El nuevo bloque estudiantil entregó un pliego petitorio con 13 demandas que incluyen la salida de profesores señalados por posturas “sionistas”, medidas urgentes contra la violencia de género y la democratización universitaria.
Un bloque estudiantil de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM entregó un pliego petitorio con 13 exigencias para frenar lo que califican como la pasividad de las autoridades ante la violencia dentro del campus. Entre las principales demandas se encuentran la destitución inmediata de docentes acusados de posturas “sionistas”, como José Woldenberg, César Villalba Hidalgo y Marcela Briz, además de la implementación de medidas integrales de seguridad y transparencia institucional.
El documento, elaborado tras la asamblea estudiantil del 9 de octubre, solicita garantizar entornos libres de violencia, discriminación y acoso, y propone la democratización interna de la UNAM, con mayor participación de estudiantes, trabajadores y docentes en las decisiones académicas y administrativas.
Los alumnos reclaman la reparación y activación de los botones de pánico, rondines permanentes de seguridad y nueva iluminación en el “camino verde” que conecta la Facultad con el Metro Universidad, uno de los puntos más peligrosos para la comunidad. También piden un protocolo interfacultades de búsqueda inmediata en caso de desapariciones, y acompañamiento institucional a familiares de estudiantes víctimas.

Entre las peticiones destacan además la creación de baños neutros, capacitaciones obligatorias sobre identidad de género, y la instalación de dispensadores gratuitos de productos menstruales y de salud sexual.
En materia académica, los estudiantes exigen una reforma curricular con perspectiva de género e inclusión, participación activa en la creación de los planes de estudio, y el cambio del nombre de la asignatura Violencia contra las mujeres por Violencias contra las mujeres y disidencias sexuales.
El pliego también plantea la revisión del proceso de admisión en línea para evitar sesgos, la transparencia en el uso de recursos y la creación del “Librero Morado Interseccional”, que incluiría obras de autoras y autores LGBTIQ+, afrodescendientes y de pueblos originarios.
Finalmente, la comunidad estudiantil advirtió que no dará un paso atrás en sus exigencias y que continuará movilizándose “por su seguridad, dignidad y derecho a existir”, mientras las autoridades universitarias aún no emiten una respuesta oficial.
Con información de El Independiente
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