Categoría: Opinión

  • Los frijoles en el arroz

    Los frijoles en el arroz

    En México, la lucha contra la corrupción y la impunidad fue una de las principales banderas de la Cuarta Transformación. El arribo de un gobierno con un discurso centrado en la honestidad, la transparencia y la regeneración de la vida pública trajo consigo una esperanza real de cambio estructural. Sin embargo, conforme avanza el tiempo, siguen emergiendo casos que revelan que no todos han adoptado esa visión. No se trata de atacar a los actuales gobernantes ni de minimizar los avances alcanzados, sino de reconocer que, incluso en el entorno más comprometido con el cambio, siempre puede surgir “un frijol en el arroz”.

    Este fenómeno no es exclusivo de México. En El Salvador, el presidente Nayib Bukele ha impulsado una transformación política y social sin precedentes, principalmente con su política de mano dura contra las pandillas a través del polémico régimen de excepción, que ha llevado a la detención de más de 80,000 personas vinculadas al crimen organizado. Su gobierno ha logrado reducir drásticamente los índices de homicidio hasta posicionar al país como uno de los más seguros de América Latina y ha ganado una legitimidad popular impresionante. No obstante, en medio de esos logros, también han emergido casos de corrupción dentro de su administración, incluyendo señalamientos de contratos irregulares, nepotismo y falta de transparencia en adquisiciones públicas durante la pandemia. Esto demuestra que, incluso con un liderazgo firme y disruptivo, los sistemas gubernamentales siguen siendo vulnerables a la corrupción si no se refuerzan los mecanismos de control.

    En nuestro México, la realidad es similar: la presidenta Claudia Sheinbaum, los gobernadores o alcaldes no pueden tener control absoluto sobre cada acción de sus colaboradores. Ni siquiera con cuerpos de inteligencia, vigilancia institucional o redes de control interno se puede garantizar que la tentación no toque a alguien. La corrupción es una enfermedad de largo plazo, arraigada en una cultura de impunidad que lleva décadas alimentándose en las sombras de las instituciones.

    Hoy, la presidenta Sheinbaum representa la continuación de ese proyecto transformador. Rodeada de figuras clave como Omar García Harfuch en Seguridad, y con un gabinete que, hasta el momento, ha mantenido una línea institucional limpia, parece haber voluntad política para avanzar en el combate a las prácticas deshonestas. Sin embargo, la voluntad por sí sola no basta.
    Lo que México necesita no es una guerra contra la corrupción con fines mediáticos, sino un fortalecimiento real de las instituciones encargadas de prevenir, investigar y sancionar los delitos administrativos y financieros. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), por ejemplo, debe asumir un rol más activo, riguroso y técnico para detectar movimientos sospechosos especialmente entre servidores públicos y hacerlo con imparcialidad y contundencia.

    Asimismo, es urgente dotar de autonomía plena a los órganos de fiscalización, blindarlos de presiones políticas y mejorar sus capacidades técnicas. La ciudadanía también debe asumir un papel más vigilante, exigiendo cuentas y denunciando irregularidades.

    La transformación verdadera no solo se logra desde la presidencia o los altos mandos. Se construye día a día en cada dependencia, en cada oficina pública, y sobre todo, en la convicción de que servir al pueblo es un honor, no una oportunidad para enriquecerse.

    Que no nos sorprendan los “frijoles en el arroz”, pero que tampoco nos resignemos a su presencia. La vigilancia, la ética y la institucionalidad son los ingredientes que pueden devolverle el sabor justo a la vida pública en México.

    Y por cierto… qué rico es el arroz con frijol, uno de mis platillos favoritos. Ojalá así de nutritiva fuera también la política.

  • Lo mismo, pero más barato

    Lo mismo, pero más barato

    a Pierre Menard, autor del Quijote, con sentida nostalgia.

    No deja de ser loable de toda loabilidad que, frente a lo sucedido y periodísticamente documentado con Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco, durante el gobierno de Adán Augusto López Hernández, quien —cuando menos— desde 2006 levantó alertas que, dando cuenta de señalamientos que lo involucraban con el crimen organizado, además de otros antecedentes criminales, no levantaron ninguna sospecha, mejor conocido como “Comandante H”, acusado de fundar y liderar el grupo criminal “La Barredora”; la dirigente de Morena, Luisa María Alcalde, declarara que “No se protegerá a nadie”. Mensaje que aplaudiblemente se aplaude del mismo modo que se aplaude cuando la presidenta afirma que las “investigaciones seguirán sin proteger a nadie”, y cuando Fernández Noroña, sin exigir que nadie se disculpe con él, afirmara que “No habrá pacto de complicidad”, o el que Morena suspenda los derechos partidista de Bermúdez Requena, porque, como también afirmó Alcalde Luján “No somos iguales, y lo decimos con firmeza: Morena es distinto”, Y es que ser distinto no es no es lo mismo que ser igual, pero tampoco es igual a ser diferente, sin que ello signifique que se sea igual, y —si alguien tiene duda— las declaraciones y el comportamiento de Adán Augusto, lo demuestran.

    A más de uno, fanáticos convencidos de que lo sucedido con Bermúdez y López Hernandez es exactamente igual a lo que sucedió con García Luna y Calderón, la anterior afirmación habrá de parecerle un dislate; justificar ese “dislate” es el objeto primordial de esta modesta propuesta.

