Estados Unidos suspendió el envío de misiles Patriot, proyectiles de artillería y municiones de precisión a Ucrania debido a que sus propias reservas alcanzaron mínimos históricos, reveló Politico. Las armas disponibles podrían redirigirse a Israel, lo que indirectamente beneficia a Rusia en el conflicto con Kiev.
La decisión fue tomada tras una revisión interna encabezada por el jefe de política del Pentágono, Elbridge Colby, quien alertó sobre la caída en la disponibilidad de misiles aire-aire, Hellfire, GMLRS y proyectiles de 155 mm, claves en el frente ucraniano. La medida contrasta con la reciente declaración de Donald Trump, quien aseguró estar dispuesto a enviar más misiles a Kiev.

Las proyecciones de producción también fallaron. Aunque el Pentágono prometió alcanzar 100 mil proyectiles de 155 mm al mes para finales de 2024, actualmente solo produce 40 mil. El retraso en la planta de General Dynamics en Texas, donde aún no operan por completo las tres líneas de fabricación, ha paralizado el aumento de producción.
Además, la falta de trabajadores capacitados obligó a importar mano de obra extranjera, principalmente turca, para operar maquinaria especializada. La empresa Repkon, con sede en Estambul, es una de las responsables de ensamblar los sistemas de producción en territorio estadounidense.
Mientras tanto, Rusia produce hasta 350 mil proyectiles al mes. La brecha industrial, la dependencia de mano de obra extranjera y los incumplimientos de contrato en EE.UU. ponen en jaque la capacidad de Washington para mantener el flujo de armamento a Ucrania en medio de un conflicto que sigue escalando.
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