Quiero cerrar, redactando estas líneas para el artículo correspondiente al fin de año y, aunque su publicación es de hoy lunes 30 de diciembre, quiero externar no solo una posición política ni una reflexión o un análisis de algún tema coyuntural. ¡En esta ocasión, quiero tocar un tema que hace referencia a la vieja forma de hacer política y que es malestar de todos los partidos políticos! Podría aventurar a decir que en el mundo entero.
El reciclaje de viejos políticos es un malestar general de todos los partidos. Quienes se dedican de manera profesional a la política, en muchas ocasiones, se han conformado en oligopolios familiares o de grupo a lo largo de los años. ¡Son estos personajes quienes, en medida de sus intereses personales y de grupo, brincan de un partido a otro o de una facción a otra!
En el tablero de ajedrez como en el tablero de shogi, el objetivo principal consiste en lograr el jaque mate al rey. Conforme se avanza en la partida, los movimientos en el tablero se van limitando con las piezas que quedan de ambos jugadores. El ajedrez japonés, Shogi, cuenta con la variante del retorno de las piezas capturadas del enemigo al tablero propio. ¡Es decir, que ahora las piezas capturadas sirven para atacar al oponente! Y no, no es una especie de ficha zombie, sino más bien un político reciclado o quizás un mercenario.
Para comprender un poco más esta situación, hay que explicar las diferencias que existen entre el ajedrez de occidente y el ajedrez japonés (shogi), y también sus semejanzas con la política tradicional.
El ajedrez y el Shogi son juegos de estrategia y a menudo funcionan para ejemplificar las actividades políticas en diversos sistemas de gobierno a lo largo y ancho del mundo. Ambos juegos de tablero comparten similitudes y tienen diferencias muy particulares. Tanto el ajedrez como el shogi tienen su origen en un antiguo juego de India conocido como Chaturanga.
El ajedrez se juega en un tablero de 8×8, mientras que el shogi se juega en un tablero de 9×9. Las piezas del shogi tienen la característica única de promocionarse, sin importar el rango de la pieza, esta tiene la posibilidad de subir de rango (mejorar sus movimientos) una vez que ocupa la séptima fila del tablero, mientras que en el ajedrez, solo los peones pueden promocionarse si llegan a la última línea convirtiéndose en la pieza que mejor convenga al jugador .
Entre otras características que marcan diferencias importantes podemos observar, que el ajedrez occidental se juega con piezas blancas y negras y en total hay dieciséis por jugador; en el shogi cada jugador tiene 20 piezas y no hay colores que diferencié las piezas de uno u otro bando, en lugar de ello las fichas apuntan hacia enfrente en una forma de pentágono.
Sin embargo, aun con estas características que los hacen notablemente distintos, ambos son más que un juego; son una metáfora poderosa que ha inspirado a líderes y estrategas a lo largo de la historia.
Los principios fundamentales del ajedrez son importantes para la toma de decisiones políticas, pues estos demuestran astucia y predicen o como se conoce en la ciencia política, generan una prospectiva de acciones o situaciones que permiten a los políticos o partidos tomar decisiones mediante el reconocimiento de ciertos preceptos, que se aplican con base en las circunstancias del tablero político.
En ambos tipos de ajedrez es crucial mantener protegido al rey, en política proteger los principios, mantener una base sólida, generar alianzas y colaciones estratégicas es fundamental para incursionar en el conflicto político. La diferencia radica en ambos juegos en la velocidad de desarrollo de las piezas. En el ajedrez las tiradas más rápidas para proteger al rey tienen que liberar los espacios para lograr un enroque; en el shogi, el movimiento del rey que aunque es lento, le permite construir una guarida protegido por los generales dorados y plateados, estas guaridas se conocen como castillos y son fundamentales para posteriormente desarrollar el juego sin tener complicaciones severas cuando se viene el ataque del adversario.
Citemos otro ejemplo, sobre el principio básico del desarrollo de las piezas. Mientras que en el ajedrez este desarrollo en el tablero debe facilitar el movimiento de las piezas más fuertes con una formación solida que proteja el avance, en el shogi la construcción solida de las defensas permitirá que en el avance se facilite la promoción lo más rápido posible. En política el principio del desarrollo de las piezas y el de promoción son fundamentales para fortalecer los equipos de trabajo o los comités, este principio refleja la importancia de empoderar a los miembros del equipo desde el inicio y empujar su participación activa, de esta forma se crea una base sólida y efectiva.
Existen más principios, de hecho muchísimos más a considerarse, por ejemplo: no mover la misma pieza dos veces en la apertura, coordinar las piezas, evitar debilidades. Seguir el principio de los dos caballos, que, aunque es específico del ajedrez occidental, también en shogi como en política hace referencia al uso de los recursos disponibles más inmediatos antes de desplegar los más especializados.
Bueno, finalmente, me refiero a la característica principal que me llevo a considerar escribir esta comparativa simple entre estos dos grandes juegos de estrategia y la política, con ello quiero mencionar cómo las piezas capturadas en shogi pueden regresar al tablero y son la reutilización de quien las tomó permitiendo refuerzos rápidos y sorprendentes. En política, aprovechar las ideas y estrategias de los oponentes, e incluso integrar a antiguos adversarios, puede fortalecer la posición propia. Adaptar y reutilizar recursos puede ser una estrategia efectiva para alcanzar el éxito.
Los principios del ajedrez y del shogi establecen dinámicas que deben seguirse por los jugadores para evitar cometer errores estratégicos, la arena política contempla un sinfín de posibilidades, pero pocas oportunidades para quienes son neófitos o novatos en la incursión política, incluso para quienes tienen años de experiencia. Porque aún, con la perseverancia y la práctica cotidiana y guiarse bajo principios no son garantía en sí mismos para participar en niveles más altos para la toma de decisiones.
La estrategia está en romper con el oligopolio político. Es decir, con el retorno de las piezas políticas que recicladas contrarias o no a la posición política o ideológica que se tiene, mantienen las esferas del poder político. Incluso en el mismo juego de shogi, su presencia tan solo afuera del tablero como fichas capturadas son motivo para hacer lo siguientes movimientos con especial cuidado. Tanto en el shogi como en la vida política, no se puede evitar el retorno de las piezas al tablero, sin embargo, las estrategias deben versar en aislar al oponente para evitar que el retorno de estos, tome posiciones tácticas nuevamente que afecten nuestro objetivo principal.
El relevo generacional tiene que seguir jugando ajedrez, en cualquiera de sus versiones, las piezas están en el tablero y es la generación de nuevos políticos quienes tiene que luchar contra la experiencia de políticos rancios, que han establecido una forma de vida acosta de los demás. Es decir, el retorno de los intereses oligopólicos sobre los principios Democráticos.
¡Feliz año nuevo!
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