En la reciente elección donde la doctora Claudia Sheinbaum obtiene prácticamente la mayoría calificada en ambas cámaras mediante la alianza Juntos Hacemos Historia, se refleja la respuesta del pueblo al llamado del presidente Andrés Manuel López Obrador en torno a la Reformas Constitucionales que fueron negadas por el bloque opositor, para así cumplir con el plan C como última alternativa propuesta por nuestro presidente, que en su momento género incredulidad y burlas entre los grupos de “analistas” opositores.
Con este resultado histórico, el pueblo da su aval para que el proyecto de la Cuarta Transformación tenga continuidad a través de la administración de la primera presidenta en nuestra historia.
En este sentido, la respuesta por parte de los grupos opositores, medios de manipulación, intelectuales orgánicos, y alguno que otro fanático libertario ha sido por lo menos agresiva y por supuesto llena de mentiras como parte formativa de la ideología neoliberal. Al parecer no han entendido que la tolerancia al cambio es parte fundamental de la convivencia social, no aceptan que en nuestro país existe una diversidad cultural llena de riqueza inigualable, dónde el respeto y el apoyo mutuo forman parte de nuestra idiosincrasia.
Es indudable que la Oligarquía en México buscará por todos los medios a su alcance contrarrestar la debacle en la que está inmersa la alianza opositora y seguirá lanzando ataques a la nueva administración, con la intención de restarle fortaleza a la Doctora Sheinbaum, primera presidenta de nuestro país y la más votada en la historia. También sabemos que tratarán de desvirtuar la decisión tomada por 36 millones de mexicanos que de manera directa votamos en favor de realizar los cambios pertinentes para lograr las Reformas Constitucionales que acaben de una vez por todas con los abusos del poder judicial que han provocado impunidad, injusticia e injerencia en torno a la toma de desiciones en el poder legislativo.
El pueblo ya decidió, los foros informativos y de debate donde se discuten los lineamientos, propuestas, consensos… Solo deben de servir para tomar en cuenta las mejores opciones que ayuden a un óptimo aprovechamiento de los recursos materiales y humanos dentro del proyecto de elección de jueces, magistrados y ministros, junto con los cambios necesarios para lograr una impartición de justicia verdadera.
No hace falta más que tomar la mejor decisión para que el nuevo poder judicial sea también un verdadero poder más, emanado del pueblo.
La Reforma Judicial es inminente, el pueblo ya dio el respaldo a sus representantes, la Presidenta electa cuenta con el apoyo suficiente, los opositores solo son un sector minoritario en contra, que protegen los privilegios de la Oligarquía a la que sirven. La decisión está tomada, la justicia debe ser el máximo rector en el nuevo poder judicial.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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