    Revisemos para ello lo que el ex gobernador de Tabasco, ex secretario de Gobernación y actual senador de la República ha dicho para dejar claro que se puede ser igual sin dejar de ser diferente y ser distinto mientras se es lo mismo sin ser lo mismo. Lo primero es la escasez de sospecha —a diferencia de Creel, López Hernández no es un sospechosista, ¡dios bendito!— Adán Augusto nunca sospechó de su secretario de Seguridad Pública, “si hubiese sospechado de él, inmediatamente lo hubiésemos separado del cargo”, aquí cabe abrir un paréntesis para celebrar la noble nobleza de quien —Adán Augusto López— confiadamente confió con toda su confianza en su colaborador —Hernan Bermúdez— porque a pesar de que “todos los días acudíamos a la mesa de Seguridad, [y] ahí se presentaban los informes correspondientes y trabajamos de manera muy coordinada”, la sospecha nunca le hizo sombra a la confianza que le depositó aquel que manejó los destinos de Tabasco y se postuló para manejar los del país entero. Y justamente en esto podemos encontrar la más radical de todas las diferencias entre lo que siendo igual no es lo mismo. Recordemos lo que declaró Calderón, aparentemente sin un vaso de Bacardí en la mano, con relación a la sentencia en contra de Genaro García Luna, “Nunca tuve evidencia verificable que lo involucrara con actividades ilícitas, ni tampoco recibí información en ese sentido de agencias de inteligencia, mexicanas o extranjeras, que entonces confiaban en él e interactuaban con él”. ¿Se dan cuenta o simplemente no quieren darse cuenta? No hay nada que se asemeje entre estas dos declaraciones completamente iguales. Nada que permita afirmar que lo que dijo Adán Augusto es lo mismo que dijo Felipe de Jesús. Si parece que sus declaraciones son iguales, si parece que la primera es una calca de la segunda, es —justamente— porque son radical y opositoramente opuestas, tan opuestas que resulta complicado darse cuenta de ello a simple vista.

    Y es que ser, en plena transformación, un gobernante de derecha que sólo piensa en enriquecerse mientras simula gobernar, resultaría una disminución para la figura del senador López Hernandez. Quienes lo sigan dudando, pongan atención en lo siguiente, como muestra de de la infalible infalibilidad de la confiada confianza incapaz de sospechar de Adán Augusto, Tabasco, afirmó, ocupaba el lugar número 8 en delincuencia cuando él llegó a gobernar el estado, y durante su mandato, la delincuencia fue paulatinamente disminuyendo. En pocas palabras, con Barredora o sin Barredora, o quizá gracias a La Barredora, la estrategia para combatir la delincuencia funcionó. Nada que ver con lo declarado por Calderón Hinojosa cuando aseguró (porque la gente como Calderón asegura, no afirma) que cuando concluyó su sexenio, el crimen organizado “retrocedía”. En pocas palabras, con el Cártel de Sinaloa o sin el Cártel de Sinaloa, o quizá gracias al Cártel de Sinaloa, la estrategia para combatir al narcotráfico funcionó. La diferencia, para el ojo poco entrenado, puede parecer sutil, pero verdaderamente, de toda verdad verdadera, resulta abismal, hacer lo que hicieron Felipe y Genaro, durante el reinado neoliberal, era una empresa razonable, necesaria, acaso fatal; pero a principios de la Cuarta Transformación, parecía casi imposible. No en vano manifestó la gente en las urnas una serie de  complejísimos rechazos. Entre ellos, para mencionar uno solo: el rechazo a Calderón, su honestamente hipócrita guerra contra el narcotráfico, y García Luna. Y sin embargo, sucedió lo que sin ser igual tampoco fue distinto.

    Es en este sentido que no tiene sentido exigir a Adán Augusto lo que desde Morena se exigió a Felipe de Jesús. Una cosa es instar a Felipe Calderón a explicar su relación con García Luna, por qué lo nombró Secretario de Seguridad y si conocía sus antecedentes y otra, que nada tiene que ver con lo que nada tiene que ver es instar a Adán Augusto López a explicar su relación con Bermúdez Requena, por qué lo nombró Secretario de Seguridad y si conocía sus antecedentes. Exactamente como no es lo mismo criticar el silencio de Calderón sobre el caso García Luna y decir que el pueblo de México tiene derecho a conocer cómo se gestionó la seguridad durante su mandato, que criticar el silencio de López Hernández sobre el caso Bermúdez Requena y decir que el pueblo de México, o el de Tabasco cuando menos, tiene derecho a conocer cómo se gestionó la seguridad durante su mandato. Eso, por no mencionar que si bien resulta absurdo que Calderón no se enterara de las actividades ilícitas de su colaborador más cercano, pues como como titular del Ejecutivo Federal, Calderón tenía la responsabilidad directa sobre las acciones y omisiones de su gabinete en la lucha contra el narcotráfico, no resulta igual de absurdo que López Hernández no se enterara de las actividades ilícitas de su colaborador más cercano, a pesar de que como como titular del Ejecutivo Estatal, López Hernández tuviera la responsabilidad directa sobre las acciones y omisiones de su gabinete en la lucha contra la delincuencia.

    Entrados en gastos

    Lo dicho y hecho por Felipe de Jesus Calderón Hinojosa es idéntico, sin ser igual, lo mismo o mínimamente parecido,  a lo dicho y hecho por Adán Augusto López Hernández, pero el segundo es casi infinitamente más barato. (Más ambiguo, dirán sus detractores; pero la ambigüedad es una baratija). Adán Augusto (acaso sin quererlo) ha empobrecido mediante una técnica nueva el arte detenido y rudimentario de anteponer los intereses personales a los intereses del pueblo, sea lo que sea que es el pueblo: la técnica de la demagogia deliberada y las corruptas atribuciones erróneas que siendo lo mismo no es igual, es lo mismo pero más barato, no le importa aquello de que el poder solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
  • Sin diversificación e industria propia, no hay desarrollo ni dignidad

    Sin diversificación e industria propia, no hay desarrollo ni dignidad

    El neoliberalismo es un fracaso en muchos sentidos: convierte a los gobiernos fuertes en débiles para que los de siempre abusen de los de siempre, segrega a las sociedades y promueve los peores valores del individualismo sobre el colectivo; genera desigualdades que, a posteriori, se convierten en violencia y resentimiento, destruye y sustituye la industria propia a cambio productos supuestos productos más baratos y dependencia de ello, y uno de sus pecados más importantes es el aperturismo ramplón y entreguista hacia Estados Unidos con el cuento de más comercio y PIB. No funcionó, aunque algunos crean que sí porque se inflaron números macro para beneficiar a los mismos, no a las grandes mayorías.

    No hay que ser un gran teórico del comercio internacional o un genio de las finanzas para darse cuenta que es importante diversificar opciones de exportación e importación en caso que llegue un presidente loco e impredecible, como Trump que nos amenaza con aranceles que destrozarían la economía. Más del 85% del comercio exterior de México depende de Estados Unidos con balance favorable para ellos, aunque el argumento proteccionista actual diga lo contrario.

