Al igual que en su gira por la unión americana y como se le ha hecho costumbre estar durante esta precampaña o intercampaña o como quiera llamársele, ahora la precandidata de la oposición viajó a España donde sus eventos fueron a puerta cerrada, sin pueblo, sin la gente que tanto dice que la apoya, con controles de seguridad de entrada y sin abrir las puertas a los connacionales mexicanos pero eso sí, como que “casualmente” llegó el expresidente Calderón (el causante, el verdadero causante de la guerra y de la violencia que llega hasta nuestros días y seguiremos arrastrando por todo lo que implicó la absurdez de su decisión), decía, llegó como que casualmente a su “conferencia”.
Ella, como “líder” de la oposición moralmente derrotada, totalmente desquiciada y perramente envilecida, salió con el discurso que ahora traen tanto la oposición como los medios de desinformación: el de “narcopresidente”, un discurso sincronizado y estructurado, sí, nada más el discurso estructurado porque de propuestas, nada nada, nadita de nada. Y así le escuchamos decir: “Veo un México que vive una inseguridad brutal, como nunca, somos el sexenio, es el de más violenta historia, 175, 180 mil asesinatos. Un México donde la extorsión es pan de todos los días, donde las bandas criminales lo mismo extorsionan a comerciantes que transportistas… etc., etc. etc.”
Al escuchar su perorata no puedo dejar de pensar y preguntarme si hablaba del sexenio del Presidente López Obrador o del sexenio del expresidente Genaro García Luna (perdón del expresidente Calderón, Nicolás Sarkozy dixit), donde para legitimarse (este último), lanzó al país a una guerra fratricida (matanzas entre hermanos mexicanos) llena de violencia, de violaciones, de muertes y despedazados, de extorsión, de secuestro, de fosas clandestinas, de pueblos desplazados, de masacres atroces.
Pareciera que para la señora “X” y para toda esa oposición, México era el edén, un verdadero paraíso de la armonía, casi casi el cielo donde todos vivíamos en santa paz. No había ningún tipo de delitos y todos caminábamos por nuestras calles con seguridad, teníamos confianza en nuestras autoridades, no había robos, hurtos, violaciones, asaltos a mano armada, no, ningún tipo de delito y México estaba en el pináculo en seguridad a nivel mundial.
Para la Sra. “X” y para toda la oposición, aún los “medios de información” que no informan y sólo mediatizan, pareciera que la violencia que desgarra día a día las entrañas de nuestra nación empezó el 1 de diciembre del 2018, nada había, nada sucedía, nada atroz pasaba antes de ese día; pero como siempre ocurre, la historia, la infalible historia que nos guarda todo, aparece para refrescarnos la mente y los recuerdos, y hay recuerdos nítidos y sombríos que miles y miles de mexicanos tienen al recordar lo vivido en los sexenios pasados, y no solo quedaron recuerdos, quedaron experiencias, vivencias… y dolorosas ausencias.
Tal pareciera que la señora “X” nunca se enteró que en México, al arribo del expresidente que llegó “haiga sido como haiga sido”, para legitimar su llegada, inició sin un plan definido y sin una estrategia planeada, una guerra “contra el narcotráfico” donde padecimos y vivimos aquellas infernales jornadas, arrastrando al país a un tobogán de violencia donde amanecíamos un día sí y otro también con colgados en los puentes, con descabezados, descuartizados, con enfrentamientos, con extorsiones, con secuestrados. Ya no recuerda nada de aquella asquerosidad de secuestros de alto impacto que resonaban, esos sí, por todo el mundo, ya no recuerda los perseguidos por no estar de acuerdo con esos gobiernos represores, ya no recuerda precisamente las represiones, ni tampoco las matanzas como aquella que se dio en Villas de Salvarcar donde su ídolo Calderón, instaurando su política de terror, criminalizaba a los jóvenes masacrados, jóvenes que eran estudiantes, deportistas y que, precisamente en aquellas masacres como la mencionada, él los llamaba a priori: delincuentes.
Y pues cómo se iba a enterar (o hace como que no se enteró) si, dada la magnitud de los números y el incremento de la violencia, ahora sabemos que por órdenes del gobierno de Felipe Calderón y su entonces Secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna (ahora ya juzgado de los cinco delitos de los que se le acusó en los Estados Unidos y sólo a la espera de sentencia) mandó a callar a todos los medios de “información” que gustosos firmaron el pacto del silencio quesque para que el mundo no supiera las atrocidades que estaban sucediendo en nuestro lastimado, lacerado, herido México.
