La economía de China creció un 5,2% entre abril y junio de 2025. Este crecimiento superó el objetivo anual del gobierno y se debe a las sólidas exportaciones a otros países.

A pesar de la incertidumbre por la guerra arancelaria, el Producto Interno Bruto (PIB) de China mostró un avance notable. Las exportaciones a mercados fuera de EE.UU. sostuvieron la producción y compensaron la caída del 24% en los envíos a ese país, según Bloomberg.
La producción industrial aumentó un 6,8% en junio, superando las expectativas de los economistas. Sin embargo, las ventas minoristas crecieron solo un 4,8%, por debajo de lo previsto.
La inversión en activos fijos creció un 2,8% en el primer semestre, mientras que la inversión inmobiliaria se contrajo un 11,2%. La tasa de desempleo urbano se mantuvo en el 5% en junio.
El Banco Popular de China no planea una flexibilización generalizada. Prefiere un enfoque específico para dirigir el crédito hacia áreas prioritarias. Además, el gobierno sigue utilizando subsidios para impulsar la demanda interna.
A pesar de estos avances, la economía china enfrenta retos. Las tensiones comerciales con EE.UU. y la fragilidad de la demanda interna son preocupaciones. Los inversores esperan más apoyo al sector inmobiliario y medidas para estimular el consumo si los aranceles aumentan.

Comentarios