    Tampoco hay que ser un gran visionario o estadista para saber que, antes de entregar tu país a los que solo quieren expoliarlo a través de la sobre explotación de materia prima y mano de obra barata, es mejor tener industria propia y desarrollada para no depender del resto. Lo dijo el presidente López Obrador y es fácil de entender: es mejor fabricar tu propio jugo de naranja y no vender naranjas para comprar después el jugo, en el caso concreto de la refinería de Dos Bocas, pero aplica para muchas industrias y procesos; también, es mejor comprar tu casa (desarrollar tu industria, generar tu conocimiento y formar a tus ciudadanos) que rentar y tener que dejarla cuando el arrendador te la pide o te quedas sin trabajo (o sea el modelo neoliberal y el aperturismo antes mencionado).

    No es casualidad que los formados en Harvard y otras universidades norteamericanas impusieran ese modelo en México (Salinas de Gortari, Zedillo, Fox y Calderón): nos estaban preparando para la dependencia y explotación. Antes, invadían con armas y bombas; luego fue más fácil educar a los supuestos líderes para no gastar ni una bala y que los gobernantes mexicanos fueran lacayos al servicio de Washington. El resultado fue que el comercio mexicano le apostó todo al peor imperio de la historia y no tenemos industria con qué defendernos en plena crisis arancelaria. La oportunidad de revertir un poco las cosas fue la elección del 2006, pero ante el fraude electoral se consolidó, todavía más, lo que ahora parece casi irreversible.

    También es cierto que Estados Unidos te obliga a jugar con sus reglas y el margen es poco, y si no juegas su juego como Cuba, Venezuela, Irán, Corea del Norte, etc., te bloquea y expulsa del tablero; si juegas, debes perder siempre para que estén contentos con su riqueza y poder, aunque vivas permanentemente en el subdesarrollo, como casi toda Latinoamérica; pero cuidado si se te ocurre ganar, porque entonces eres una amenaza para la democracia y el mundo basado en reglas, como China en la actualidad, y en ese sentido, ojalá triunfe en su guerra comercial contra Estados Unidos, y que México aprenda la lección de cómo diversificarse, tener industrias propias, y más importante que todo, tener dignidad y trabajar por y para el pueblo.

  • Trump une a Latinoamérica

    Trump une a Latinoamérica

    La guerra de Trump contra América Latina fue declarada en Buenos Aires. Antes de tomar posesión como embajador, y una vez otorgado el beneplácito del gobierno de Javier Milei, Peter Lamelas, que así se apellida, no es apodo, dijo ante el Congreso de su país que trabajará para ayudar a que el presidente, Javier Milei, gane las próximas elecciones legislativas, y asegurarse de que la expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner “reciba la justicia que merece”.

    Lamelas aseveró que “el problema del país” es que “hay 23 provincias y cada una de estas tiene su gobierno por separado, que puede negociar con fuerzas externas, con los chinos o con otros para venir y hacer proyectos en esa provincia en particular. Y eso, además, da lugar a la corrupción de parte de los chinos”.

    El embajador de la Casa Blanca en Argentina, es similar a la de una persona que padece enfermedad en etapa terminal de la que no tienen conciencia y quiera ganar una maratón. Lo bueno de los conservadores es que son eminentemente previsibles, no dejan nada a la intuición o a la prospectiva, simplemente se desenmascaran involuntariamente, traicionando la discreción prometida o la secrecía que debe identificarles.

    Sostuvo que Fernández de Kirchner fue hallada culpable “de un fraude”, a lo que añadió otro tema, como el caso del cruento atentado contra la Asociación Mutual Israelí Argentina, hace 31 años, y sugirió que la ex presidenta es responsable de la muerte del fiscal a cargo de la causa, Alberto Nisman, quien se suicidó en enero de 2015, y subrayó la necesidad de hacer un juicio en ausencia contra los funcionarios iraníes acusados sin ninguna prueba de este atentado, que arrojó 85 muertos y cientos heridos.

    Para encontrar delitos a quienes carecen de responsabilidad les sobra imaginación, ahora los fascistas del grupo de Trump, buscan culpables hasta de los suicidios para poder actuar, según su ingenua manera de percibir la inteligencia de la gente.

    A México le tocó un modo más ligera en cuanto a la irrupción del nuevo embajador, una fiestecita entre medievales señores y siervos para que Ronald Johnson se sienta como en casa, simplemente estrechó manos, repartió abrazos y compartió con los anfitriones la admiración por Estados Unidos, así como su desprecio hacia nuestro país.

    Trump no tiene amigos diplomáticos, los que había en la Casa Blanca fueron despedidos, lo cual resulta obvio no sólo en sus nombramientos sino en su conducta patológica, de tal manera que envía a los países de Latinoamérica a espías, policías, jueces, agentes de la CIA, oficiales del FBI, rangers, etc.

    La historia de la política exterior estadunidense está marcada por la intención de injerencia principalmente en América Latina, no es una misión diplomática sino un puente con oídos, primero para invadir y asentarse, el segundo para conocer lo que sucede en la política latinoamericana.

    El aviso del embajador en Argentina es una declaración de guerra, donde la injerencia anunciada viola las leyes internacionales y las de Argentina, situación en la que seguramente el servil Milei no le encuentra mayor conflicto, ya que primero está la monarquía libertaria con la que han bautizado su movimiento ultraderechista que las leyes humanas. Se olvida que donde hay reyes siempre hay esclavos.

    Así, la ultraderecha adopta conductas supralegales, pero sobre todo divinas, porque consideran que pueden estar por encima de cualquier acuerdo o tratado firmado con anterioridad, de ahí que esté desmantelando los foros internacionales que podrían recordarle o reclamarle, que el gobierno de Trump se convierte en un delincuente que merecería ser castigado severamente, de por vida.

    La violación a las normas establecidas inició con la imposición de nuevos aranceles como castigo divino a quienes no comparten su estrecha visión del mundo, porque la medida de los aranceles le resultó contraria, aumenta la deuda que quiere pagar, el desempleo crece, el dólar se hace pequeño, la inversión desaparece y el desprestigio es un secreto a voces..

