El 18 de marzo nos congregamos miles de personas en el zócalo capitalino para escuchar el mensaje del Presidente de la República, quien aprovechó el momento no solo para hacer una narrativa histórica o mencionar los logros del Gobierno Federal, hubo entre líneas un mensaje dirigido a quienes desde hace años estamos comprometidos con el proceso de transformación que se ha empujado hasta alcanzar la Presidencia Nacional.
Dentro del mensaje de Andrés Manuel, existen referencias importantes que debemos analizar y accionar con la responsabilidad que tenemos en las filas del movimiento y de nuestro partido, para garantizar la continuidad de la 4ta transformación.
En primera instancia, debemos considerar que solo un partido político de izquierda, resulta ser verdaderamente de izquierda, cuando después de obtener el triunfo determina profundizar la transformación iniciada y no establecerse en un centralismo ramplón con el objetivo de mantener el poder a través de negociaciones con personajes obscuros del neoliberalismo y políticos corruptos, que de manera arribista se infiltran en las filas del movimiento.
Permitir que quienes no comulgan con los principios y la vocación de nuestro partido se asuman como candidateables a los cargos de elección popular o peor aún que triunfen a causa del movimiento, es cometer traición al pueblo mexicano.
En otras palabras, parafraseando la consigna contra la invasión francesa, podemos decir, que no hay término medio entre ser mexicanos y con principios o traidores y ambiciosos.
Como bien decía el presidente en el mensaje por el 217 aniversario de Benito Juárez.
“La estrategia política Juarista consistió en despertar la ambición de los propietarios privados que se cambiaron de partido, de bando y se convirtieron en liberales por el interés de quedarse con las grandes extensiones de tierra acaparadas por el clero, así con esa estrategia al ponerse al mercado las tierras del clero se despertó la ambición de propietarios particulares que se convirtieron en liberales. Esto ayudo mucho a la causa de la reforma, así se consumó el milagro del triunfo de la Reforma… se trató de una excepcional hazaña vencer a un Goliat a un poderoso y omnímodo adversario”.
Sin embargo, a raíz del conocimiento histórico de este proceso, por ningún motivo debemos equivocarnos y soltar las riendas del movimiento a quienes de manera facciosa se enquistan con la finalidad de saciar sus ambiciones, intereses privados o de grupo.
Como decía Marx en su reflexión del 18 brumario “La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa” aquellos ambiciosos de entonces, son similares a los ambiciosos de la época Cardenista y hoy como arribistas en MORENA.
Tan es así que los avances juaristas, las propuestas democráticas maderistas y revolucionarias y el sistema de un gobierno cercano a la gente con el General Cárdenas se fueron disipando en cada uno de los procesos, por quienes se asumieron posteriormente como protagonistas de la continuidad, de los grandes proyectos de nación y desactivaron la posibilidad de profundizar en las transformaciones nacionales.
Hoy nos encontramos ante ese gran paradigma nuevamente, pues al concluir el gobierno de nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador crece la incertidumbre de reconocer en alguna de las propuestas si se profundizará en el camino de la transformación, justo en esto radica el mensaje del 85 aniversario de la expropiación petrolera y el 217 aniversario del natalicio de Benito Juárez. Y aunque Andrés Manuel menciona que: “No hay nada que temer”, si hace énfasis en la necesidad de continuar el proceso de la revolución de las conciencias desde la concepción de la lucha contra la corrupción y de la mano del humanismo mexicano dejando en claro, que ser de izquierda siempre es hacer el bien a los demás, con la cercanía necesaria para conocer las grandes problemáticas de nuestro pueblo.
“Eso sí, tenemos que mantenernos unidos, mirando siempre hacia el porvenir y la felicidad de nuestros semejantes; trabajando desde abajo y con la gente y sin descuidar la estrategia que llamamos acertadamente la revolución de las conciencias para continuar avanzando en el cambio de mentalidad, para seguir politizando a nuestro pueblo”.
Conocer a profundidad a los funcionarios públicos como señalaba el General Lázaro Cárdenas para no cometer los errores del pasado.
“Acabar con las miserias que sufren las gentes está por encima de todos los intereses… [y sostenía] viviendo junto a las necesidades y angustias del pueblo, se encontrará con facilidad el camino para remediarlas… Aunque también confesaba con sabias y tristes palabras que había …podido conocer el verdadero fondo moral de muchos servidores públicos, al observar en sus semblantes el disgusto que les causa la demanda de auxilio o de justicia de las gentes pobres. Entonces pienso más, [se lamentaba] en la tragedia interminable de nuestro propio pueblo.”
Desde este principio básico, podemos conocer con toda claridad quienes son las propuestas de nuestro movimiento a ocupar encargos de elección popular que se han mantenido firmes en la cercanía y conocimiento de nuestros pueblos.
No olvidar la carta de Juárez dirigida a Maximiliano. “Ante traiciones, vacilaciones o propuestas de negociaciones indecorosas” que, entre otras cosas cerrará diciendo:
“Hay una cosa que esta afuera del alcance de la perversidad y ese es el fallo tremendo de la historia, ella nos juzgará”
En la concepción del noble oficio de la política, el presidente hace referencia a que más allá del pensamiento racional para ejercerla se construye con la mística, en otra palabras la espiritualidad, la contemplación los sentimientos y la genialidad de los dirigentes, pero sumamente importante los sentimientos del pueblo y los principios. “…lo principal para ejercer el oficio político es el amor al pueblo, además de ser un auténtico humanista y de poseer otras virtudes”.