Por eso, cuando la Sra. “X” continúa mencionando lo de narcopresidente y difundiendo que todo va mal en México además de solicitar la intervención de gobiernos extranjeros en los destinos de nuestro país, es obligatorio preguntarnos…
¿De qué sexenio o de qué presidente hablan?
Disgregando
1.-
En el magnicidio del 23 de marzo de 1994 les convenía la narrativa de un solo tirador. Abrir la cloaca y mostrarle a la nación (documentos mostrados en la conferencia matutina del presidente), que en realidad fueron 2 los puso nerviosos, muy nerviosos porque se reafirma la narrativa del complot. Un complot en el que están metidos muchos, ¿Quiénes? He ahí la pregunta, porque también salió a la luz que dentro de esa maraña, quien fue a recuperar y liberar al segundo “presunto” tirador en aquellos aciagos días, fue nada más y nada menos el que fungía como Subsecretario del entonces existente CISEN y que al transcurrir del tiempo se convertiría en el Secretario de Seguridad Pública durante el calderonato, ahora preso resultado del juicio donde lo encontraron culpable de los cinco delitos imputados. De ahí los 3 artículos en nado sincronizado con el tema del n4rc0presidente y desviar la atención de los verdaderos coludidos con el narco.
2.-
El título del artículo donde dan la narrativa del n4rc0presidente debió llamarse: “Sí, la DEA lo investigó, rebuscó, recontrabuscó y no encontró nada, caso cerrado”. Ya lo dijo el principal periodista (por cierto laureado con 2 premios de renombre) que nunca afirmó, sólo preguntó pero dejó al aire la duda sin tener la certeza, ay ajá. La prensa mexicana se dio un verdadero festín, un revuelo de la magnitud de más o menos 170 millones de vistas en las redes sociales donde la tendencia fue a nivel mundial.
Quisieron exprimir el tema, manejar la narrativa, sembrar la insidia y fijar en la mente aquella narrativa. ¡Imagínense que hubieran tenido esta información en el 2006 o en el 2012, o en el 2018! ¡Ahí sí que ni llega López Obrador a la presidencia! Lo hubieran acabado, finiquitado, matado políticamente hablando.
Tantos años investigándolo, todas las dependencias gubernamentales y sus aparatos de “inteligencia”, o mejor dicho sus aparatos de vigilancia lo espiaban a él, a su familia, a sus amigos, a sus contactos, hasta a su mamá Doña Manuela que le grababan hasta los rosarios que se aventaba y ahora resulta que tienen pero no tienen grabaciones, tienen pero no tienen documentos, tienen pero no tienen testimonios, tienen pero no tienen llamadas grabadas haciendo los tratos…pues ¡que muestren lo que tienen! Ya lo dijo el presidente, “si muestran una sola grabación, yo renunció a la presidencia”. Ahí está la palabra puesta.
Ahora sabemos que el susodicho “flamante periodista” era íntimo amigo de Salinas de Gortari, bueno hasta corría con él cuando estuvo aquí en México. ¡Vaya datos que da el presidente en las conferencias matutinas!
3.-
Salió a la venta el libro del presidente. Él había adelantado el dato en una de sus conferencias y platicó una anécdota que nos escribió a los lectores que lo adquiriéramos, de cómo quisieron bajar a los dos contendientes del oficialismo de ese entonces (Anaya del PAN y Meade del PRI) en el proceso electoral del 2018 y dio a conocer el nombre del tercero en discordia (¡Carlos Slim!), pero no nos había preparado para el mejor dato, la mejor revelación; la oligarquía, una vez que vieron que en las encuestas Andrés Manuel venía imparable, quisieron poner a un contendiente a modo y para eso escogieron a un comediante para ocupar la máxima magistratura. ¡Un co-me-dian-te! Con tal de no dejar llegar al hoy presidente López Obrador.
Andaban desesperados por poner a alguien que sí jalara gente y sí, escogieron a un comediante pues mmm que sí jalaba gente, pero más importante, que les serviría como títere presidencial (como todos los anteriores) quesque porque él sí salía arriba en las encuestas y podría arrancarle la presidencia al Presidente López Obrador. De ese tamaño las decisiones que pudo haber tomado la oligarquía, con tal de no dejar llegar (por tercera vez) al ahora presidente a la máxima magistratura de la nación. Les digo, no les interesa el país más que para manejarlo a su antojo, saquearlo, desfondarlo, atracarlo…robarlo pues…y volver a tener un títere a su servicio.
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