Esta mañana, la presidenta Claudia Sheinbaum encabezó la ceremonia conmemorativa del 112 aniversario luctuoso de Francisco I. Madero, en un acto solemne realizado en el Patio de Honor de Palacio Nacional. Acompañada por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, y miembros de su gabinete legal y ampliado, Sheinbaum montó una guardia de honor frente a un cuadro del expresidente, símbolo del ideal democrático que promovió durante su mandato.
En el evento, Felipe Arturo Ávila Espinoza, director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, recordó la traición que llevó al asesinato de Madero el 22 de febrero de 1913. En su discurso, Ávila Espinoza destacó el impacto de la lucha del llamado “Apóstol de la Democracia”, cuyo legado marcó el rumbo de la Revolución Mexicana y la construcción de un país con derechos y libertades.
El historiador subrayó que, a pesar del trágico desenlace de Madero, su proyecto de transformación no se perdió, sino que continuó con una segunda etapa de la Revolución que consolidó las bases de la democracia en México. Además, enfatizó que el México contemporáneo no se podría comprender sin la vida y obra de Madero, quien en 1910 llamó al pueblo a levantarse en armas con la convicción de cambiar el destino de la nación.
Durante la ceremonia, la presidenta Sheinbaum, la secretaria de Cultura, Claudia Estela Curiel de Icaza, y el propio Felipe Arturo Ávila Espinoza, montaron una nueva guardia de honor en memoria de Madero, rindiendo tributo a su lucha y legado democrático.
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