    Anunciar con tal desparpajo las verdaderas intenciones de un embajador estadounidense en cualquier país, es una provocación a la legalidad internacional que se ha visto quebrantada por el delirio de Trump, quien pareciera intensificar su sicopatía y aumentar los delitos de los que es acusado desde hace varios años.

    La transformación de diplomacia en invasión y falta de respeto a la autodeterminación de los países ofende a todo el mundo, menos al presidente de la nación amenazada. Así es la ultraderecha tratándose de obedecer al patrón que siempre lo ha tratado como esclavo.

    La indignación de los países de Latinoamérica crea un contrapeso para el que no está preparado Estados Unidos, principalmente en lo económico por sólo mencionar un aspecto. La unidad latinoamericana no sólo es un sueño bolivariano sino una reacción urgentemente necesaria que empiezan a expresar los mandatarios de México, Chile, Venezuela, Bolivia, Colombia, Cuba, entre otros.

  • Ciencia con Poder: El nuevo corazón del desarrollo mexicano

    Ciencia con Poder: El nuevo corazón del desarrollo mexicano

    En un país donde históricamente la ciencia ha sido vista como un complemento y no como un eje del desarrollo nacional, la creación de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI) representa un giro de timón profundo y estructural. No se trata solamente de un cambio de nombre o de jerarquía administrativa. Es, en esencia, un intento por transformar la forma en que México se concibe a sí mismo en el siglo XXI: no sólo como un país de manufactura, sino como una nación capaz de generar conocimiento, aplicarlo y compartirlo con dignidad y justicia social.

    Este avance no es fortuito. Surge en un contexto donde la figura presidencial ha sido ocupada por una científica: Claudia Sheinbaum, física de formación, con trayectoria académica reconocida, asume las riendas de un Estado históricamente rezagado en materia de ciencia y tecnología. Su visión se refleja en la apuesta por hacer de la ciencia una política de Estado, y no una política sectorial. En este marco, elevar al otrora Conahcyt al rango de secretaría de Estado no solo otorga autonomía operativa, sino visibilidad, legitimidad y peso político en la agenda pública nacional.

    Ciencia, política y justicia social

    La SECIHTI nace con una misión compleja pero urgente: democratizar el conocimiento, reducir las brechas tecnológicas entre regiones y sectores, y posicionar a la ciencia no como privilegio de élites, sino como herramienta de transformación social. Esta visión rompe con una tradición tecnocrática que colocaba la investigación y el desarrollo en un plano alejado de las comunidades, de las culturas originarias, de los retos cotidianos.

    En palabras de su titular, la doctora Rosaura Ruiz, “la ciencia debe estar al servicio del pueblo”. Este enfoque humanista implica reconocer que las grandes innovaciones no pueden prosperar en una nación donde la desigualdad es estructural, y donde buena parte del talento mexicano se ve obligado a migrar, subemplearse o desistir por falta de oportunidades.

    El reto, entonces, no es solo producir más conocimiento, sino articularlo con las necesidades reales del país: salud pública, soberanía alimentaria, energías limpias, educación inclusiva, desarrollo urbano sustentable y mitigación del cambio climático. La SECIHTI, en este sentido, no es un fin, sino un instrumento para alcanzar otros fines más amplios y colectivos.

    Institucionalización de la ciencia: ¿una utopía posible?

    Desde su fundación en 1970, el Conacyt operó como el principal órgano de promoción científica en México. Sin embargo, durante décadas se enfrentó a obstáculos estructurales: presupuestos limitados, políticas inestables, una creciente burocratización y una desconexión con los sectores productivos y sociales. A pesar de ello, sembró una red de investigadores, becarios, centros públicos y posgrados que, aunque dispersos, constituyen hoy la base del nuevo sistema que se propone consolidar la SECIHTI.

    Su creación representa, entonces, una institucionalización más profunda del proyecto científico nacional, al equiparar su relevancia con otras carteras clave como salud, educación o economía. Esta jerarquía abre la posibilidad de una planificación transversal, donde las políticas de ciencia estén presentes en cada decisión de gobierno, desde la atención de emergencias climáticas hasta el desarrollo de industrias de vanguardia como los semiconductores, los satélites o los autos eléctricos.

    Pero esta institucionalización también exige rendición de cuentas, planeación técnica y sensibilidad política. No basta con tener el rango de secretaría: se necesita asegurar que las becas se entreguen a tiempo, que las convocatorias lleguen a todas las regiones, que el talento femenino, indígena, rural o migrante tenga espacio y voz en la agenda científica.

    Financiar el futuro: un reto que no se puede postergar

    Uno de los dilemas centrales es el presupuesto. Mientras que países como Corea del Sur o Alemania invierten más del 2 % del PIB en ciencia y tecnología, México apenas supera el 0.3 %. Este dato no solo evidencia una desventaja competitiva, sino una visión reducida sobre el potencial transformador de la ciencia. Sin recursos, la nueva secretaría corre el riesgo de convertirse en un símbolo sin capacidad operativa.

    El desarrollo científico no puede verse como gasto, sino como inversión. Cada peso invertido en investigación aplicada, salud pública, educación tecnológica o desarrollo energético tiene un retorno económico, social y ambiental. Invertir en ciencia es, en última instancia, invertir en soberanía, resiliencia y equidad.

    Hacia un modelo mexicano de ciencia con rostro humano

    La SECIHTI tiene una tarea monumental: construir un modelo mexicano de ciencia que no copie esquemas extranjeros, sino que responda a la diversidad y complejidad del país. Esto implica fomentar la innovación industrial, sí, pero también rescatar el conocimiento comunitario, las prácticas agroecológicas, las lenguas originarias y la relación ancestral con la naturaleza.

    Se trata de entender que la ciencia no es neutral: refleja prioridades, ideologías y formas de entender el mundo. Por eso, ponerla al centro del desarrollo nacional es también un acto político, profundamente ético, profundamente humano.

