Estrategia en energéticos y creación de empleos mantienen estable a México

Opinión de Mariuma Munira

Las consecuencias funestas causadas por la guerra de Rusia contra Ucrania, son una fuente abierta de inestabilidad económica que ya alcanzo a la Unión Europea, región inmediata a este conflicto bélico, alcanzando también ya, al continente americano.

Esta nueva amenaza provocada por una guerra a la que aún no se le ve fin, la lenta reactivación económica ocasionada por la pandemia y la gran dependencia del gas ruso, ha ocasionado un aumento en el costo de la vida en toda Europa, lo que ha causado el descontento entre la población de la eurozona, provocando huelgas históricas, elevando la inseguridad alimentaria, devaluando el euro frente al dólar, empezando a rondar el tan temido espectro de la estanflación; un período caracterizado por estancamiento económico, alta inflación y alto desempleo.

Las crisis de precios en los mercados europeos de alimentos y energía están aumentando, la subida de precios en los 19 países integrantes de la Unión Europea (UE) que usan el euro como moneda única alcanzó una inflación del 8,6% interanual en junio, la marca más alta desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero; países como España han alcanzado una cifra histórica de inflación del 9.8%, siendo hasta hoy Lituania el país de la UE con la tasa de inflación más alta (15.5% en marzo).

La causa mayor de este nuevo desafío inflacionario en la Unión Europea es el precio de la energía por las sanciones y contrasanciones entre la Unión Europea y Rusia, lo que provocó que se redujera la oferta de suministro de petróleo, pero sobre todo de gas ruso, que hasta antes de la guerra representaba más del 40% de las importaciones de ese combustible. En la eurozona, sólo los precios de la energía se han disparado un 44,7% anual, un aumento impresionante en comparación con la tasa del 4,3 % registrada en marzo de 2021.

“El gas ruso está subiendo de precio y esto está golpeando duramente a Europa, que ahora tiene toda esta inflación vinculada a la energía. Esto significa que todos los ciudadanos pagan enormes facturas, pero, además, si el precio de la energía sube, también lo hace el de todos los bienes”, así que los sindicatos están muy descontentos, exigen aumentos y convocan a huelgas”, explicó a Télam Maria Demertzis, directora adjunta de Bruegel, un think tank con sede en Bruselas que se especializa en economía europea.

Ante este escenario, en las últimas semanas hemos visto infinidad de huelgas en Europa; en Inglaterra los trabajadores ferroviarios realizaron su mayor paro en 30 años (cerrando la mitad de las líneas ferroviarias del Reino Unido, llegó a circular tan solo un tren de cada cinco); en Alemania los trabajadores portuarios bloquearon la actividad de las mayores terminales del país y los empleados de las compañías aéreas de países como Irlanda, España, Italia, Francia, Portugal, Bélgica, y de aeropuertos de toda la UE frenaron el tráfico aéreo, éstos son solamente algunos ejemplos de las protestas de las últimas semanas que tienen un denominador común: La exigencia de mejoras salariales ante el aumento del costo de vida.

El temor de la inflación no sólo ha golpeado duramente a Europa, las alarmas se encienden en el continente americano; en Estados Unidos se ha visto el mayor incremento en 40 años, las alertas indicaron un 8.6% de inflación, imponiendo graves presiones a las familias, obligándolas a pagar mucho más por los alimentos, la gasolina y el alquiler.

En Latinoamérica: La economía brasileña registró en abril una inflación anualizada al 12,13%, su valor más alto en 18 años; Paraguay alcanzo el 11,8% anual, la tasa más alta en casi 14 años:  Chile ha alcanzado 10,5% anualizado, Colombia y Uruguay registraron 9,23% y 9,37%; y Perú un 8,62% anual. Argentina y Venezuela juegan en otra liga, con los costos de vida más elevados desde hace una década, con una hiperinflación, respectivamente con un dato anualizado del 58%, la cifra más alta en los últimos 30 años para la primera, y Venezuela, por su parte, con un dato anual de 172%.

En nuestro país, el Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó: “La inflación que se registra es de 7,99%; sin embargo, en relación con la inflación en el mundo, México es de los países menos afectados, estamos por debajo de la que se tiene en otros países y seguimos tomando medidas para el control de la inflación sobre todo en lo que tiene que ver con alimentos porque en energéticos somos de los países con menos inflación”, manifestó.

AMLO informó que gracias a que durante los últimos cuatro meses el precio del barril de petróleo mexicano se ha vendido arriba de los 90 dólares, está garantizado el subsidio a las gasolinas todo el año, y aseguró que aún así habrá un excedente de 30 mil millones de pesos; además dijo que mantener estable el precio de las gasolinas también contiene la inflación y es que a pesar de que reconoció que el índice Nacional de Precios al Consumidor INPC subió a 7.99 por ciento, dijo: “Vamos bien”.

Y es que el país tiene otros indicadores que muestran crecimiento, por ejemplo el del empleo formal que en México alcanzó al cierre de junio una cifra histórica de 21 millones 68 mil 708 plazas de las que 87 de cada cien 86.7% fueron permanentes y el resto eventuales, cifras del mes de junio promediaron un salario de cotización que creció a una tasa anual de 11.1% nominal, la mayor variación en los últimos 20 años, señalándose también por parte del IMSS que en los pasados 12 meses se generaron 893 mil 328 plazas laborales con una tasa de 4.4%. Ésta creación anual de empleos en el mes junio es la más alta considerando periodos comparables. En cuanto a cargos permanentes destacó que subieron 973 mil 998 puestos en el mismo periodo por lo que es el mayor incremento anual en la historia. Los sectores económicos con más crecimiento de empleos son transportes y comunicaciones con 12.6%, construcción 5.5% y comercio 5.3%.

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