A la memoria de José Agustín, que su obra siga siendo leída.
El pasado 19 de enero, la presentadora Azucena Uresti anunció su salida de Grupo Milenio. “Los ciclos terminan y llegan los momentos de definiciones. Así que, dadas las circunstancias actuales, hoy es mi último día en esta empresa y será la última vez que esté frente al noticiario…”. La salida de Uresti fue aprovechada por un atajo de personajes impresentables para acusar al presidente López Obrador de “ejercer censura” en contra de la presentadora y así defender la libertad de expresión, tales como Max Cortázar, Roberto Madrazo, Raymundo Riva Palacio, Margarita Zavala, el ex presidente Felipe Calderón y la candidata a presidencia por parte del Frente Amplio Opositor Xóchitl Gálvez. Sin embargo, Grupo Milenio respondió a través de un comunicado que a través de un “mutuo acuerdo” se decidió finalizar el ciclo noticiario de valor periodístico, para asumir la conducción de un programa matutino en el cuadrante radiofónico de alcance nacional. En otras palabras, fue una salida consensuada. ¿Existe una censura en el mandato de López Obrador como en sexenios o siglos pasados?
La libertad de expresión es uno de los derechos fundamentales que tenemos como seres humanos para pensar y manifestar nuestras ideas sin interferencia. El periodismo tiene la función social de informar sobre asuntos ilegales, ilegítimos o inmorales que afecte a los sectores sociales, sobre todo en situación de vulnerabilidad. Y sobre todo que el tema de investigación, este libre de intereses y no sea obstaculizado por parte del poder institucional (gubernamental) o fáctico (corporaciones, medios de comunicación, asociaciones civiles, farmacéuticas, crimen organizado o cuello blanco, sindicatos, etc.).
En la década de 1880, la revista El Hijo del Ahuizote, dirigida por el dibujante Daniel Cabrera Rivera, en el que promocionó el ideario liberal en contra del general Porfirio Díaz por medio de la sátira. Esta revista empezó siendo la principal tribuna de la oposición liberal radical en contra del porfiriato y entre 1902 y 1904, se había convertido en el vocero del grupo anarquista rebelde que precipitó el estallido de la Revolución mexicana. Cabrera tuvo una estrecha relación con Ricardo y Enrique Flores Magón y esta amistad tuvo severas consecuencias. En 1903 cierra la revista y otros medios liberales. En junio, una sentencia judicial prohibió la circulación de cualquier periódico donde escribiera los Flores Magón. Obligando a Juan Sarabia, Santiago R. de la Vega y Santiago de la Hoz a partir hacia San Antonio, Texas, con el respaldo económico de Camilo Arriaga, para publicar el periódico Regeneración.
Regresando al presente, no existe un solo caso documentado de censura a periodistas o medios de comunicación por orden del presidente López Obrador, como lo han dicho estos personajes que han acusado al titular del Poder Ejecutivo de ser un “dictador”. Al contrario, han surgido un gran número de comunicadores que han hecho periodismo, a través de plataformas digitales como YouTube, TikTok y Facebook, que desmontan la lluvia de fake news (noticias falsas) que bombardean las redes sociales todos los días.
En cambio, una treintena de medios firmaron un pacto de silencio el 24 de marzo del 2011, es decir en el sexenio de Felipe Calderón, para “no difundir información que ponga en riesgo la vialidad de los operativos contra el crimen organizado contra el crimen organizado”. Para aquellos que desafiaban ese pacto eran censurados, acorralados o perseguidos, como J. Jesús Esquivel, corresponsal de la revista Proceso en Washington, quien denunció el fraude con el que Calderón llegó a la presidencia o que Genaro García Luna era procurador síndico del Cártel de Sinaloa en las páginas de la revista fundada por Julio Scherer García. Más aún, Olga Wornat, periodista y escritora argentina, fue censurada, espiada y amenazada de muerte no solo a ella, también a sus asistentes, colaboradores y familiares, todo por escribir el libro Felipe el Oscuro, un libro que detalla los peores casos de corrupción, enriquecimiento ilícito y favores al crimen organizado en el sexenio del mismo Calderón.
El silencio de Uresti sobre su salida de Grupo Milenio para ser supuesta víctima de censura pareció ser una estrategia para minar la confianza de la población hacia las políticas de la 4T. Estos personajes que acusan al mandatario de ser un dictador, han trabajado al amparo de los poderes fácticos, es decir, medios de comunicación corporativos, asociaciones civiles, industrias farmacéuticas, compañías energéticas extranjeras, compañías mineras y el crimen organizado. Y sobre todo fueron cómplices de los aparatos de espionaje en los que en los gobiernos del PRI y el PAN registraron a personajes que implicaron un riesgo al sistema y le dieron forma a la transformación a un país. Desde los tiempos de Cabrera y Flores Magón, para continuar una tradición periodística de informar sobre asuntos ilegales, ilegítimos o inmorales que afecte a los sectores sociales libre de cualquier poder.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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