  • El nuevo partido que ocupa este país

    El nuevo partido que ocupa este país

    Dados los últimos acontecimientos en el espectro político, atreverse a negar que MORENA atraviesa por una crisis, sería tanto como negar que en México la oposición se encuentra al borde de la extinción, el problema es que, tanto unos como otros, se obstinan en negar la situación por la que atraviesan y la imagen negativa que permea hacia la sociedad. En el caso de MORENA, esta situación es aún más peligrosa dado el poder que ostenta a partir de la presidencia y los estados que gobierna, así como el número de legisladores que posee, pero más allá de eso, por la esperanza que ha albergado en los millones de mexicanos que aún se identifican con el movimiento.

    Pero vayamos por partes: en lo personal soy afín a dicho movimiento de toda la vida, sin embargo, jamás he abandonado una postura crítica desde mi humilde militancia, así que, fiel a la autocrítica necesaria y declarándome partícipe de la política de gobierno encabezada por Claudia Sheinbaum, considero que en la coyuntura actual y a partir de la crisis de los partidos políticos, ha llegado la hora de abrir paso a un nuevo partido.

    Sin embargo, no debe tratarse de un partido político que se convierta en automático en agencia de colocaciones de aquellos que han brincado de cargo en cargo para beneficiarse del oportunismo, tampoco debiera convertirse en un ente timorato alineado al poder bajo consideraciones pragmáticas o el cálculo político per se. Todo lo contrario, se requiere de una nueva fuerza que tenga entre su militancia, y, especialmente en su dirigencia, a mujeres y hombres comprometidos con causas en las que se anteponga el bienestar generalizado, no sólo como frase discursiva demagógica, sino como modelo de su actuar. Se requiere de un nuevo partido que tenga plena conciencia de lo que realmente anhela la sociedad tomando como referencia los aciertos y errores de la política existente y que se aleje por completo de las decimonónicas estructuras partidistas de toda la vida. Es decir, un partido que tenga capacidad de representar las demandas de la población y para trazar la ruta para su solución a partir de propuestas claras y sobre todo medibles.

    Ese nuevo proyecto puede resultar clave en las elecciones intermedias de 2027 si apuesta por dejar en claro desde sus principios, que la democracia no se reduce a las elecciones, sino que implica fortalecer la participación ciudadana a partir de reconocer el aporte indudable de todos aquellos que se organizan en colectivos para representar verdaderas causas como las que hoy han abandonado todos los partidos, incluyendo a MORENA. Si ese fortalecimiento se acompaña desde un nuevo proyecto, puede convertirse en una fuerza poderosa, no sólo en el ámbito electoral, sino como herramienta garante de la verdadera democracia que hoy, incluso, fortalecería al propio gobierno de la República. De hecho, en cualquier democracia verdadera, el que la ciudadanía se involucre de manera permanente y activa a través de presentar sus propias propuestas, no puede significar otra cosa que un buen ejercicio de gobierno y la emancipación de todas y todos los que se dedican a mejorar las condiciones de vida de los mexicanos.

    Por el momento estamos lejos de esa realidad, sin menoscabo de los esfuerzos de la presidenta de la República y de valiosas compañeras y compañeros que se mantienen fieles a sus principios, ya sea en el ejercicio de gobierno, en el ámbito legislativo o, incluso partidista. En contraste con éstos, se cuentan por cientos aquellos que muestran oídos sordos a demandas justas, peor aún, existen quienes menosprecian a los que opinan diferente, e incluso los descalifican, pero, a pesar de eso, sostengo que vale la pena destacar a los primeros sí, pero también señalar a los segundos, exigirles rectitud por encima de todas las cosas.

    Por cierto, casualmente, hablando desde la sociedad civil organizada, algo llama la atención, precisamente los personajes que más pueden ser criticables en el movimiento son los mismos que utilizan el discurso en contra de quienes se organizan para transformar las realidades. A veces pareciera que se abandona la merecida crítica hacia el modelo de organización popular, para transmutarlo en desacreditación, aún y cuando se trate de compañeros que comparten dicho proyecto.

    Finalmente, me parece que un nuevo partido, (de hecho, todo indica que sólo aparecerá una nueva propuesta), le hará bien a la sociedad, especialmente a la que se organiza permanentemente, pero, si me apuran un poco, también creo que le va a ser de beneficio al propio gobierno de la República, no porque éste se vuelva comparsa en automático, sino porque existen más coincidencias que diferencias, sobre todo porque se comparte proyecto y este va más encaminado a la consolidación de los ideales. 

    • Luis Tovar
      Secretario General de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente.
  • Bye bye Adán Augusto y Monreal

    Bye bye Adán Augusto y Monreal

    Los viejos lobos de mar, enquistados en una transformación de izquierda, parece que ya van a desaparecer, derrotados por sus pasajes obscuros e individualistas, ajenos a nuestros principios. Así, la columna de hoy habla de la vieja política hecha por políticos viejos que patalean y no quieren aceptar la realidad de su retiro.

    El pirata

    Adán Augusto López Hernández, viejo político priísta titubeó con el movimiento cardenista en el 88, pero se alejó a la fundación y conformación del PRD. Siguió en la política de Tabasco en el PRI y cercano por momentos a Roberto Madrazo (aunque a veces peleaban según).

    Ya entrado el siglo XXI cambia de timón y se viene a la izquierda. Desde entonces acompañará a lo lejos y muy pocas veces de cerca a López Obrador. Siendo una figura que fuera del estado tabasqueño no se conocía por nadie.

    Fue hasta 2018 que compite como gobernador y gana Tabasco por MORENA. Forma parte de ese movimiento democratizador de la 4T. Dura poco más de dos añitos como gober y se va a ser increíblemente Secretario de Gobierno Federal. Obviamente le llegan los reflectores y se convierte inesperadamente en presidenciable.

    Afortunadamente perdió y quedó en el lugar 4 de 6, con todo y que gastó quién sabe de dónde miles de millones de pesos en su campaña. Desde entonces se sumó a la campaña de Sheinbaum y con la gran victoria de hace un año quedó por haber concursado con las corcholatas como coordinador parlamentario del MORENA en el senado (lugar que aún ostenta).

