La detención de “El Licenciado” revela la red criminal que llevó a la muerte del expresidente municipal de Uruapan, con posibles repercusiones políticas.
El pasado 1 de noviembre ocurrió el asesinato de Carlos Manzo, expresidente de Uruapan, Michoacán. Ahora, las autoridades han vinculado el crimen a Ramón Álvarez Ayala, conocido como El R1, uno de los hombres más cercanos a Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho. Este vínculo pone de relieve la compleja trama del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, ofreció detalles en una reciente conferencia, pues anunció que Jorge Armando “N”, apodado El Licenciado, fue quien planeó el asesinato y coordinó la vigilancia del expresidente. Aunque El Licenciado fue arrestado, las investigaciones continúan y se espera que haya más detenciones.
Harfuch explicó que Ramón Álvarez, El R1, actuó como el autor intelectual de esta ejecución, ya que transmitía órdenes en tiempo real y supervisaba cada paso antes, durante y después del ataque. La cadena de mando del CJNG se mostró implacable y eficaz.
La investigación también identificó a otros tres cómplices involucrados en el asesinato:
1. Ramiro “N”, reclutador de sicarios, fue asesinado el 10 de noviembre.
2. Fernando Josué “N”, quien acompañaba al tirador y también perdió la vida en ese ataque.
3. Víctor Manuel “N”, quien ejecutó el ataque y fue abatido por las autoridades.
La muerte de Ramiro y Fernando sugiere un intento de silenciar a los involucrados, pero sus teléfonos fueron recuperados, lo que permitió a las autoridades acceder a un grupo de mensajería donde se coordinó el homicidio. En este canal se compartían instrucciones detalladas y se monitoreaba la ubicación de Carlos Manzo.
El R1 ha tenido un papel prominente en el CJNG. Su carrera criminal comenzó en 2002 en el Cártel del Milenio. Tras la caída de esa organización, se unió a El Mencho, donde escaló posiciones de poder. Aunque fue arrestado en 2012, fue liberado en 2022, lo que desató la ira de las autoridades, y desde entonces ha establecido su dominio en Uruapan con su grupo “Los Cannabis”.
Carlos Torres Piña, fiscal de Michoacán, no ha descartado ninguna línea de investigación, incluyendo un posible trasfondo político. Existen al menos 83 denuncias por corrupción presentadas por Manzo contra la anterior administración, lo que añade una capa de complejidad al caso. La familia del exalcalde exige que se investigue a figuras políticas de la actual administración de Morena.
La situación sigue siendo tensa y se espera que las investigaciones avancen. La historia del asesinato de Carlos Manzo resuena más allá de lo criminal; pone en jaque el futuro político de Uruapan y revela una fuerte conexión entre la violencia y el poder.


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