La mayoría de la población identifica a grupos de choque detrás de la violencia del 15 de noviembre y no percibe represión por parte del gobierno de Claudia Sheinbaum.
Una encuesta nacional de De las Heras reveló que el 62% de las y los mexicanos cree que los manifestantes que protagonizaron actos violentos en la marcha de la llamada “Generación Z” fueron pagados para provocar disturbios.
Respecto al inicio de los ataques, el 51% de los encuestados responsabilizó a los manifestantes, el 21% a la policía y el 28% dijo desconocerlo. Los enfrentamientos del 15 de noviembre dejaron 18 detenidos, de los cuales 3 están siendo procesados y 5 enfrentan prisión preventiva por delitos que van de lesiones hasta tentativa de homicidio. Entre los policías lesionados, 5 permanecen hospitalizados, mientras que un primer balance reportó 100 elementos heridos, 40 de ellos hospitalizados inicialmente.
La encuesta también mostró que un 39% calificó la actuación policial como justa, un 28% como excesiva y un 15% como débil, mientras que el 18% dijo no saber. Además, 78% de los encuestados estaba al tanto de las marchas, tanto en la Ciudad de México como en otras ciudades nacionales y extranjeras.

Un tercio de los participantes (33%) vinculó la marcha con la oposición de derecha, particularmente con la Marea Rosa, mientras que el 36% dijo no saber quién la organizó. A pesar de la existencia de cuentas en redes sociales que convocan al movimiento, no hay líderes claros, y los personajes asociados están vinculados con el PRIAN y la Marea Rosa.
Finalmente, 53% de los encuestados considera que el gobierno de Claudia Sheinbaum no reprime la libertad de expresión, frente a un 38% que opina lo contrario.
La segunda manifestación de “Gen Z 2.0”, convocada el 20 de noviembre, fracasó: en El Ángel de la Independencia y en Ciudad Universitaria apenas se reunieron unas decenas de personas, sin la presencia de PAN ni Marea Rosa, contrastando con la movilización violenta del 15N.

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