    Adán es un personaje oscuro que casi no sale en los medios de comunicación y no es tan elocuente. Se dedica a hacer pactos controversiales con personas de dudosa procedencia y honorabilidad. Por eso pudo sumar a los Yunes al MORENA, algo increíble para muchas y muchos. No sabemos si les ofreció impunidad, pero si sabemos que para todos lados iba acompañado de Yunes. De verdad que eso da mucho asco.

    En general en su trayectoria política al parecer ha hecho mucho de trabajo sucio. Una vez como Secretario de Gobierno se filtraron audios donde lo relacionaban con medidas de extorsión a funcionarios de la oposición. Nunca se aclaró.

    Pero el verdadero golpe brutal es la nota reciente. Su ex secretario de seguridad en Tabasco, al cual conoce desde hace más de 3 décadas, fundó un cartel de la droga en ese estado y era prácticamente el jefe de plaza ahí. Sí, Adán lo puso y ahora busca deslindarse de eso y decir que es politiquería, patrañas.

    Si Adán fuera un político obradorista ya hubiera pedido licencia para someterse a la justicia y esclarecer la situación, no lo hará. Ya dijo públicamente que va a ser coordinador parlamentario hasta 2030, de ese cinismo es el político viejo ese. 

    Traidor

    Pero qué decir del otro coordinador parlamentario de la otra cámara. Ricardo Monreal se une al PRD a petición de López Obrador en los 90´s. A partir de ahí obtiene varios cargos públicos (es cacique de Zacatecas como su familia) y cercano al 2018 tiene una derrota importante contra Sheinbaum por la candidatura a la jefatura de gobierno de la CDMX. Esa situación lo hace repensarse contender por parte del PRIANRD, al final no lo hace, pero si amenazó con hacerlo.

    En las intermedias del 2021 le opera políticamente en contra al MORENA y Sheinbaum para que varias alcaldías de la CDMX lleguen a la oposición (tan solo pensemos en Sandra Cuevas). 

    En 2024 amenazó con buscar la presidencia de la república (recordemos que de 2018 a 2024 fue senador coordinador parlamentario de esa cámara) y volvió a perder con Sheinbaum. De nuevo había amenazado con ir por MC pero al final se mantuvo en la 4T.

    Siempre ha buscado sus intereses personales y no los del pueblo, siempre ha coqueteado con la derecha demostrando que no lo mueven nuestros principios. Es un mal que tuvo que aceptar el MORENA para ganar elecciones y llegar al poder. 

    ¡Fuera!

    Ambos personajes obscuros se deben de ir de nuestro movimiento, no lo representan. Adán ya sufrió un duro golpe con su García Luna, se va a querer enquistar en el senado pero en el 2030 (si es que llega) se irá para siempre. Monreal ya anunció que también se va a retirar pronto de la política, después de décadas de mantenerse del poder público.

    No se equivoquen, nuestro movimiento es mucho más grande que estos dos personajillos que se irán como llegaron, solos. La grosera consigna que usaron unas personas en el pasado CEN del MORENA son vacías, sí están solos y nadie los va a extrañar.

    Redes sociales

  • LAS LIBRERÍAS COMO HERRAMIENTA DE RESISTENCIA

    LAS LIBRERÍAS COMO HERRAMIENTA DE RESISTENCIA

    El pasado domingo 20 de julio, un grupo de encapuchados causaron destrozos en el Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el marco de la segunda marcha contra la gentrificación al sur de la Ciudad de México. A través de un comunicado, la máxima casa de estudio declaró que un grupo de personas “actuó con violencia” tras desligarse del contingente principal, que avanzaba de forma pacífica, y se dirigió a Ciudad Universitaria (CU), destrozando casetas de vigilancia, la fachada del Museo Universitario de Arte Contemporáneo y la librería Julio Torri. De modo, que la UNAM realizará las denuncias ante las autoridades correspondientes capitalinas para que se investigue y castigue a quien o quienes resulten responsables.

    Esto ha generado indignación y repudio en redes sociales ante estos penosos actos, la periodista Arlin Medrano y también estudiante de la UNAM escribió en su cuenta de X, “la educación pública es la forma más pacífica de revolución frente al capitalismo voraz. Quemar libros no es rebeldía, es atacar las herramientas para resistirlo. Prenderle fuego a los libros es repetir los métodos del fascismo que ha lucrado con la gentrificación, no combatirlo. Y ojo: la iconoclasia es legítima cuando tiene sentido político, no cuando nace del desconocimiento”. 

    Por otro lado, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en su conferencia matutina del lunes 21 de julio, consideró “inaceptable” el ataque a la librería universitaria. “Un grupo muy pequeño de una de las manifestaciones entró a Ciudad Universitaria, rompió los vidrios de una librería y quemaron libros. Los únicos que han quemado libros en la historia son los fascistas…Por supuesto que puede haber una demanda legítima, pero quemar libros en una institución educativa debe ser totalmente condenable. Los actos de violencia no se pueden solapar.”, manifestó Sheinbaum. 

    ¿Por qué las librerías deben ser actos de resistencia? El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) por medio del Módulo sobre Lectura (MOLEC), genera datos específicos sobre la condición de lectura de materiales seleccionados de la población de 18 años y más en áreas urbanas. Este programa estadístico también proporciona información sobre características de la lectura, como la comprensión, la velocidad, el uso de materiales de apoyo y la simultaneidad con otras actividades; además, recopila datos sobre las experiencias de lectura durante la infancia, tanto de la escuela como del hogar, que podrían haber influido en el hábito de la lectura actual. Mediante el MOLEC, en febrero del 2024 se captó información sobre la lectura de cinco materiales distintos y periodos específicos para cada uno: libros en el último año; revistas de los últimos tres meses; periódicos en las últimas semanas; historietas en el último mes; y páginas de internet, foros, blogs, en la última semana.  Los resultados muestran que el 69% de la población alfabeta de 18 años y más declaró haber leído al menos uno de estos materiales de lectura. Además, leer a autores como: Roald Dahl, George Orwell, Jorge Luis Borges, J.R.R. Tolkien y H.G. Wells ejercitan el cerebro, estimula la curiosidad y potencia la creatividad. Los resultados del MOLEC arrojaron que el porcentaje de la población disminuyó 14.6 puntos porcentuales entre 2015 (84.2%) y 2024 (69.6%). No obstante, respecto al 2023 se observa un ligero aumento de 1.1 puntos porcentuales.

