Categoría: Opinión

  • UN NUEVO PODER JUDICIAL

    UN NUEVO PODER JUDICIAL

    Sin duda la próxima elección para elegir de manera democrática a los nuevos miembros del poder judicial será épica. Es evidente que el interés se encuentra directamente vinculado a la elección de los 4 ministros y 5 ministras que sustituirán a la ya desprestigiada Suprema Corte de Justicia de la Nación.

    Aunque los opositores tratan de imponer su narrativa en la persona del ex presidente Fobaproa Ernesto Zedillo padre del Fobaproa, las recientes grabaciones entregadas por el candidato a Ministro Cesar Gutiérrez Priego y difundidas por el periodista Manuel Pedrero, cómo bien lo mencionó el joven comunicador son Demoledoras y con evidencias del involucramiento de la familia presidencial en el sexenio Zedillista con los delincuentes más poderosos de su momento.

    Durante décadas se ha mencionado y documentado la colusión de los gobiernos neoliberales con el gobierno de los Estados Unidos y la delincuencia organizada bajo su control, de como llegaron a la presidencia en nuestro país miembros vinculados a la CIA, también de organizaciones como Mexicanos en contra de corrupción y la impunidad financiada por la USAID organismo federal independiente de los Estados Unidos.

    El vinculo entre los gobiernos neoliberales en México y los organizamos federales de Estados Unidos deja en claro los intereses gringos empresariales y económicos en favor de los norteamericanos.

    ¿Hasta dónde llega el intervencionismo gringo en nuestros procesos democráticos? Cómo es evidente, todavía tienen control en la mayoría de los medios de comunicación corporativos, que durante décadas adoctrinaron la conciencia del pueblo de México, fortaleciendo la que en su momento se mencionó como la dictadura perfecta.

    La próxima elección del poder judicial se ha contaminado de manera abierta por los poderes fácticos apoyados desde el exterior, al grado de que no se garantiza su funcionamiento pleno, porque igual que en el gobierno actual se han infiltrado personajes de dudosa procedencia. Es mejor para la sociedad mexicana tener cierto control en el nuevo poder judicial, distinto del actual que se ha puesto de manera descarada al servicio de la oligarquía y de su brazo armado, la mencionada delincuencia organizada.

    La injerencia directa del INE también parece inclinarse en favor de los poderes fácticos, buscando dinamitar el proceso para imponer a personajes vinculados a la mafia del poder económico.

    Afortunadamente vivimos tiempos interesantes a partir de la llegada de López Obrador, quien con su apoyo en favor de los mayorías logro sacudir del marasmo ideológico a millones de ciudadanos ávidos de justicia.

    El próximo 1 de junio tenemos la oportunidad de seguir haciendo historia en favor de la libertad y democracia para instaurar una nueva forma de hacer justicia, una justicia verdadera al servicio de todos los mexicanos.

  • Democracia, pero tantita, lo que quiere Salinas Pliego, Panistas y Priistas

    Democracia, pero tantita, lo que quiere Salinas Pliego, Panistas y Priistas

    Según la base de la democracia está en la soberanía popular; es decir, del principio de que el poder político emana del pueblo, tal como lo establece nuestra propia Constitución.

    A partir de este principio se construyen varios pilares fundamentales: las elecciones libres y periódicas, para que el pueblo elija a sus representantes; el Estado de derecho, donde las leyes se aplican por igual a todas y todos, incluyendo a los gobernantes; la separación de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) para evitar concentraciones de poder; el reconocimiento de derechos y libertades fundamentales como la libertad de expresión, asociación, prensa, religión, entre otros; la participación ciudadana, que no se limita al voto, sino que incluye el derecho a organizarse, protestar y vigilar al poder; y, por último, el pluralismo político, que garantiza el respeto a la diversidad de opiniones e ideologías.

    Dicho esto, uno puede observar cómo la democracia mexicana se encuentra en un proceso de consolidación. Esto explica por qué quienes durante décadas ostentaron el poder, y hoy se autodenominan demócratas, se resisten a los cambios que apuntan precisamente a profundizar la participación popular.

    Un claro ejemplo es la próxima elección para la renovación del Poder Judicial. Por primera vez en la historia moderna de nuestro país, se contempla que juezas, jueces, magistradas, magistrados y ministras o ministros de la Suprema Corte sean electos mediante el voto ciudadano. A pesar de ello, quienes dicen defender la democracia impulsan que esta elección no se lleve a cabo, negándose así a que el pueblo participe en la definición de uno de los poderes más opacos del Estado.