Posteriormente, señala que no debemos olvidar, como en todos los procesos históricos democráticos la derecha se reagrupa y se torna violenta cuando se trata de derechos sociales y que benefician al sector más grande y con mayor necesidad, con lo que nos deja a la reflexión, que la embestida de la derecha, la mentira, la calumnia y la violencia serán mayores desde quienes representan los intereses de los oligarcas para buscar a toda costa impedir la continuidad de la transformación, pero no solo eso sino que intentarán infiltrar las filas del movimiento con la intención de manipular y maicear a dirigentes y militantes para cumplir con su cometido, en otras palabras levantarán la cabeza propuestas con afinidad a las tendencias conservadoras que se mostrarán como idóneos para continuar el camino de la transformación pero, sin representar los intereses genuinos de la cuarta transformación.
El presidente mencionó, que el General Cárdenas cometió un error ante la designación de Ávila Camacho, en lugar de Francisco J. Mujica, quien representaba con mayor certeza de continuidad el profundizar la transformación. “A partir de entonces, se empezó a abandonarse el auténtico ideal revolucionario y las acciones en beneficio del pueblo… luego del gobierno del presidente Cárdenas se instauró la paz de las componendas y de la corrupción”.
¡Esto no debe ni puede volver a pasar! No hay que olvidar el señalamiento que hace la revista Historia Mexicana que edita el Colegio de México (2013), “el PRI que gobernó México durante la segunda mitad del siglo XX fue más producto de una derrota presidencial que del triunfo de un proyecto hegemónico.”
Sin embargo, queda de manifiesto que es solo a través del poder del pueblo de la organización ciudadana de la revolución de las conciencias y de la unidad nacional que puede optarse por darle continuidad a la transformación con un cambio verdadero y profundizar los grandes avances del gobierno obradorista, para enfrentar los embates de los conservadores, sus medios de comunicación y sus políticos infiltrados en las filas de nuestro movimiento se debe apelar a las mayorías organizadas.
Finalmente, Andrés Manuel en un mensaje contundente y que me obliga a pensar que las decisiones se están tomando menciona.
“…Por eso, hoy de nuevo manifestamos, exclamamos a los cuatro vientos: nada de zigzaguear, sigamos anclados en nuestros principios, reafirmemos la decisión y el rumbo que hemos tomado desde que inició el gobierno. No a las medias tintas. No aceptaremos nunca que en México se imponga una minoría a costa de la humillación y el empobrecimiento de las mayorías. Está asegurada la continuidad con cambio”.
A interpretación podría señalar, que las alianzas estratégicas con los conservadores que después se pintaron de liberales están concluidas, que han servido a la causa de la transformación y han sido pagadas sus vulgares ambiciones y que ante el momento coyuntural de dar continuidad a la transformación con una derecha disminuida y que moralmente es imposible que triunfe, no cabe lugar a negociaciones que comprometan la 4ta transformación.
Personajes políticos o en la totalidad de sus letras aspirantes o propuestas que pacten con mañosos, tramposos y arribistas no tienen cabida, solo quienes representan de manera legitima el movimiento, que conservan la dignidad y los principios como estandartes máximos de su actuar público, tienen la posibilidad de ser continuadores de la transformación, no hay lugar a medias tintas la transformación es radical y los cochupos de muchos que se frotan las manos bajo el manejo de las viejas prácticas y que incluso buscan torcer programas sociales para sus fines privados ya han sido detectados por el Presidente y por este pueblo mexicano que está más politizado que hace 85 años, cuando el General Cárdenas exclamaba que conocía a los funcionarios públicos que simuladores de la búsqueda del bienestar social despreciaban al pobre y oprimido.
Y entonces, ante estas reflexiones movidos por el corazón, el misticismo, por las acciones, la entrega, la cercanía al pueblo y por el compromiso con los principios e ideales, más allá de lo que meramente es la toma de decisiones lineal política, ¡Sí hay propuesta! Para la Presidencia de la República y para la Ciudad de México.
Quienes no se han allegado a delincuentes de cuello blanco o mejor aún, los mantienen al margen de los procesos venideros son quienes representan la continuidad profunda de la 4ta transformación y con estos argumentos no me queda duda que ambas son mujeres, feministas, luchadoras sociales y gobernantes entregadas en alma al movimiento y al pueblo mexicano.
Un parámetro que permite no equivocarnos esta basado en el reconocimiento de la legitimidad y la dignidad, motores fundamentales desde los orígenes del movimiento, así como de los principios, como decía Juárez “sin principios los hombres [y las mujeres] dedicados a la política a lo público, sin principios no son nada”.
Tener fe en el pueblo significa, evitar los acuerdos en lo obscurito para negociar con los oligarcas, dejar a un lado los reflectores de la mafia que son utilizados para denostar al movimiento o bien las promesas de cargos a quienes movilizan grandes grupos de gente por medio de la compra de conciencias o que, ocupando encargos públicos, de manera facciosa mediante el uso de los programas sociales (desvío de recurso) construyen candidaturas que penden del hilo de la corrupción.
Así que la ruta esta marcada, revolucionemos las conciencias profundicemos la transformación, trabajemos sobre la unidad y confiemos en aquellos dirigentes que no han resbalado ante las costumbres de la política rancia y mafiosa.
Con ambos mensajes, el Presidente tiene un juicio preciso de los relevos en la presidencia y en la Jefatura de la Ciudad de México.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.