    “Toda librería es un acto de resistencia” fue lo que mencionó el escritor y guionista Guillermo Arriaga en un video publicado por en las redes sociales de Sándor Márai Librería CDMX, en la que elogiaba esta librería independiente, administrada por Carlos Pérez Ricart, Vanessa Romero Rocha y Javier Corral, en donde llevan a cabo fantásticas presentaciones entre semana, cuentacuentos para los niños pequeños y clubes de lectura los fines de semana. Los libros tienen características que los hacen permanentes en el paso del tiempo y afina la posibilidad de encontrarse con uno mismo, de ver hacia otros lados. 

    Es difícil evitar las quejas de madres conversando en la calle sobre si sus hijos aprenden “todos los números” o “escriban una carta” para prepararse para la secundaria o preparatoria mientras aún van en el kínder, sin tomar en cuenta que ellos quieren descubrir el mundo a su alrededor. Vivimos en un mundo vertiginoso en el que las redes sociales bombardean cada momento con imágenes, noticias, fakes news que envenenan, destruyen el diálogo y provoca que haya desinterés por la lectura. No se debe promover y ejecutar una “purga literaria” para purificar la cultura alemana de la decadencia social. Sino enseñarles a mantener ese gusto por la lectura, el cual les permitirá distinguir el bien del mal.

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  • Infancia en retroceso: lo que revela UNICEF sobre el fracaso estructural del bienestar infantil

    Infancia en retroceso: lo que revela UNICEF sobre el fracaso estructural del bienestar infantil

    En tiempos de incertidumbre global, hay decisiones que podrían marcar el rumbo de una sociedad por generaciones. Una de ellas —la más decisiva— sería priorizar el bienestar de niñas y niños como el centro de toda política pública. Hoy, con más evidencia que nunca, sabemos que invertir en la infancia es una apuesta ganadora: no solo para las familias, sino para la nación entera. México tendría todo para demostrarlo. Y aunque el punto de partida sea complejo, las posibilidades de avanzar existen, son técnicas, son políticas y, sobre todo, son urgentes.

    El reciente Innocenti Report Card 19, publicado por UNICEF, ofrece una oportunidad invaluable para repensar nuestras estrategias. Aunque México se encuentra en la posición 34 entre 36 países evaluados, el informe no solo señala rezagos: también traza un mapa de ruta claro hacia un bienestar infantil posible, alcanzable y replicable. Lejos de ser una condena, este diagnóstico debería inspirarnos a construir una política nacional para la infancia que ponga en el centro lo verdaderamente transformador: la salud mental, los entornos seguros, la educación significativa, el juego, la escucha y la dignidad de cada niña y cada niño.

    Sabemos con certeza cuáles son los factores que han puesto en riesgo el desarrollo infantil en todo el mundo: la pandemia, los conflictos armados, el cambio climático, la revolución digital y los cambios demográficos. UNICEF los llama fuerzas disruptivas, y su efecto combinado explica la regresión observada en casi todos los países del informe. Sin embargo, también sabemos que estos desafíos pueden enfrentarse si se cuenta con políticas públicas eficaces, con datos actualizados, con presupuesto asignado, y con la voluntad de priorizar lo que realmente importa. México no tendría por qué resignarse a ese lugar 34: podría escalar posiciones si alinea capacidades con decisiones.

    Los países que hoy lideran el índice de bienestar infantil —como Países Bajos, Eslovenia, Dinamarca, Francia o Alemania— no lo lograron por azar. Lo hicieron mediante decisiones concretas: inversión sostenida en salud mental escolar, entornos urbanos pensados para niñas y niños, protección frente a publicidad nociva, acceso universal a internet seguro, y participación infantil efectiva en la vida pública. Cada paso se basó en evidencia. Cada avance respondió a una visión de largo plazo. Y eso es lo que podríamos adoptar como inspiración, sin copiar mecánicamente, pero sí adaptando lo que funciona.

    En México, contamos con instituciones con experiencia, profesionales capacitados, comunidades organizadas y marcos legales que reconocen los derechos de la infancia. Lo que aún falta es convertir ese potencial en política pública integral. El informe señala que muchos países ricos aún carecen de sistemas nacionales de monitoreo del bienestar infantil. México, si decidiera construir uno, podría incluso liderar en la región. Un sistema que mida no solo pobreza o escolaridad, sino también salud emocional, acceso a espacios verdes, habilidades digitales, y percepción de seguridad. Medir bien sería el primer paso para actuar mejor.

    Desde la perspectiva de la Ingeniería Política, esta sería una oportunidad para rediseñar procesos institucionales que hoy se muestran fragmentados. La arquitectura actual de la política infantil en México está dispersa entre niveles de gobierno, y eso diluye el impacto. Si logramos articular educación, salud, desarrollo social, derechos humanos y participación infantil en un mismo sistema funcional, los resultados serían inmediatos. No requerimos crear nuevas instituciones, sino hacer que las existentes cooperen con indicadores comunes, metas compartidas y presupuestos coordinados.

    Cinco medidas clave podrían iniciar esta transformación. Primero: implementar una política nacional de salud mental infantil con atención psicológica garantizada en todas las escuelas públicas, formación docente especializada y campañas públicas de prevención. Segundo: crear entornos escolares seguros y atractivos, con infraestructura digna, alimentación saludable, espacios de juego y participación comunitaria. Tercero: fortalecer la regulación sobre publicidad dirigida a menores, especialmente en plataformas digitales, para evitar la exposición temprana a contenidos que afectan su desarrollo. Cuarto: ampliar la infraestructura verde y cultural infantil con parques accesibles, centros de desarrollo comunitario y actividades extracurriculares con sentido formativo. Quinto: institucionalizar la participación infantil en el diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas a nivel local y nacional.

    Estas cinco medidas no solo son técnicamente posibles, sino también financieramente viables. Existen recursos disponibles si se prioriza su destino con enfoque de derechos. Y lo más importante: tendrían un impacto directo y visible en la vida cotidiana de millones de niñas y niños en México. Cuando se mejora la infancia, mejora la comunidad entera. Cuando se garantiza salud mental, se reduce la violencia. Cuando se protege el juego, florece la creatividad. Cuando se escucha a la niñez, se fortalece la democracia.

