El pasado jueves 28 de noviembre de 2024 se vivió un suceso extraordinario en la alcaldía Xochimilco. Alrededor de las 11:00 horas las principales vías de comunicación fueron cerradas por personas que solicitaban a la alcaldía “justicia por los despidos del personal autogenerado”. Sin brindar más detalle sobre los detalles del problema, el cierre de vialidades ese día no sólo afectó a los automovilistas, también al servicio de Metrobús y Tren ligero. Un puñado de personas entorpeció todas las salidas de la demarcación, lo que pude observar es que no más de diez personas custodiaban los lazos que se amarraron de poste a poste en cada intersección de las avenidas Muyuguarda y Prolongación División del Norte.
Se les llama autogenerados a los “recursos económicos que recupera el gobierno por las cuotas por los servicios que presten y las actividades que realicen” https://www.congresocdmx.gob.mx/media/documentos/23a54522ea8427f3b4dd5b07ec78ef6315852ed1.pdf. Pero también hay una modalidad de contratación donde la alcaldía contrata a personal por tiempos definidos. En este caso el 19 de octubre de 2024 se difundió la noticia de que el periodo que había concluido en septiembre no sería renovado para la mayoría de los prestadores de servicios contratados de esta forma, excepto los talleristas, instructores y profesores https://www.jornada.com.mx/2024/10/19/capital/026n3cap. No hay datos sobre cuántas personas son, cuáles son los puestos que ocupan ni qué funciones desempeñan.
Esa mañana salí a pie de la zona, ya no pude hacer otra cosa para realizar el compromiso al cual llegué tarde a pesar de haber salido con anticipación. En mi caso, pude haber pospuesto la cita, avisar que ya no llegaría o como fue el caso informar del retraso. Pero para personas que tenían que ir a sus trabajos, alguna cita médica o cualquier emergencia posible ¿cuál era la esperanza? No hay que malinterpretar la situación, es lamentable que las personas pierdan sus trabajos, el caso aquí es que necesitamos tener más información sobre los detalles de la situación. Lo que es destacable es la cantidad de veces que hemos sido afectados como ciudadanos en nuestro derecho al libre tránsito y no vemos intensión de las autoridades por resolver esas situaciones.
Las manifestaciones son una parte fundamental de la ciudadanía para hacer eco de circunstancias que nos rebasan y no se encuentra forma de atenderlas. Recuerdo las marchas numerosas que se hicieron en contra de la reforma energética de Enrique Peña Nieto o la del Movimiento Todos Somos Politécnico del 2014, donde acompañé a una de mis sobrinas quien sentía la necesidad de defender los planes de estudio del IPN. Las manifestaciones sobre las mujeres desaparecidas, Ayotzinapa que ahora año con año se reúnen de nuevo para exigir justicia. Sin denostar aquellos cierres viales que se hacen cuando en una colonia faltaba el agua, aún ahí las personas afectadas se colocaban como actores principales y daban su testimonio.
Desde el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador las manifestaciones han cambiado y se han dado fenómenos contrastantes, uno de ellos son la cantidad de personas que ahora pueden cerrar una avenida primaria. Recuerdo a los padres de los niños con cáncer que no tenían medicamentos cerrando el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el mismo modus operandi pocas personas, no más de 20, un lazo que se coloca de extremo a extremo de la avenida y un par de cartulinas con una leyenda https://www.milenio.com/politica/comunidad/terminal-1-aicm-cdmx-papas-ninos-cancer-bloquean-accesos. ¿Saben dónde más he visto esta forma de organización? En los constantes cierres viales que se hacen sobre Eje Central Lázaro Cárdenas; el motivo es múltiple, recuerdo una vez que una joven se perdió y querían que regresara, no había ficha de búsqueda, pero sí lazos que se amarraban en las cuatro esquinas de la intersección con no más de 10 personas que cuidaban que ningún motociclista pasara de un lado a otro.
Considero que, si esto sigue así y no se toman cartas en el asunto, la forma de amagar de unos cuantos no sólo les ayudará a dar respuesta a sus peticiones, sino provocará que esto ocurra con más frecuencia y en el fondo quizá su intención sea molestar a los ciudadanos para formar un marco propagandístico en contra de las autoridades. Los comentarios que vi esa noche en la cuenta oficial de Facebook de la Alcaldía eran de personas que lamentaban mucho los hechos, pero que los condenaban, sobre todo por “secuestrar” dentro de la delegación a la ciudadanía.
De manera concreta la alcaldesa necesita observar de forma muy crítica estas situaciones para evitar que se convierta en una situación recurrente, el uso de la fuerza pública no es sólo un medio de represión, sino tiene que ser una forma de cuidar y preservar la seguridad de los habitantes y la mejor convivencia en la demarcación. Ojalá que se genere un plan de mitigación para esos casos no sólo en Xochimilco, sino en toda la ciudad.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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