Estado de México: El último clavo al ataúd del PRI

Después de 2018 –y quizás 2021- la madre de todas las batallas electorales en términos políticos se va a dar este junio en uno de los estados de la república con mayor cantidad de habitantes y que ha sido históricamente el corazón político del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En ese sentido, hablaremos líneas abajo de las elecciones del Estado de México para gobernadora, de si va a ganar el guinda transformador o la oposición conservadora.

Un perfil criticable

La candidata de la coalición de la Cuarta Transformación (4T) es la maestra Delfina Gómez que ha sido señalada por la oposición por algunas cuestiones. La más sonada es de cuando fue presidenta de Texcoco y presuntamente les quitaba una parte de su salario a trabajadoras y trabajadores de esa administración. El caso fue llevado judicialmente y hasta el momento lo que se ha medio comprobado no pasa de una multa o sanciones similares.

Otra cuestión fue su desarrollo como Secretaria de Educación del país. Durante ese proceso los distintos grupos políticos de los sindicatos de trabajadoras y trabajadores de la educación le criticaron algunas cosas en su momento. Sin embargo, con lo volátil y explosivo del ámbito educativo sería muy raro que no hubiera recibido señalamientos por alguno de esos grupos.

Por otro lado, la maestra Delfina ha sido una luchadora social entregada a la transformación del país en todos los lugares que le ha tocado intervenir, desde los cargos como servidora pública, pasando por el aula y por las calles del país haciendo política popular. En 2017 fue candidata a gobernadora por el mismo estado y mismo partido y perdió en una elección muy dudosa de fraude por parte del PRI.

La derecha y la desmemoria

Las desigualdades que vemos en todo lo ancho del Estado de México son reflejo puro del país que nos dejaron los ejecutores y provocadores de las políticas neoliberales. La opulencia, la inseguridad (todo tipo de violencias, donde resaltan los feminicidios), la pobreza, y todos los males que pintan ese territorio tienen responsables y hay que señalarlos.

Estamos hablando de la oligarquía que se enriqueció con todas las privatizaciones que se realizaron durante la profundización del neoliberalismo. Por ejemplo, en el Estado de México se encuentran las personas pertenecientes a la élite empresarial del llamado grupo Atlacomulco que fueron los principales impulsores de Enrique Peña Nieto y de la actual oposición.

Muerte al PRI

El PRI como instituto político no había estado tan decaído como ahora lo está. De la oposición solo tienen fuerza real la derecha plasmada en el Partido de Acción Nacional (PAN) y de Movimiento Ciudadano. Las y los mexiquenses tienen una gran oportunidad de hacer historia y borrar casi por completo a todo el priísmo para llevarlo al basurero de la historia junto al Partido de la Revolución Democrática (PRD).

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