Desde un Zócalo lleno, la presidenta aseguró que su gobierno no reprime, respeta la libertad de prensa y puso fin al nepotismo con la reforma judicial.
Durante el cierre de su gira de rendición de cuentas, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que México vive una etapa inédita de libertades y democracia, donde la censura no tiene cabida y la voz del pueblo se respeta como nunca antes.
“En México gozamos de libertades y democracia. Contrario a la mentira de algunos medios, es claro que no se reprime, no existe la censura y se practica la mayor libertad de expresión de la historia. Todos los poderes son elegidos por el pueblo de México”, declaró ante un Zócalo lleno que la acompañó en su primer informe de gobierno.
La mandataria subrayó que su administración ha mantenido una política de respeto total a la libertad de prensa, sin persecuciones ni uso de la fuerza del Estado contra los ciudadanos. “Nuestro gobierno escucha y responde, no calla ni impone”, enfatizó.

Sheinbaum también destacó la fortaleza económica del país pese al escenario internacional complejo. “La economía mexicana está fuerte y seguimos creciendo, a pesar de los catastrofistas que anticipaban una caída”, aseguró.
En el mismo acto, la presidenta resaltó uno de los cambios estructurales más profundos de su gestión: la reforma judicial, implementada en su primer año, que derivó en la elección popular de jueces, magistrados y ministros. “Se acabó la era del nepotismo, la corrupción y los privilegios, comienza una nueva etapa de legalidad y justicia para todos”, señaló.
Sheinbaum criticó que, en el pasado, el Poder Judicial operaba bajo intereses económicos e incluso delictivos, lo que —dijo— quedó atrás con la elección directa de autoridades judiciales. “Hoy la justicia emana del voto del pueblo, no de acuerdos en lo oscuro”, concluyó.
Con aplausos y consignas de apoyo, la Presidenta reafirmó que la libertad, la justicia y la soberanía popular son los pilares que guiarán su gobierno durante los próximos años.
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