    No sorprende que Ricardo Salinas Pliego, el mayor deudor del fisco en México, sea uno de los principales opositores a esta medida. Pero más allá de sus intereses económicos, es preocupante que figuras políticas del viejo régimen, como algunos panistas y priistas, retomen y amplifiquen su discurso, en defensa de un poder judicial que históricamente ha servido más a los intereses del poder económico que a la justicia del pueblo.

    Es importante recordar que el Poder Judicial no es infalible, y que su composición actual no garantiza ni imparcialidad ni equidad. Los casos de corrupción, los fallos que favorecen a grandes empresas o criminales de cuello blanco, y el distanciamiento con la ciudadanía, justifican plenamente la exigencia de una transformación de fondo.

    Negarse a que el pueblo vote por quienes impartirán justicia no es una defensa de la democracia, sino una reacción temerosa ante su verdadero avance. Lo que está en juego no es solo la reforma de una institución, sino el modelo de país que queremos: uno donde el poder se concentre en élites blindadas o uno donde el pueblo tenga voz también en los asuntos más trascendentes.

    La democracia no se agota en lo electoral, pero tampoco puede fortalecerse si el voto se convierte en privilegio para unos cuantos temas y se le niega al pueblo cuando realmente importa. Quienes se oponen a la elección del Poder Judicial quizás no temen al caos, sino al orden nuevo que pueda surgir del mandato popular. ¿Y si el verdadero miedo es que por primera vez, la justicia también se elija en las urnas?

  • ¡Cuidado con los impresentables!

    ¡Cuidado con los impresentables!

    “Ahora que los conoces no votes por ellos, la transformación de Poder Judicial debe ser completa.”.

    Los impresentables del Poder Judicial.
    Cápsulas informativas disponibles en las redes socio digitales. 

    A menos de diez días de que concluyan las campañas de las y los candidatos a diferentes cargos del Poder Judicial la ciudadanía comprometida con la transformación de ese poder tenemos una doble responsabilidad: primero elaborar nuestro “acordeón” con la lista de a quienes vamos a favorecer con nuestro voto y segundo cuidar de no incluir, entre nuestras preferencias, a personas vinculadas con intereses lejanos a los populares.

    Seguro estoy que todos estamos poniendo mucha atención identificando a esos personajes para evitar que sus números se nos “cuelen” en nuestras boletas. Por el momento, y espero hacerlo también la próxima semana, les comparto algunas figuras impresentables para “correr la voz” y alertar a nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, etc., acerca de perfiles por los cuales sin duda evitemos votar.

    Ahí les van los de esta semana. El 13 de mayo el diario angelino La Opinión publicó una nota titulada: Exasesora de “El Chapo” podría convertirse en jueza en México. Silvia Delgado García, colaboró en la defensa de Joaquín Guzmán. Efectivamente, al revisar el sitio del Instituto Estatal Electoral de Chihuahua encontramos en la sección “conóceles”, con el número 12, a la abogada candidata a jueza penal mencionada. Un dato más que aparece al inicio de su perfil. A la pregunta ¿Por qué quiero ocupar un cargo público? Respondió así: CREO Y AMO EL DERECHO, COMO HERRAMIENTA NECESARIA PARA VIVIR EN SOCIEDAD. (¿?)

    https://conocelesjudicialchihuahua.com/perfil?4c8ff1e8-15ba-468c-9c01-f98f6b7664c6

    Los cuatro siguientes candidatos “casualmente” coinciden en su interés por ser elegidos en el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial y han recibido amplia cobertura en periódicos como El Heraldo de México, así como en otros medios de desinformación masiva. 

    Adolfo Franco Guevara, representante del PAN en el Instituto Electoral de Querétaro en 2011, busca ser magistrado del Tribunal de Disciplina Judicial. Su nombre aparecerá con el número 29 en la boleta turquesa el 1 de junio. Vean la importancia de contar con información. En su CV señala que su último cargo lo tuvo como director en Maxei Abogados y Consultores. Milenio le ha dado espacio a la difusión de sus “propuestas”, mismas que solamente pretenden allegarse de votantes. En su perfil de la sección Conóceles del INE, a la pregunta ¿Por qué quiero ocupar un cargo público? Respondió: QUIERO APORTAR MI CONOCIMIENTO Y EXPERIENCIA OBTENIDOS COMO ABOGADO LITIGANTE EN RESPONSABILIDADES ADMINISTRATIVAS. (¿?)