    En lugar de ver el lugar 34 como un signo de derrota, podríamos verlo como un llamado a la acción. No es tarde. El bono demográfico de México, aunque cada vez más reducido, todavía nos da margen. Tenemos niñas y niños llenos de talento, con ganas de aprender, con sueños por cumplir. Lo que falta es que les demos las condiciones para crecer sin miedo, sin carencias, sin violencias cotidianas. Y eso depende, en gran medida, de la capacidad del Estado para tomarse en serio el bienestar infantil como un proyecto nacional.

    El informe de UNICEF deja claro que la mejora es posible. Que los países que toman decisiones a favor de la infancia no solo cosechan bienestar social, sino también estabilidad económica, cohesión y paz. La infancia debe dejar de ser una promesa de discurso y convertirse en una realidad de gobierno. Las instituciones mexicanas tienen la experiencia y la capacidad para lograrlo. Solo falta hacer de este tema una prioridad transversal, no un anexo sectorial.

    Elegir a la infancia como centro de la política pública sería una de las decisiones más sabias que podríamos tomar como país. Significaría dar un mensaje claro: que este México sí quiere crecer con dignidad, con empatía, con sentido de comunidad. Que no estamos condenadas ni condenados a repetir errores. Que sí es posible avanzar, cuando se hace con diagnóstico, técnica y corazón.

    Le debemos a cada niña y a cada niño al menos una certeza: que este país los quiere vivos, los quiere sanos, los quiere escuchados, y los quiere felices. Y eso, como lo dice UNICEF, no empieza con grandes discursos. Empieza con políticas públicas bien diseñadas, presupuestos bien asignados y gobiernos que se tomen en serio lo que hoy está en juego: no es solo la infancia. Es el alma futura de México.

  • Santos óleos al PAN

    Santos óleos al PAN

    La necrofilia de los panistas no les permite avanzar para seguir adelante en la vida política. Luego de obsesionarse con los muertos de la Línea 12 por muchos años, luego aumentar arbitrariamente el número de muertes de las víctimas de la pandemia, ahora se va con los muertos ilustres a los que da la extrema unción la ira arrancada de la ira.

    Llevan varias semanas anunciando la muerte de la democracia, de la Justicia, del Estados de derecho, de la república. Parecieran especialistas en enfermedades terminales, autorizados para declarar oficialmente la muerte de los enfermos.

    El poder Judicial, la democracia, el país, la Republica, en realidad estaban enfermos pero no reconocen su franca mejoría. Ellos deben seguir declarando gravedad hasta en la óptima salud, para seguir vivos.

    Así como un médico se aferra a los pagos de los familiares del paciente, que perdería a la hora que lo da de alta, así los panistas y la oposición en general, insiste en que murieron quienes gozan ahora de buena salud, después de años de padecer la grave enfermedad que los mantenía casi en coma.

    Hay hospitales actualmente, los más caros y lujosos, que tardan más de lo debido para dar de alta a los enfermos, saben que un día más de pago al hospital mantiene contentos a los dueños del negocio y aseguran su chamba, así sucede con los opositores, quienes necesitan, con urgencia, un enterrador pero para sus siglas y sus pálidos colores, para sus líderes que políticamente han pasado a mejor vida.

    La evidente inclinación a la necrofilia de esa oposición lacerada por traumas de derrotas electorales continuas, le impide ver su propia patología, que le impide pensar, y hace muy evidente que están afectados a tal grado que pierden la noción de la realidad y aventuran públicamente juicios que los coloca en el umbral del manicomio.

    El domingo 20 de julio, se llevó a cabo el Consejo Nacional de Morena y, por motivos de un viaje o por lo que fuera, Andrés Manuel López Beltrán no asistió a dicho evento, por lo que algunos necrófilos del PAN, señalaron que era a causa de la muerte de su padre, Andrés Manuel López Obrador.

    Días antes de esa reunión, se ausentó el senador Adán Augusto López Hernández, desaparición asociada a un problema de seguridad en el estado de Tabasco, donde fue gobernador, al no estar ante los medios, la oposición adelantó que se había suicidado.

    La alcaldesa de Cuauhtémoc desaloja a dos personajes como si fueran hombres en calidad de calle como intentando expulsarlos de la historia de América Latina por considerar que su muerte no debe ser motivo de homenaje, esto acusa miedo, incluso terror a estas dos personas que son enemigos de la derecha, que Alessandra Rojo representa a satisfacción. El retiro de dos figuras de metal, es el mejor ejemplo de ver en los muertos una amenaza. Así como hay quien ve una invitación a la sexualidad en los cadáveres hay quienes temen que esos muertos cobren vida y prefieren fundir el metal que les da forma, antes que seguir viendo sus rostros metálicos mirando hacia el futuro.

    Recientemente se le otorga a la necrofilia únicamente el significado sexual, pero se extiende a todo objeto inanimado por el que se tenga una obsesiva admiración, cariño o dependencia.

    La crueldad es una expresión necrofílica, la obsesión por lo material, el amor desenfrenado a los automóviles, la pasión por los presidentes que parecen zombis, con cabello anaranjado, dientes filosos y prominentes.

    El canibalismo del hombre como lobo del hombre, tiene en la derecha una herencia ancestral opresiva que le otorga el orden adecuado y preciso de las diferencias sociales.

    La derecha en México considera que la muerte, los muertos les dan vida, como si fuesen vampiros que roban hasta la última gota de sangre a los cadáveres, de cuya muerte se alienta responsabilizando a sus contrarios a quienes, de todo lo malo que en el mundo sucede, nadie dudaría que querrán asesinar a más de uno de sus adversaros quemarlos en el zócalo probablemente.

    La derecha añorando el pasado, basando su estrategia política en muertos, amenazando de muerte, nostálgicos por la represión, la represión es matar lentamente al próximo y los privilegios que son los extremos de una misma soga, cómplices de las desapariciones, socios de las matanzas de obreros, campesinos y estudiantes, quieren borrar de su memoria que les queda poco de vida y su legado está en archivo muerto.