La ONG Periodistas Desplazados México ha dado a conocer que el periodista Enrique Hernández Avilez, quien había desaparecido el pasado 21 de junio después de ser detenido por agentes de tránsito mientras conducía su taxi, fue encontrado sin vida en una fosa clandestina en el municipio de Taxco, Guerrero. Esta área es conocida como una de las más violentas del estado, y el hallazgo de los restos de Hernández marca un trágico desenlace para su desaparición.
La ubicación del cuerpo fue posible gracias a la captura previa de cinco agentes de la policía de Taxco, así como del subdirector de la corporación, quienes eran los principales sospechosos del crimen. Estos policías no solo habrían estado involucrados en la desaparición del periodista, sino que también se les acusa de haber enterrado su cuerpo en la fosa clandestina donde fue encontrado.
La revista Contacto Policiaco, dirigida por el editor Martin Vázquez López, ya había señalado en su momento que tanto la policía como operadores de grúas estaban involucrados en la desaparición de Hernández. La intervención de las autoridades estatales y federales en la Policía Municipal de Taxco fue crucial para el descubrimiento de múltiples fosas clandestinas en la zona, una de las cuales contenía los restos del periodista.
Además, durante la investigación se incautaron fotografías que mostraban a los agentes municipales cavando las fosas clandestinas, las cuales eran enviadas a sus superiores como prueba de que habían cumplido con sus macabras instrucciones.
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