Para todo aquel que esté mínimamente en contacto con el quehacer político nacional y el devenir de los derroteros del Estado Mexicano, es claro que el proceso de sucesión presidencial –que culminará con el relevo de Andrés Manuel López Obrador– comenzó hace varios meses. Lo que puede no ser tan claro, en especial para aquellos sujetos ideologizados que no ven que no ven, es que dicho proceso es la evidencia clara de que Andrés Manuel piensa perpetuarse en el poder, entronarse en la silla presidencial y jamás abandonarla. ¿Qué otra interpretación puede darse al hecho de definir las reglas del proceso de selección de candidato de Morena para la presidencia? ¿Para qué más orquestar a los candidatos –bautizados como corcholatas– en aras de garantizar que la sucesión, que no habrá de ser sucesión, no genere rupturas al interior de su movimiento? ¿Si verdaderamente pensara retirarse de la vida política se preocuparía por el proceso electoral de 2024?
Ninguna, para perpetuarse, y desde luego que no… no hay otra posible respuesta a las preguntas anteriores. Si Morena está buscando candidato para 2024 es porque López Obrador y Morena han decidido que el único candidato posible es el actual presidente de la República, nadie más.
Por favor, no vengan con argumentos que intenten convencernos de que AMLO es un demócrata y que por ello está buscando un proceso bien llevado y controlado de definición de candidaturas y estrategia al interior de Morena, no insistan en que está jugando el papel que debe jugar quien antepone el movimiento a las individualidades (él incluido) ¿Qué evidencia tienen para sostener eso? ¿Les parece que alguien que define que la gente será quien decida al futuro candidato es alguien que va a dejar la decisión en la gente? ¿En verdad creen que establecer que el segundo lugar en la encuesta, para definir quién será el coordinador de defensa de la 4T, debe ser el líder de la bancada de Morena en el Senado, que el tercer lugar el líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados y que el tercer lugar formar parte del gabinete del próximo gobierno, es un acto que busca garantizar la continuidad del movimiento? ¿Qué tiene de democrático hacer eso? Democrático es hacer lo que está haciendo la oposición: perder procesos electorales y no tener un solo candidato que valga la pena.
¡Abran los ojos! ¡Escuchen a los iluminados que causalmente se han refugiado en las madrigueras más oscuras de los más oscuros intereses de la oposición! ¡Entreguen sus voluntades a quienes saben que ustedes no saben lo que es mejor para ustedes! En el mejor de los casos, si López Obrador se va, es para seguir mandando desde donde quiera que esté, “cuando se instaura un sistema de izquierda radical en una nación no hay vuelta atrás”, a diferencia de los sistemas de derecha –siempre reaccionarios– que juegan con la ilusión democrática de la alternancia y los golpes de timón que garantizan que todo se mantenga en su sitio, la izquierda busca transformar las condiciones existentes y definir proyectos transexenales.
Todo lo que el actual gobierno hace y deja de hacer, obedece a esa lógica perversa de mantenerse en el gobierno. Si no se han dado cuenta, basta con que se fijen como desde su origen Morena buscó darse de alta ante el INE, participar en todas las elecciones en las que les fue posible, presentar candidatos, hacer propuestas, convencer a la ciudadanía y conseguir sus votos ¡Cuanta perversión! Morena no es otra cosa que un partido político en búsqueda de conquistar el poder, y ahora que lo ha conquistado, no pieza relajar su estrategia y abandonarlo, seguirá participando en las elecciones y luchando para ganarlas. Ojalá todos nuestros gobiernos fueran como el de Peña Nieto, ese prócer de la libertad, la democracia y la mediocridad absoluta, y se retiraran después de su mandato a disfrutar los frutos de sus robos en lugar de insistir en transformar al país. Lamentablemente no es así, Andrés Manuel ayuda a la gente para garantizar que la gente apoye su proyecto de transformación ¿De verdad es tan fácil engañar a los mexicanos? ¿De verdad es suficiente con buscar la mejora de sus condiciones de vida para que ellos defiendan un proyecto político?
Entrados en gastos
Si el electorado está dispuesto a sacrificar el derecho a la libre acumulación de riqueza, explotación y plusvalía que la noble clase privilegiada mexicana ha ejercido desde tiempos inmemoriales con tanta sabiduría y en beneficio exclusivo de ellos mismos, en nombre de una transformación que no busca otra cosa que combatir la desigualdad en nuestro país, no debería sorprendernos que el avasallamiento que están sufriendo los Poderes Legislativo y Judicial, culminen en su transformación para que contribuyan a la consolidación del proyecto de transformación que empuja la CuatroTe. Entonces sí, olvídense de que nuestra clase privilegiada pueda conservar sus privilegios. Pero no vengan en 2024 a decir que no se les advirtió, nuestros comentócratas llevan advirtiéndolo desde hace mucho tiempo, llevan advirtiéndolo desde antes de que Andrés Manuel fuera presidente, no importa cuantos compromisos firme ante notario para no reelegirse, lo único que esos compromisos demuestran es que busca relegirse, la evidencia resulta evidente para el que quiere verla.
- Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Dar las gracias no es suficiente.
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