A partir del 1 de enero, Bélgica implementará una medida pionera en la Unión Europea al prohibir la venta de vapeadores desechables, argumentando preocupaciones relacionadas con la salud pública y el medio ambiente. Esta decisión sigue la línea de países como México, donde el gobierno del Expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prohibió la comercialización de vapeadores desde mayo de 2022, priorizando la protección de la salud de la población.
El ministro de Sanidad de Bélgica, Frank Vandenbroucke, subrayó que estos dispositivos, conocidos como “cigarrillos electrónicos baratos”, representan una amenaza para la juventud, ya que facilitan el inicio al consumo de nicotina, incrementando el riesgo de adicción. “Los cigarrillos electrónicos desechables son un nuevo producto diseñado, simplemente, para atraer a nuevos consumidores. La nicotina puede provocar adicción. La nicotina es mala para la salud. Esto es un hecho”, enfatizó Vandenbroucke en entrevista.
En México, el gobierno justificó la prohibición por los riesgos para la salud que implican los vapeadores, así como su falta de regulación. Desde entonces, esta medida ha sido destacada como un esfuerzo por prevenir el inicio del consumo de sustancias nocivas, particularmente entre jóvenes, así como por reducir los daños al medio ambiente.
Además de los riesgos sanitarios, el impacto ambiental es un factor clave en la decisión de Bélgica. Estos dispositivos, al ser desechables, contienen plásticos, baterías y circuitos que generan residuos químicos peligrosos. “Crean residuos químicos peligrosos, que se encuentran presentes en lo que la gente desecha”, destacó el ministro, quien señaló que los vapeadores reutilizables podrían ser útiles para ayudar a las personas a dejar de fumar, pero los desechables no cumplen este propósito.
Con esta acción, Bélgica se convierte en el primer país de la UE en tomar una medida de esta naturaleza, liderando la discusión en el bloque. “Pedimos a la Comisión Europea que presente nuevas iniciativas para actualizar y modernizar la legislación sobre el tabaco”, añadió Vandenbroucke, alentando medidas más estrictas en toda la región.
La prohibición ha sido bien recibida incluso por algunos actores del sector comercial. Steven Pomeranc, propietario de la tienda Brussels Vapotheque, expresó su apoyo debido al impacto ambiental de estos productos. “La batería sigue funcionando. Eso es lo terrible, que se puede recargar, pero no hay forma de hacerlo. Así que, puede imaginarse el nivel de contaminación que genera”, explicó.
La medida belga, inspirada en parte por restricciones como las aplicadas en México, refuerza el compromiso internacional por proteger la salud y el medio ambiente frente a los riesgos del consumo de tabaco y sus derivados.
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