La reelección de Alejandro “Alito” Moreno como dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha sufrido un duro revés. Este jueves, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) invalidó las reformas a los estatutos del partido que permitían la permanencia de Moreno al frente de la dirigencia por otros cuatro años, e incluso abrirle la posibilidad de mantenerse en el cargo hasta 2032. La votación fue aprobada por mayoría de siete votos a favor y cuatro en contra.
El INE determinó que las reformas realizadas por el PRI durante su Asamblea Nacional del 7 de julio violaron el artículo 34 de la Ley General de Partidos Políticos, que prohíbe a los partidos modificar sus documentos básicos durante un proceso electoral. En este caso, el proceso electoral no había finalizado formalmente, ya que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) aún no había calificado la elección presidencial, un acto que marca el cierre de los comicios.
Las reformas, impulsadas por Moreno, eliminaban los candados que limitaban su reelección y le permitían aspirar a continuar como líder priista hasta 2028, con posibilidad de extender su mandato hasta 2032. Esta medida generó críticas dentro y fuera del partido, donde varios exdirigentes expresaron su descontento, alegando que la maniobra era un intento de perpetuarse en el poder.
Alito Moreno desafía al INE
Tras la resolución, Moreno reaccionó de inmediato en redes sociales, rechazando el fallo del INE y asegurando que las modificaciones a los estatutos fueron legítimas. “Estoy enterado de la resolución del INE sobre las modificaciones aprobadas legítimamente por nuestra Asamblea Nacional. Si bien respetamos la decisión, no la compartimos”, declaró el dirigente priista.
Moreno también anunció que impugnará la decisión ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), donde espera que se revoque la decisión del INE. Según él, existen precedentes que avalan la legalidad de las decisiones internas del partido y confía en que el Tribunal resolverá a su favor.
Una elección interna polémica
La reelección de Alito Moreno como dirigente del PRI, que tuvo lugar el pasado 11 de agosto, fue una situación inédita en los 95 años de historia del partido. Con 440 votos a favor, la fórmula de Moreno y la exdiputada Carolina Viggiano se impuso ante sus opositores Lorena Piñón y Cuauhtémoc Betanzos, quienes obtuvieron solo ocho votos.
Aunque Moreno afirmó que el proceso fue “abierto, transparente, incluyente y competitivo”, las reformas que le permitieron postularse para otro periodo y extender su mandato han generado descontento dentro del partido. Exdirigentes priistas han impugnado el proceso, alegando que la modificación estatutaria ensució la contienda y que no reflejaba la voluntad de todos los sectores del partido.
El futuro del PRI en manos del TEPJF
Aunque el INE ha invalidado las reformas que facilitaban la reelección de Alito Moreno, la decisión final sobre su continuidad en la dirigencia recaerá en el TEPJF. Este fallo será clave para definir no solo el futuro de Moreno, sino también el rumbo que tomará el PRI en los próximos años, en un contexto político en el que el partido busca recuperar relevancia en la escena nacional.
Moreno, quien ha sido una figura polémica desde su llegada al liderazgo priista, sigue enfrentando cuestionamientos internos. El desenlace de este conflicto interno podría marcar un punto de inflexión en la política interna del PRI y en su papel en las elecciones futuras.