    https://candidaturaspoderjudicial.ine.mx/detalleCandidato/15686/7

    Jorge Antonio Cruz Ramos. Desde 1983 está en el Poder Judicial de la Federación. Identificado en las conferencias matutinas del ex presidente Andrés Manuel López Obrador por amparar a Luis Cárdenas Palomino, cercano colaborador de Genaro García Luna, interesado en una magistratura del Tribunal de Disciplina Judicial. Su nombre estará con el número 27 en la boleta turquesa el 1 de junio. En su perfil del portal del INE a la pregunta ¿Por qué quiero ocupar un cargo público? Respondió: SERVIR EN EL TRIBUNAL DE DISCIPLINA PARA GARANTIZAR QUE QUIENES IMPARTEN JUSTICIA LO HAGAN CON RESPONSABILIDAD TOTAL. (¿?)

    https://candidaturaspoderjudicial.ine.mx/detalleCandidato/15322/7

    Jorge Isaac Lagunes Leano, quiere ser magistrado del Tribunal de Disciplina Judicial, su nombre aparecerá con el número 33 en la boleta turquesa el 1 de junio. Colabora como secretario en funciones de la magistrada Silvia Estrever Escamilla, integrante del tribunal Colegiado en Materia Penal que amparó, el 31 de enero de 2025, a Nicias René Aridjis Vázquez, ex director de Obras y Desarrollo Urbano de Benito Juárez de 2006 a 2018, vinculado con el llamado “Cartel Inmobiliario”. En su perfil a la pregunta ¿Por qué quiero ocupar un cargo público? Respondió: BUSCO CONTRIBUIR A LA SOCIEDAD GARANTIZANDO QUE LOS IMPARTIDORES DE JUSTICIA ACTÚEN CON EXCELENCIA E IMPARCIALIDAD. (¿?)

    https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/12/03/capital/confirman-proteccion-de-la-justicia-a-favor-de-nicias-aridjis-del-cartel-inmobiliario-2960

    Fany Lorena Jiménez Aguirre, candidata a una magistratura del Tribunal de Disciplina Judicial, con el número 8 en la boleta turquesa el 1 de junio. Vinculada al PAN fue magistrada presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa de Jalisco, en cuyo seno fue cuestionada por haber obtenido una evaluación deficiente. En 2024 fue acusada por su secretaria particular por maltrato, presiones y amenazas. A la pregunta ¿Por qué quiero ocupar un cargo público? Respondió en su perfil: PARA GARANTIZAR LA ÉTICA JUDICIAL, FORTALECER LA DISCIPLINA Y CONSOLIDAR UN PODER JUDICIAL ÍNTEGRO Y EFICIENTE EN MÉXICO. (¿?)

    https://candidaturaspoderjudicial.ine.mx/detalleCandidato/16479/7

    Ahora veamos algunos impresentables para cargos a ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Dora Alicia Martínez Valero, publicitada como “Dora, la transformadora”, interesada en ser ministra aparece con el número 19 de la boleta morada. Identificada como candidata de Televisa, en el perfil que publica El Heraldo de México por supuesto que no aparece ninguna mención a su cercanía con el propietario de la televisora de cuya empresa ha sido directora general de Asuntos Electorales (¿?). También ex diputada del PAN. A esta interrogante ¿Por qué quiero ocupar un cargo público? Respondió: FACILITAR LA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA CON UNA VISIÓN CIUDADANA Y DESDE SU ENTORNO RESOLVER SUS PROBLEMAS JURÍDICOS. (¿?)

    https://candidaturaspoderjudicial.ine.mx/detalleCandidato/30/6

    Ricardo Adolfo Sodi Cuellar. Ex presidente del Tribunal Superior de Justicia mexiquense, Cercano al Grupo Atlacomulco y a los últimos tres gobernadores priistas del estado de México, Arturo Montiel, Enrique Peña, quien lo nombró en el cargo citado, y Alfredo del Mazo. Percibió un sueldo mensual de 300 mil pesos y ha sido acusado de tráfico de influencias y corrupción. Aspira a ser ministro de la SCJN, aparece en la boleta morada con el número 61. Detalles de desempeño pueden encontrarse en la nota publicada en internet por ADNoticias con el título: Ricardo Sodi, el linaje que nunca deja el poder… ni la Suprema Corte. Aquí el enlace https://adnoticias.mx/ricardo-sodi-cuellar/ Como en los casos anteriores reitero la respuesta dada a ¿Por qué quiero ocupar un cargo público? PARA SERVIR, AYUDAR, APOYAR Y FAVORECER EL ACCESO PLENO A LA JUSTICIA, SIN FORMALISMOS, CON TRANSPARENCIA Y SENTIDO SOCIAL. (¿?)

    https://candidaturaspoderjudicial.ine.mx/detalleCandidato/66/6

    Finalmente, por esta semana les comparto algunos detalles de la muy conocida candidata como ministra a la SCJN, Maricela Morales Ibáñez, con el número 20. Procuradora General de la República con Calderón en tiempos de García Luna. En 2009 cuando ocurrió el llamado “michoacanazo” se desempeñaba como Subprocuradora de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, en cuyo marco se detuvieron a más de 30 funcionarios estatales acusados de estar vinculados con el crimen organizado. En esos años Michoacán era gobernado por Lázaro Cárdenas Batel del PRD. La operación “rápido y furioso” mediante la cual más de 2 mil armas entraron a México desde nuestro vecino del norte, mismas que terminaron en manos de la delincuencia, se realizó entre 2006 y 2011, Morales ya en ese último año era titular de la PGR. Vean cómo respondió a la multicitada pregunta de por qué quiere ocupar un cargo público. PARA QUE LA JUSTICIA SEA UNA REALIDAD, SE IMPARTA CON IMPARCIALIDAD Y MIRADA SOCIAL, PROTEGIENDO LOS DERECHOS HUMANOS. (¿?)

    https://candidaturaspoderjudicial.ine.mx/detalleCandidato/4102/6

    Aprovecho para reiterarles los casos de otros candidatos de los cuales ya les había hablado. Diana Monserrat Partida Arámburo, número 8 de la lista, especialidad penal, que busca nuevamente el cargo de jueza de distrito en la CDMX. Ordenó la liberación anticipada de uno de los operadores políticos de Joaquín Guzmán Loera. 

    Juez de distrito que busca serlo de nuevo en el estado de Jalisco, Conrado Alcalá Romo, número 10 de la lista, especialidad penal. Señalado de proteger a Héctor Luis Palma, uno de los líderes del cartel de Sinaloa, a quien absolvió en 2021 del cargo de delincuencia organizada. 

    Otro aspirante a ser juzgador en la CDMX, Gustavo Aquiles Villaseñor, número 17, especialidad penal, entre los candidatos a una magistratura de Tribunal Colegiado de Circuito, quien, en 2023, cuando fungía como juez de control en el reclusorio norte permitió la salida del abogado Juan Collado que en su momento representó a Enrique Peña Nieto, Carlos Ahumada y Diego Fernández de Cevallos.

    Les dejo algunos casos de impresentables a cargos del Poder Judicial. Como podrán observar estimados lectores entre ellos existen coincidencias acerca de los puestos que han focalizado junto con sus patrocinadores de la fachiza. Incluyo algunos enlaces para que sigan revisando información acerca de ellas y ellos. 

    La próxima semana espero aportarles datos útiles de otras y otros impresentables, tales como: Ulises Carlín de la Fuente, Magda Zulema Mosri Gutiérrez, Mauricio Flores Castro, Enrique Figueroa Ávila, Luis Espíndola Morales y Rubén Jesús Lara Patrón. 

    Especial reconocimiento a mi amigo Roberto, cuya información por él proporcionada, sirvió de apoyo en la elaboración de esta entrega.

  • De movimiento a partido

    De movimiento a partido

    Aunque suene a muy trillado cliché la aseveración de que la gente ya no confía en los partidos, se vio constatada tanto en 2018 como en este pasado 2024. El hartazgo social y la esperanza, que no por ser un factor cuasi metafísico se le debe dejar fuera de la ecuación; se conjuntaron con lo desacreditadas que desde hace un tiempo están las organizaciones cuyos acrónimos integran la P de partido. Cada uno de los dos casos fue particular. En 2018, el régimen hasta entonces imperante pensaba que sería suficiente con el gatopardismo de siempre para que el ínfimo electorado de siempre votara en automático por las opciones anodinas de siempre. En 2024, la oligarquía exhibió tal ingenuidad y menosprecio por el pueblo politizado, que hizo con Xóchitl Gálvez una campaña muy al estilo de la de Vicente Fox, pero bajo circunstancias sociales muy distintas. Evidentemente, esos 20 años de desfase les pasaron factura.

    El Movimiento de Regeneración Nacional, que desde un inicio evitó nombrarse como partido, tuvo a su favor no solo la figura de AMLO como abanderado del cambio, sino también un creciente consumo de contenidos políticos en redes sociales por parte de una población que hasta hacía unos años había sido rehén del entretenimiento más banal, pero que fue descubriendo un subyacente deseo de cambio, que crecía con cada interacción, con cada desmentido, con cada video de comunicadores independientes y cada comentario dentro de los espacios en que éstos se transmiten. Así, sin una campaña de marketing invasiva y más con la fuerza real de un movimiento social, Morena tomó cada vez más fuerza.

    Andrés Manuel López Obrador, en su momento, fue abriendo paulatinamente las puertas del movimiento a distintos personajes públicos, algunos versados en la política y otros no tanto. Todo ello con el fin de sumar lo más posible y afianzar la victoria. Fue así como Morena integró a sus filas a Lilly Téllez, Sergio Mayer, Carlos Bonavides, Cuauhtémoc Blanco, entre otros. La propia Xóchitl Gálvez, eternamente traumatizada con la derrota de 2024, ha llegado a referir que también recibió invitación de AMLO, aunque ni él ni algún otro miembro de Morena ha confirmado esta declaración. Sin embargo, tampoco suena descabellado, dada la inercia de adhesiones que se venía dando rumbo a la elección de 2018.

    Más fichajes bomba se fueron dando conforme avanzaba el sexenio. Algunos con más luces que otros. Manuel Espino, Javier Corral, Rommel Pacheco, Alfredo del Mazo o incluso los Yunes, cuya incorporación fue clave para conseguir los votos necesarios para lograr la reforma en materia judicial que nos tiene con una elección inédita en puerta. Y tal vez este último caso sea el que mejor ejemplifica esa postura pragmática que quienes no somo s políticos nunca vamos a entender.

    Pese al aparato ideológico que los rodea y las causas que puedan defender, el régimen post revolucionario del PRI y su supuesto antagonista el PAN, se encargó de convertir a los partidos políticos en auténticas minas de oro; organizaciones que reciben del erario cifras estratosféricas para subsistir. Muchas veces son tan redituables los puestos dentro de los partidos que ni siquiera es necesario competir por puestos de elección popular. El poder legislativo, en un país con tremenda desigualdad, aprobó durante décadas millones de presupuesto para los partidos políticos. En las campañas se despilfarran cantidades estratosféricas por concepto de logística de eventos y publicidad.

    Ante este panorama, y sin importar que su ideología sea totalmente reaccionaria y contraria al pensamiento comunitario, muchos prianistas prefieren tragarse el sapo de aparentemente suprimir sus ímpetus derechosos y comenzar a hablar de transformación, de beneficios para los más necesitados y mágicamente comenzar a llenar de loas a Claudia Sheinbaum o a Andrés Manuel López Obrador. Recordemos el caso de la diputada priista Cynthia López Castro, que en 2024 coreó enloquecida “narcopresidente” y “narcocandidata” junto con Laura Zapata en la infame mesa de Carlos Alazraki, y que ahora ha adoptado mágicamente el discurso progresista para sumarse a las filas de Morena. Asimismo, Alejandra del Moral, quien compitió contra Delfina Gómez defendiendo los intereses de Claudio X. González en la elección del Estado de México en 2023, hoy es otra morenista ungida por la cúpula. O qué tal el caso de la ultraconservadora panista Ana Villagrán, que ahora también figura dentro del movimiento.

    Morena conserva la palabra movimiento en su nombre, pero la realidad es que hay más morenismo, más obradorismo en las calles y en las redes que en las filas del partido, y ya no digamos en la administración pública, pues a un priista como Adrián Ruvalcaba se el entregó la dirección del Metro de la Ciudad de México como si no hubiera absolutamente nadie con un perfil de gestión pública y formación técnica entre quienes no provenimos del infame mundo individualista y conservador.

    La diversidad de voces en contra y a favor es muy interesante de analizarse. Pedro Miguel y el Fisgón han tenido siempre salidas que ellos deben considerar elegantes, en las que terminan siempre justificando lo injustificable. No faltan los “intelectuales” de izquierda como Julio Hernández López, pomposamente autonombrado “Astillero” para presumir su vena literaria en alusión a la novela de Juan Carlos Onetti. Julio, como radical que dice ser, y con un dejo de menosprecio por aquellos a quienes evita llamar ‘pueblo’, se regodea con este tipo de pifias y recientemente llegó a comparar el perfil de Claudia Sheinbaum con el de Ernesto Zedillo. Su tesis principal desde que triunfó Andrés Manuel ha sido que nada iba a cambiar y que “todos son iguales”. El incluir a prianistas cínicos no ayuda para contradecirlo, aunque en el fondo sepamos que no es cierto.

