EL ÉXITO DETRÁS DE SEMBRANDO VIDA

Opinión de Fabiola Gutiérrez

“Aunque tengamos más perdidas que ganancias, vamos a cosechar nuestra tierra porque lo hacemos por amor al campo”

-Sembradores, agricultores, campesinos. 

Quizá la mejor forma de comenzar este artículo es exponiendo el peor daño causado por el neoliberalismo al pueblo de México, especialmente, a los pueblos originarios de México; el cual fue el brutal abandono al campo, resultado de la degradación de nuestra cultura milenaria, misma que estaba profundamente arraigada al cuidado de la madre tierra… 

Consistió en la continuación y profundización de un despojo sistemático y milenario; en la discriminación, en el maltrato a la naturaleza, en ese arrebate a la sonrisa de un pueblo que años atrás sufrió, por parte del invasor, una gran división y confusión con tal sangriento asedio, fue el borrar de los corazones de las y los herederos de tan semejantes culturas los valores milenarios que eran nuestra mayor posesión… 

Una destrucción que continuó hasta nuestros días con el reflejo del abandono al campo que nos dejó el neoliberalismo, en donde se dejaron de un lado las semillas, granos producidos por nuestra nación. Fue eso, y fue también, el arrebato de las manos campesinas de nuestro país, nuestra soberanía y autosuficiencia alimentaria, a cambio de una miseria: la importación. En aquel entonces, la irresponsabilidad junto con la hipocresía brotaba por todas partes en las esferas del poder, quienes dieron el control de nuestra seguridad nacional a las elites más mezquinas que no se sensibilizan, ante la nada de opulencia y todo de pobreza que van dejando a su paso.

Con tal de semejante propósito, se llevaron a cabo acciones que van desde la disolución del ejido haciendo modificaciones al artículo 27 y 28 constitucional hasta la privatización de FETIMEX. Y que resultó en una masiva y dolosa migración y en el deterioro al medio ambiente. Los agricultores, campesinos, sembradores tenían más perdidas que ganancias, pero, aun así, lo seguían haciendo por amor al campo. De ahí viene el éxito de Sembrando Vida y de su demanda de expansión. 20 décadas, a palabras de López Zepeda, directora ejecutiva de la ANEC, tomaría restaurar el campo mexicano. Sin olvidarnos que “formalmente” fueron 35 constantes años de destrucción al campo.

Sembrando Vida atiende uno de los problemas más graves y profundos que afecta directamente a la dignidad y democracia del pueblo de México, beneficiando a 442, 690 en 20 estados de la República. Y que es también aplicado fuera de México, en beneficio del medio ambiente y de la migración de Centroamérica. 

Sembrando Vida va dirigido a la población rural, sin intermediarios; es un programa que incentiva la autosuficiencia alimentaria, y que es el proyecto más grande de reforestación en el mundo. Que recupera los valores que mantiene unido a México durante los peores momentos.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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