El plan Milei frente al FMI: Argentina sigue atrapada en la deuda y el déficit

El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a encender las alarmas: el mundo está a punto de alcanzar un récord histórico de endeudamiento. En su más reciente Monitor Fiscal, el organismo proyecta que la deuda pública global superará el 100% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2029, el nivel más alto desde la posguerra de 1948.

El informe señala que la combinación de desequilibrios fiscales persistentes y el endurecimiento de las condiciones financieras ha elevado los riesgos de sostenibilidad económica. En América Latina, Argentina, Brasil y Uruguay son los tres países más comprometidos con la deuda, aunque el caso argentino destaca por su gravedad y su impacto regional.

Por su parte, Argentina enfrenta el desafío del ajuste de Milei, con un endeudamiento que alcanzará el 78.8% del PIB en 2026, por lo que el país enfrenta una de las crisis más profundas de su historia reciente. El informe del FMI describe al país como atrapado en un “círculo de deuda y déficit” que el presidente Javier Milei intenta romper mediante un ajuste fiscal drástico y una política de reducción del gasto público.

Sin embargo, el organismo advierte que la austeridad no será suficiente mientras persista la inflación crónica, la devaluación del peso y la inestabilidad política. Las negociaciones con el propio FMI, que mantiene un programa de asistencia con el gobierno argentino, continúan siendo tensas y reflejan las dificultades de aplicar un plan económico sostenible sin agravar la desigualdad social.

“El desafío para Milei es monumental: estabilizar la economía sin ahogar a los sectores más vulnerables y sin romper el frágil equilibrio político interno”, apuntan analistas citados en el documento.

En el caso de Brasil, la deuda representa el 91.4% del PIB y podría escalar al 95% en 2026. A pesar de su fortaleza como la mayor economía regional, el FMI advierte que el gasto público y las presiones sociales amenazan con erosionar la estabilidad fiscal.

Uruguay, por su parte, mantiene una deuda más moderada —equivalente al 66.6% del PIB—, aunque elevada para su tamaño económico. Su fortaleza radica en la estabilidad política y en que la mayoría de su deuda está denominada en moneda local, lo que reduce la exposición a choques externos.

El Monitor Fiscal del FMI advierte que la deuda pública sigue siendo uno de los mayores riesgos para América Latina, y que la región enfrenta una “tensión permanente” entre crecimiento, gasto y sostenibilidad fiscal.

Los casos de Brasil, Argentina y Uruguay reflejan distintos grados de vulnerabilidad, pero también una advertencia común: sin disciplina fiscal ni reformas estructurales, el margen de maniobra para enfrentar nuevas crisis será cada vez menor.

En el caso argentino, el informe deja entrever que la administración de Milei será una prueba clave para el propio FMI, quien busca demostrar si su modelo de ajuste puede realmente sacar a un país del colapso o si solo prolonga el estancamiento.

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