, es altamente adictivo, por esa razón de 1960 a 1996 nunca se utilizó fuera del sistema médico, hospitales, operaciones, quirófanos. Pero de 96 en adelante se dio ese permiso. En 2013 se prohibió porque el número de muertes comenzó a crecer de manera exponencial, hoy en día es mayor al habido por accidentes de tránsito. 

Y cerró su intervención enumerando tres conclusiones, dirigidas al senador estadounidense. Primera. México no es el problema y sí parte importante de la solución. El problema no se origina en México. Segunda. Los mexicanos no somos los que traficamos. Como ya se indicó arriba el 86.3 por ciento de las personas que están en prisión por tráfico de fentanilo son de origen estadounidense. Tercera. La lucha contra el fentanilo en México ha costado mil 791 vidas, éstas se han perdido por armas compradas o que son parte del tráfico ilícito de armas hacia México y son producidas y vendidas en Estados Unidos. Por cierto, es falso lo que el senador Graham afirma que en su país se requiere una licencia de armas de fuego para poder adquirirla, hasta con una licencia de conducir se puede comprar cualquier arma de grueso calibre.

Al volver a hacer uso de la palabra el presidente López Obrador afirma que en una reciente entrevista sostenida con legisladores estadounidense, de ambos partidos, le solicitaron su intervención para solicitarle al gobierno de la República Popular China su colaboración para evitar que se dirijan las ventas de fentanilo a México, Estados Unidos y Canadá a lo que respondió afirmativamente ya que nuestro país mantiene una excelente relación bilateral con Beijing. Confirmó que ya le había dirigido una carta al presidente Xi Jinping, cuyo texto leyó.

Entre el contenido más destacado extraigo lo siguiente. Solicita respetuosamente su apoyo y cooperación acerca de la libre venta del fentanilo en los tres países de Norteamérica. Por su alta rentabilidad económica ese químico ha desplazado a otros estupefacientes ya que un kilo de fentanilo equivale a un millón de dosis con un valor de más de 400 mil dólares. Tan solo el año pasado en México se incautaron siete toneladas y se destruyeron mil 383 laboratorios clandestinos.

Y agrega los ataques de que es objeto México por parte de algunos legisladores estadounidenses que lo culpan de ser el origen de la desgracia que padecen. Sin embargo, AMLO aclara que no es en ese sentido que se solicita la cooperación del gobierno de Xi Jinping … sino para solicitarle que por razones humanitarias nos ayude a controlar los envíos de fentanilo que puedan remitirse de China a nuestro país. Por ejemplo, sería un apoyo inestimable contar con información sobre quiénes importan esta sustancia, en qué cantidad, en qué embarcaciones, cuándo sale de los puertos chinos, o a qué puertos mexicanos llega y el tipo específico de sustancia. Para finalizar con un amplio agradecimiento y esperando con mucho interés su respuesta.

Una vez más nuestro presidente marca la pauta a seguir con respuestas de vanguardia, totalmente imaginativas e inesperadas para la derecha, a situaciones por demás complejas y contradictorias en la relación bilateral con Estados Unidos. Más allá de lo que para la prensa conservadora puede ocasionar una “guerra de declaraciones que podría salirse de control y generar una crisis diplomática”, lo cual por cierto demuestra nuevamente que no entienden nada, el tiempo que dedica López Obrador y sus colaboradores para confrontar con datos, con documentos, con pruebas los falaz de la narrativa ultraderechista que nuevamente en tiempos electorales allá en el norte utilizan el tema mexicano para allegarse de simpatías entre la ciudadanía votante. Aunque también para esto López Obrador ya desplegó su plan B. Recordemos su insistencia acerca de que ante los ataques republicanos hará un llamado a los mexicanos, que concurren a las urnas estadounidenses, invitándolos a redirigir su preferencia electoral. 

Este tema seguirá. Veamos como asimila el legislador esta cátedra de alta política y sus rudimentarias y simplistas respuestas añorando aquellos tiempos de canallas del macartismo. 

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