La nueva unidad del Comando Sur operará en 31 países de la región con apoyo de buques de guerra, submarinos y miles de tropas.
Estados Unidos puso en marcha una fuerza conjunta antidrogas bajo la supervisión del Comando Sur (SOUTHCOM), que abarcará 31 países de América Latina y el Caribe. La iniciativa fue anunciada por el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, quien destacó que la misión es clara: “Si trafican drogas hacia nuestras costas, les detendremos en seco”.
El despliegue se da en un contexto de alta tensión, tras la destrucción de al menos cinco narcolanchas en el mar Caribe desde el 2 de septiembre, cerca de la costa venezolana, en operaciones que dejaron 21 muertos vinculados al narcotráfico. El presidente Donald Trump calificó cada cargamento interceptado como “como un vagón de metro lleno de drogas” capaz de afectar a decenas de miles de estadounidenses.

Como parte de esta estrategia, Estados Unidos ha desplegado ocho buques de guerra, un submarino de ataque nuclear y más de 4 mil 500 soldados en la región, reforzando la vigilancia marítima y las operaciones de intercepción. Paralelamente, Washington solicitó a Granada permiso para instalar personal y equipo militar temporal en el Aeropuerto Internacional Maurice Bishop, medida que está siendo evaluada por las autoridades locales, considerando soberanía, seguridad y turismo.
Trump aprovechó para resaltar su campaña de seguridad interna, enfocada en pandillas, criminales reincidentes, inmigrantes ilegales, extremistas domésticos y carteles violentos. La iniciativa militar recibió el respaldo del Senado estadounidense, que rechazó una propuesta de legisladores demócratas para frenar las operaciones en el Caribe, consolidando la estrategia regional del mandatario.
La creación de esta fuerza antidrogas refuerza la presencia militar de Estados Unidos en Latinoamérica, intensificando la lucha contra el narcotráfico y generando impacto inmediato en la seguridad regional y la geopolítica del Caribe.
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