Es delito ser rico en Veracruz

El empresario Arturo Castagné Couturier, priista del equipo de Fidel Herrera Beltrán, y obsesivo crítico de la 4T, esperó meses para difundir la noticia, era necesario hacer daño, aunque no hubiera delito alguno que perseguir, al mostrar fotografías de una casa propiedad del esposo de la candidata de Morena a la gubernatura de Veracruz, Rocío Nahle.

La acusación de este ex subsecretario de Promoción y Desarrollo empresarial de la Secretaría de Desarrollo Económico, es que cree que se contradicen los principios de Morena de austeridad republicana. Todavía no se han dado cuenta de que la austeridad es para aplicar y seleccionar el destino de los recursos públicos del país y no para que sus funcionarios vivan en la pobreza.

Son comunes las críticas sobre lo que gastan en viajes, restaurantes o ropa los miembros del gobierno cuando en realidad no hay delito. Delito sería, como sucedía antes, que el dinero utilizado en sus lujos, haya sido mal habido. Pero todos los que lo gritan a los cuatro vientos callaron en ese momento.

La confusión que fingen para desgastar al contrincante, ante la ausencia de propuestas de una oposición derrotada y sin proyecto, quiere engañar a la gente. Nadie cuestiona la riqueza ni la ataca, ni está contra la riqueza de nadie, a menos que sea como la que obtuvieron los Calderón, Salinas, Beltrones, Gamboa Patrón, Peña Nieto, Fox, Nuño, García Luna, Limón, Gómez del Campo, Zedillo, etc. El empresario denuncia sólo con fotos, como evidencia de la ruptura de la austeridad republicana por parte de la candidata que le lleva más de 30 puntos en las encuestas serias, lo cual no implica ningún delito, pero en tiempos de campañas los ingenuos creen cambiar las encuestas que desfavorecen al mediocre de Pepe Yunes.

El empresario de derecha asegura que hay varios lotes en manos del esposo de Rocío Nahle, pero no muestra evidencia. Si tener propiedades implica un delito debería ventilar las de Slim, Salinas Pliego, Alberto Bailleres, etc., pero como lo que quiere es desgastar a la candidata de Morena, prefiere echar mano de lo fácil. Desde luego, los medios tradicionales que cada día tienen menos anuncios, menos público y menos credibilidad lo reproducen como nota destacada para tratar de equilibrar la intención del voto, porque su remedo de candidato está en la calle y le han invertido mucho a su antipatía. Saben que mientras más corta sea la diferencia en los resultados sería más fácil impugnar o descalificar a Rocío Nahle con un fraude, en los que son expertos.

Más de un partidario del candidato traidor a la patria de la oposición confunde también tener cargos y trabajar en esos cargos, porque estar sentado en una curul sin participar y sólo levanta el dedo obedeciendo al líder de la bancada, que es lo que Pepe Yunes tiene mucha experiencia; esto no crea ninguna capacidad política ni beneficia en nada a los veracruzanos. Pero la experiencia la miden algunos por los años que los parásitos viven del presupuesto y esto para ellos es suficiente para crear un candidato que no levanta ni con Royal.

Hasta el momento no se sabe de una sola aportación de Yunes a Veracruz, ni una gestión en favor de los veracruzanos, ni una idea brillante para discutir en las cámaras.

La mediocridad de un personaje que a pesar de ser conocido es repudiado por sí mismo y por el partido que lo postula, lo hace retroceder en las encuestas en lugar de avanzar. No es gratuito que sean empresarios quienes arremeten contra Nahle, durante años han estado aprovechando los puntos de corrupción en Veracruz y saben que al llegar la ingeniera no habrá ningún funcionario blandengue, como los que ahora pululan alrededor de Cuitláhuac García Jiménez, quien no sabe ni siquiera cuántos colaboradores cercanos corruptos tiene. Se ataca la corrupción, no la riqueza, por eso temen.

Así, los detractores de Rocío Nahle no se atreven a decir que es un delito pero con ayuda de los medios aseguran que se trata de un exceso. Poca gente hay en el país que haya tenido la oportunidad de ser tan estudiosa como Nahle, conocedora de todo el proceso de producción de los energéticos como pocos, lo cual permite ganar dinero ya que se trata de una riqueza mundial el objetivo de sus conocimientos; sin embargo, las propiedades no están a nombre de ella sino de su esposo, quien trabajó en la iniciativa privada, y obtuvo los bienes inmuebles de manera clara y transparente. De tal suerte que las acusaciones son simplemente una manera de hacer berrinche y desgastar, ante la derrota anticipada, a un contrincante gigantesco.

Se trata de una acusación innecesaria, ociosa, desesperada y que da, desde ahora, el triunfo a Rocío Nahle, y anuncia el fin dela carrera política de su contrincante cuyo nombre ya nadie recuerda…

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