En la reciente jornada electoral, donde Morena ganó las gubernaturas de Tamaulipas, Hidalgo, Quintana Roo y Oaxaca, al parecer y de acuerdo a la opinión de muchos ciudadanos, también críticos dentro y fuera del movimiento, ya se ha definido el rumbo que está tomado nuestro país, inclusive a nivel regional después de la presencia de nuestro presidente, aún sin haber asistido.
Es de sobra comentar el gran trabajo que está haciendo, y que se reflejó en el apoyo electoral hacia el partido creado por él. Es impresionante lo que en sólo cuatro años Andrés Manuel López Obrador ha logrado, por supuesto, con el respaldo del pueblo y que sólo los opositores cuestionan.
Hay que entender que a los oligarcas beneficiados del periodo neoliberal les conviene seguir fomentando la formación de un pueblo sumiso e ignorante que puedan seguir manipulando a través de los medios convencionales de comunicación, donde algunos periodistas, sobre todo los que reciben mucha “lana”, los que tienen las mejores pagas por parte de los políticos, empresarios corruptos sin moral y de los grupos delictivos, como se confirma con la información filtrada recientemente por parte de la fiscalía en Estados Unidos en el caso de Genaro García Luna, el socio de Felipe Calderón, donde se vinculan arreglos económicos de algunos “comunicadores” como Loret, Riva Palacio y Gómez Leyva, machuchones de la “información”, cómplices de la mafia neoliberal.
Ahora toca al ciudadano común definir cuál es el camino correcto para lograr integrarse a una sociedad más sana, con mejores perspectivas y con un mejor futuro para nuestros hijos. El empoderamiento del pueblo ya se percibe, y es de suma importancia involucrarnos en todos los ámbitos de convivencia mediante el respeto, la tolerancia y el apoyo mutuo.
Ya es tiempo de demostrar que el pueblo decide quién nos gobierna y administra nuestros recursos. Es tiempo del cambio verdadero, de entender que el pueblo manda, que ya están sentadas las bases del proyecto alternativo de nación.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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