El resultado que arrojaron las elecciones el día de hoy nos muestra un panorama contrastante dentro del Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA.
La disputa por el control dentro del partido se percibe intestina y al parecer no entienden el objetivo principal del partido creado por nuestro presidente, tal vez simplemente buscan el control de poder o infiltrar el movimiento para romper desde dentro como hicieron con el PRD.
Mientras que en el Estado de México se refleja la influencia de nuestro presidente, así como el compromiso de muchos que durante décadas hemos participado en la lucha social en contra del antiguo sistema conocido como la dictadura perfecta. En contraste, en el estado de Coahuila no se termina de cimentar el proyecto de la Cuarta Transformación.
Es una realidad que las diferencias que existen entre los grupos dentro del partido creado por nuestro presidente, no han tenido la capacidad para entender los principios básicos que los ha llevado a gobernar en la mayoría de los Estados. No les cae el “veinte” de que ya se está en el poder, que se necesita fortalecer el movimiento y sobre todo el proyecto de nuestro presidente López Obrador, que ha demostrado con evidencias claras, cuál debe ser el rumbo que más conviene al país.
La dirigencia en morena debe dar una explicación, porque no es la primera vez que se “equivocan”, si entrecomillado. Porque más bien pareciera que se han dejado infiltrar o lo hacen de manera intencionada.La negociación, la simulación y los acuerdos en lo oscurito es una práctica política arraigada en la estrategia política.
Todavía escucho en algunos militantes, líderes y dirigentes del partido morena la justificación de que eso es hacer política y que hay que enlodarse para lograr espacios, puestos de gobierno, cargos en la dirigencia y candidaturas.
Ésta ha sido la causa de que muchos luchadores sociales, de gente muy valiosa, trabajadora, entregada, pero sobre todo honesta, se nieguen a ceder con tal de lograr colarse en las negociaciones y los beneficios de estar con el nuevo poder llamado MORENA… Esto le quita al movimiento la oportunidad de integrar ideas nuevas, pero sobre todo alimentarse con personas honestas. Sobre esto se ha referido en varias ocasiones el presidente en su conferencia mañanera cuando habla de evitar la infiltración, el arribismo, el amiguismo, lambisconería pero también llama a denunciar estás prácticas que tanto dañan a su partido, al movimiento y que lesiona también a la sociedad que al darse cuenta de estas prácticas se decepciona, duda o se convence de que en realidad todos son iguales. Porque es evidente que muchos dirigentes y servidores públicos lo son.
¿Quién hace más daño? La respuesta la da el mismo Andrés Manuel cuando menciona que los cínicos opositores simplemente externan sus intenciones, mientras que los independientes, los infiltrados son los que más dañan al proyecto, como en el caso de Lilly Téllez o Germán Martínez.
Aunque los resultados fueron favorables en el estado de México gracias a los ciudadanos que no se dejaron amedrentar e hicieron un gran trabajo. En contraste en Coahuila pudo más la negociación en lo oscurito, la irresponsabilidad, la incapacidad o la traición dentro del movimiento… solo ellos, los “responsables” lo saben.
La dirigencia en Morena se va a colgar del triunfo de la maestra Delfina y es de suma importancia expresar los beneficios que se perciben para los mexiquenses, ya nos tocaba vencer de manera contundente al grupo Atraco-mucho para que no hubiera dudas, pero también nos debe una honesta explicación del mal trabajo que hicieron en Coahuila.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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