El odio y la polarización me parece que son el resultado de la manipulación y la ignorancia. En esa medida la derecha, desde hace décadas, ha utilizado a los medios de comunicación tradicionales como lacayos a su servicio para engañar y perpetrar su ideología entre sectores de las audiencias que los ve como casi dioses y dueños de la verdad absoluta.
En México la ultraderecha ha ganado adeptos de esta manera y ahora con las redes sociales coptadas, utiliza un discurso de odio que hace imposible el dialogo entre posturas de izquierdas o derechas. Nosotros en la izquierda por ejemplo, creemos en el convencimiento a través de debates y argumentos respetuosos, mientras que a ellos no sólo no les interesa ni quieren debatir. Quieren destruir, quieren desaparecer, quieren borrar del planeta, asesinar a la gente que no piensa como ellos y en el colmo de la intolerancia e incongruencia, acabar con las “hordas salvajes” que son los mismos que les sirven de súbditos para enriquecerse.
A propósito de lo anterior, Noam Chomsky escribió hace varios años diez estrategias de manipulación mediática de las cuales quiero mencionar algunas que aplican hoy por hoy, a la forma como han funcionado los medios de comunicación comerciales en nuestro país.
Los medios chayoteros desvían la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de informaciones insignificantes. Como las famosas cortinas de humo que distraen a la gente de lo verdaderamente trascendental.
Presentan programas enteros o secciones extensas sobre la violencia, incluso llegan a provocar accidentes o sabotear marchas a fin de que el público repruebe al gobierno actual y sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la misma libertad o la democracia. Como el caso de la cobertura extensa de la marcha en defensa del INE y de accidentes en el Sistema de Transporte Metro provocados por extraños y casuales objetos de metal arrojados a las vías.
Dice Chomsky que los medios comerciales en la mayoría de su publicidad utilizan discursos, argumentos, personajes particularmente infantiles. Muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental (por ser pobre o moreno). Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad”. ¿Les suena familiar?
Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad es otra estrategia que Televisa y sus secuaces han utilizado por años para que el pueblo sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. Piensa la derecha: “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores”
Promueven en el público el amor a la mediocridad y les hacen creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto o ser violento.
Hacen creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera estados depresivos o complejos de inferioridad, cuyos efectos pueden ser la apatía y el desinterés por su entorno.
En la actualidad los medios de comunicación en su gran mayoría sirven a los intereses del capital extranjero y nacional llegando al extremo de imponer presidentes como Peña Nieto u orquestar golpes de estado. Ojalá un día se pueda hacer frente a esta guerra contra la psique del pueblo con medios públicos dignos, vigorosos, honestos, educativos y de alta calidad.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.