Fascismo nunca más

Opinión de Carlos Mendoza

Hoy se conmemora el día internacional de lucha contra el fascismo y el antisemitismo, derivado de lo vivido antes y durante la segunda guerra mundial, la barbarie genocida cometida contra ese grupo de judíos y otros cala hondo de lo brutal que puede ser alguna parte de la humanidad. En el presente texto hablaremos de lo que fue el fascismo, su contexto y actualidad.

Origen del fascismo

A comienzos del siglo XX el avance del imperialismo llevó a que se suscitara la primera guerra mundial y que trajera los estragos no vistos antes. Millones de muertos inocentes (en su mayoría de la clase trabajadora) y destrucción fueron los resultados, además de la imposición de la hegemonía de los supuestos vencedores.

Definitivamente, quienes más sufrieron y tuvieron que pagar los daños fueron las mayorías empobrecidas de los países derrotados. Situación que ayudó a que pensamientos como el fascismo fueran cobrando fuerza, ese nacionalismo exacerbado llevó a que esas formas de ver la vida pudieran ser dominantes y llegar al poder en algunos países.

Pero el fascismo no solo respondía a ciertos sentimientos de algunas personas, ni al racismo que implicaba, sino también era una respuesta del capital imperialista que buscaba detener a toda costa el avance del comunismo y de la revolución mundial. Tan solo hay que ver cómo los fascistas no solo buscaban acabar con judíos, también intentaron exterminar a todos los comunistas.

Como casi resultado lógico es que (a pesar de la invención contada por la industria cinematográfica estadounidense) quién derrota al nazismo (fascismo alemán) en la segunda guerra mundial será la Unión Soviética. Los comunistas del mundo fueron el factor determinante para terminar en un primer momento con la amenaza fascista.

Falsa erradicación

Sin embargo, el fascismo no fue desterrado de la humanidad. Aunque hayan existido juicios y condenas mundiales, no es un secreto que por ejemplo en América Latina muchos de los científicos nazis fueron contratados por los estadounidenses para implementar sus prácticas en las dictaduras militares que impusieron para frenar el avance de la revolución mundial en plena guerra fría.

Es decir, el fascismo siguió presente de alguna o de muchas formas. Tan es así, que a través de los años fueron apareciendo otros regímenes de extrema derecha protofascistas. Un ejemplo y que es una paradoja histórica es Israel. Como el pueblo que sufrió el genocidio del holocausto nazi ahora a través de su religión de extrema derecha (sionismo) implementaba políticas abiertamente genocidas y fascistas al pueblo palestino.

¡No pasarán!

Podemos ver como alarmante que la ola fascista neonazi avanza en parte importante del mundo, gobiernos como el de Bolsonaro en Brasil nos pueden dar una pauta de lo que se podría avecinar si permitimos el avance de la extrema derecha. Y es que así como hace varias décadas el fascismo surgió para acabar con el comunismo, hoy la historia se repite.

Quizás con otros ecos y hasta cierto punto más moderados, lo real es que la amenaza de un mundo mejor donde el centro de las políticas públicas sean las personas más desfavorecidas les hace mucho ruido a la minoría rapaz que ve acechados sus intereses económicos aunque esto sea en una mínima parte.

Por ello recurre a su fascismo, como dice el buen poeta guerrillero Roque Dalton “No olvides nunca que los menos fascistas de entre los fascistas también son fascistas”, no olvidemos y más bien tengamos presentes que la lucha por un mundo mejor en beneficio de la gran mayoría de la población también es una confrontación con toda expresión de fascismo. Como decían los republicanos españoles en la guerra civil contra el franquismo, ¡No pasarán!

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