El poder de la ignominia

Nuestro sistema político contempla 3 niveles de autoridad a lo largo y ancho del territorio nacional, a saber, el ámbito municipal, el estatal y el federal del que son titulares respectivamente presidente municipal, gobernadores y ejecutivo federal.

Adicional a ello, se tiene que distinguir entre los tres tipos de órganos con los que cuenta cada entidad, me refiero al ejecutivo, al legislativo y después al judicial. Es decir, la gobernanza de cualquier localidad, por pequeña que está sea, dentro de los límites al territorio nacional, se encuentra bajo la responsabilidad de autoridades específicas que están obligadas dentro del ámbito de sus atribuciones a vigilar el cumplimiento de la ley, la convivencia y paz social.

Resulta increíble que en el episodio condenable, lamentable y reciente de cuerpos humanos de personas desaparecidas hallados dentro de un predio ubicado en el municipio Teuchitlán del estado libre y “soberano” de Jalisco, se hayan omitido medidas básicas para la seguridad de las personas, es imperdonable la conducta omisiva de altos servidores públicos que fallaron por decirlo suave, en la encomienda del cargo que ostentan y se llegara a ese reclutamiento clandestino con fines de exterminio.

Es tan escandalosa la indolencia y la inacción de las autoridades estatales que están vivas las líneas de colusión y de encubrimiento de organizaciones del crimen organizado que se apoderó del poder político de todos los niveles a nivel estatal y municipal.

Fue un poder público que no se ejerció y que resultó ominoso para la desgracia y tragedia de miles de familias desmembradas por la ilusión de salir del círculo negativo de la miseria que por cierto fue generada en esos gobiernos criminales.

Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *