La empresa minera Calica perdió la restitución de la concesión del puerto de Punta Venado, en Playa del Carmen, Quintana Roo

Tras la explotación despiadada en una zona del Caribe mexicano, la empresa minera Calica perdió uno de los litigios que mantenía ante el Gobierno de México.

Ante el Gobierno de México, Calica perdió uno de los litigios que mantenía con el país. La empresa, que desde la década de los 80 explotó desmedidamente una zona del Caribe mexicano y que a decir de ambientalistas, generó un ecocidio, perdió la restitución de la concesión del puerto Punta Venado.

Dicho lugar portuario se ubica a poco más de 13 kilómetros de Playa del Carmen, en Cozumel, Quintana Roo, y es desde donde la empresa filial de la norteamericana Vulcan Materials Company, extraía todo el material proveniente de la roca de la zona, que impacto un área en donde cabrían hasta 150 estadios como el Estadio Azteca.

Luego de que se le revocó la concesión que manejaba desde 1987, la empresa promovió un recurso de queja dentro de un juicio de amparo contra la negativa de otorgarle una suspensión definitiva de los actos reclamados, sin embargo, el Juzgado Noveno de Distrito, con sede en Cancún, Quintana Roo, desechó el recurso.

También, Calica buscaba la restitución de la carga, el almacenamiento, manejo y distribución de la piedra, que salía desde Punto Venado a Estados Unidos y que de acuerdo con los propios informes de la empresa, la zona de explotación tiene una reserva probada de 529.5 millones de toneladas de piedra.

Cabe destacar que el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador ha ofrecido alternativas a la empresa, sin embargo la empresa mantiene otros juicios de amparo para revertir la clausura que le impuso la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en 2018, en la zona de extracción.

Acciones de México contra Calica

El pasado 14 de junio, López Obrador anunció acciones contra la empresa Calica ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Bolsas de Valores debido a la catástrofe ecológica generada en Quintana Roo, la cual si presentó ante la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

La Semarnat desde mayo pasado informó que la Profepa había clausurado la planta debido a “acciones en contra del aprovechamiento indebido de los recursos naturales de nuestro país y del deterioro del medio ambiente”.

Recordemos que, los estragos de Calica no se limitan a la extracción de material para la construcción de carreteras en los Estados Unidos, sino que va más allá, destruyendo y dinamitando cavernas con vestigios arqueológicos importantes a nivel mundial.

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