El recuento de los daños en Monterrey

  1. INT. BAÑO – NOCHE (FLASHBACK)

LUIS llora en posición fetal, en el piso.  Hay vapor.  La regadera está abierta y cae agua sobre él. Canta.
“Hay ilusiones muertas por doquiera
Solo quedan ruinas de mi”
Nadie responde.

¿Pero quién hubiera imaginado que Luis Colosio Riojas iba a resultar ser un presidente municipal tan quién sabe cómo?

Monterrey, la orgullosa capital industrial de México, tiene por alcalde a un novel político sin arraigo por la ciudad ni empatía por sus costumbres.  Su plan de trabajo y políticas públicas se resumen así: ocurrencia tras ocurrencia.  

Hagamos memoria y resaltemos las más entrañables.

Luis participó vía Zoom, desde Nueva York en una sesión de cabildo.  Su voz se percibía lenta y notablemente torpe.  Terminó pidiendo perdón y una disculpa sincera a su ayuntamiento, por las “fallas técnicas” que se presentaron durante el enlace remoto.  Pero además del discurso incoherente, lo más sorprendente eran los rostros de los participantes en la reunión.  No daban crédito a lo que presenciaban.

A partir de ese momento.  No hubo un solo regio que dijera que su jueves, viernes o fin de semana no presentara las suficientes “fallas técnicas” como para evitar hacerse acreedor a la correspondiente resaca etílica.

Se inventó, junto con Laura Iraís Ballesteros Mancilla, suplente de Xóchitl Galvez en el senado; mientras fungía como Secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología, la Oficina de Calor Extremo.  Con bombo y platillo, anunciaron que era la primera que se ponía en marcha en todo el país.  Ok, ¿Y luego?

Esta oficina que recibiría 50 mil dólares anuales de financiamiento internacional se dedicaría a investigar el calor extremo y cómo combatirlo para acabar con las muertes relacionadas al mismo.  Olas de calor han pasado una tras otra y ni una sola propuesta ha generado esta oficina para mejorar la calidad de vida de los regiomontanos.  

Y como diría la canción: “Laura no está” y sabrá Dios si los 50 mil dólares tampoco. 

Brillantísima idea dejar de regar y mantener la icónica Plaza Alameda.  Para después anunciar un plan de reforestación por 15 millones de pesos.  

“Lo que no suena lógico, suena a metálico”.

Pero la cereza del pastel es generar caos encima de la de por sí, ya caótica movilidad en el Centro de Monterrey.  

Lo que la ciudad necesita es construir durante dos meses, una pletórica rotonda que cueste 27 millones de pesos.  Justo donde se ubica El Arco de la Independencia, en la intersección de las calles Madero y Pino Suárez.  ¡Dijo nunca nadie! 

De bailar música colombiana cada que se le mete el espíritu de Celso Piña, mejor ni hablemos.

Al parecer Luis Colosio Riojas usurpa una identidad que no le corresponde y niega su origen.  Total confusión en su ser tiene “El Hijo de la Leyenda” y eso no lo deja funcionar bien como persona.  Mucho menos como gobernante.

Monterrey necesita un alcalde que esté a la altura.  El 2024 viene ya.  A votar con inteligencia regios. Please!  

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