Delfina y la gran derrota del PRI, PAN y PRD

El domingo 4 de junio de 2023 el pueblo organizado del Estado de México libró con firmeza y convicciones la batalla maestra, logrando un triunfo inobjetable para terminar con un siglo de cacicazgo priista, en un resultado electoral que tiene repercusiones nacionales, históricas y épicas, y que amplía con contundencia las posibilidades de la continuidad y profundización de la Cuarta Transformación en 2024.

El 4 de junio el movimiento obradorista derrotó ese insípido amasijo de ambiciosos vulgares, “políticos profesionales” y grupos de poder manipulados y financiados por personajes como Claudio X. González -el fracasado arquitecto de esa alianza deslavada ideológicamente y unida solo por el pragmatismo ramplón-, denominada “Va por el Estado de México” que agrupó al PRI, PAN y el PRD, y que bueno que iban juntos, pues ¡ni así estuvo parejo!

La ventaja de la coalición Juntos Hacemos Historia integrada por Morena, PVEM y PT les sacó más de 8 puntos a los montoneros del neoliberalismo, que quedaron sin mascaras aún más exhibidos.

La maestra Delfina Gómez, una profesora que viene luchando desde abajo, de origen humilde se ha convertido en un fenómeno político y social que enarboló con eficacia las expectativas de cambio, de un pueblo lastimado por décadas de abusos y agraviado por el saqueo continuó del priismo; en las cuestionadas elecciones de 2017 Delfina obtuvo oficialmente el 30.78% de la votación con un millón 871 mil 542 votos, en la reciente jornada ha logrado el 52.65% con ¡tres millones 272 mil 106 votos!

La del Estado de México es una victoria histórica de mujeres y hombres libres que este 2023 se organizaron con principios y eficacia, y que nos remite a una larga experiencia popular de movimientos, luchas, y resistencias de colectivos, organizaciones y militantes por la democracia y la justicia.

Pero este parteaguas para la izquierda debemos tener más presente los largos años de la resistencia del obradorismo en la década de los noventa, cuando Andrés Manuel López Obrador fue testigo junto con el Ing. Heberto Castillo de la lamentable represión al pueblo de Tejupilco. El 12 de diciembre de 1990, simpatizantes del entonces PRD fueron baleados por policías cuando se manifestaban contra un fraude en la elección por la Alcaldía. Tres personas perdieron la vida. En la plaza municipal de Tejupilco, tras los comicios del 11 de noviembre, los perredistas se manifestaban contra la imposición del priista Mario Gabino Ugarte, Allí mismo López Obrador acompañó a Heberto Castillo, fundador del recién nacido sol azteca, a denunciar el robo de la elección.

Dicen los testimonios que “era el Día de la Virgen de Guadalupe, de pronto hubo gritos, y junto a Heberto estalló una bomba de gas lacrimógeno. Después, abajo, entre la gente, entre la humareda irritante, se oyeron los disparos…”

Cómo sucedió en Tejupilco, durante décadas oscuras para los mexiquenses hubo tristes y condenables episodios de violencia de Estado perpetrada por gobiernos priistas, autoridades cómplices y grupos de choque contra toda disidencia que pusiera en riesgo la continuidad del priismo en el poder. Ese mecanismo de control por medio de la coerción se complementó con el ofensivo tráfico de la pobreza de las mayorías asentadas en la periferia de la capital, por medio de dádivas en sucesivos programas focalizados y clientelares, que fueron la fachada perfecta para desviar recursos públicos para comprar lealtades.

El más reciente ejemplo corresponde al Salario Rosa dirigido a las cabezas de familia, pero que solo aplicaba temporalmente para seguir condicionando su pago.Cuantiosos recursos públicos, amagos de violencia y chantaje a los más pobres fueron una vez más la estrategia que implementaron desde el gobierno en Toluca para una elección de Estado; y no como ahora pretenden pontificar los comentócratas, demeritando la conciencia del pueblo mexiquense que permitió el triunfo de la izquierda.

Cuando la cúpula del PRD decidió renunciar a sus principios dio la espalda a ese mismo pueblo y a la memoria de sus luchas. En 2017 el PRD tuvo con Juan Zepeda 1 millón 084 mil 571 votos, en esta jornada de 2023 se ha vuelto una fuerza testimonial, anclada en la cola del PRIAN obteniendo solo 183 mil votos.

Porque los pueblos tienen memoria y solo ellos se pueden salvarse a sí mismos. Con una digna maestra como gobernadora, se abre un nuevo tiempo para el Estado de México.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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