    Igualmente, dentro de este sector que utiliza el bagaje cultural como bandera, un personaje recientemente me dijo, en franco menosprecio hacia la voluntad popular, que el obradorismo lo ve como una masa acrítica y con pocas luces. Este personaje no votaría jamás por la derecha, pero percibo en él, como en muchos otros la incomodidad de que la izquierda en México se haya convertido en un movimiento de masas. Sin embargo, pese al menosprecio que muchos personajes desconectados del sentir popular puedan pensar, yo de primera mano me doy cuenta de que la genuina izquierda obradorista está inconforme y en desacuerdo con los desatinos que se vienen dando, muchos de ellos motivados porque los fichajes en cuestión vienen acompañados de estructuras de operación política, es decir; dinero y gente que ayudan para hacer campaña y ganar elecciones. Entre gente que se me comunica en los chats de los programas en que soy panelista o conductor, hasta ahora no me he encontrado con nadie que justifique dichas incorporaciones de impresentables. En los programas de mayor audiencia, ha habido quienes han sentenciado jamás volver a votar por Morena.

    La situación es complicada, pero ahora podemos protestar más que nunca por diversas vías. Así demostraremos no ser la masa acrítica que se nos considera. No más derechistas en la izquierda; es contra natura. Pero, de ser así, siempre estará abierta la posibilidad de formar un nuevo movimiento; no partido, movimiento popular que recupere los valores de la izquierda. Porque, esos sí, la derecha jamás debe regresar. 

  • Estados Unidos pierde su brillante calificación: Moody’s baja su rating por déficit y polarización política

    Estados Unidos pierde su brillante calificación: Moody’s baja su rating por déficit y polarización política

    Moody’s ha decidido bajar la calificación crediticia de Estados Unidos de “Aaa” a “Aa1”. Esta decisión se basa en el creciente déficit fiscal y la alta deuda del país. La agencia subrayó que los costos de intereses son ahora significativamente más altos que los de otros emisores soberanos con calificaciones similares.

    En su comunicado, Moody’s mencionó la falta de consenso político entre las administraciones y el Congreso. Esta situación ha impedido el desarrollo de medidas para controlar los grandes déficits anuales y los costos de intereses en aumento.

    Además, Moody’s cambió la perspectiva de la calificación de “estable” a “negativa”. Este ajuste refleja la creciente preocupación sobre la capacidad de Estados Unidos para gestionar su deuda a largo plazo. La agencia también hizo hincapié en la polarización política que complica la implementación de políticas fiscales sostenibles.

    La advertencia llega en un momento crítico. La deuda nacional ya supera los 34 billones de dólares, y el país enfrenta presiones por el envejecimiento de la población. Las recientes alzas en las tasas de interés de la Reserva Federal han incrementado los costos de la deuda.

    A pesar de que Estados Unidos sigue siendo una de las economías más fuertes, la decisión de Moody’s podría aumentar el costo de financiamiento del gobierno. Esto podría afectar la confianza de los inversionistas internacionales, especialmente en un año electoral donde el manejo de la economía será crucial.

    Moody’s era la última de las grandes agencias de calificación que mantenía la máxima calificación para la deuda soberana estadounidense. Sin embargo, ya había rebajado su perspectiva a finales de 2023 debido al aumento del déficit y de los pagos por intereses.

  • Evitar que los hijos de los pobres sean una carga para sus padres o su país y se conviertan en algo de provecho para el pueblo

    Evitar que los hijos de los pobres sean una carga para sus padres o su país y se conviertan en algo de provecho para el pueblo

    Si algo caracteriza a los conservas de toda conservación es la capacidad para reutilizar las mismas ideas con las que característicamente se han caracterizado. En otras palabras, sobresalen por su falta de creatividad y la nula necesidad para adaptarse al espíritu de los tiempos. La propuesta presentada en días recientes por la diputada PANista, Laura Alejandra Álvarez Soto, en el Congreso de la Ciudad de México, no es la excepción, por el contrario, refrenda la ausente ausencia de un pensamiento que piense en soluciones diferentes para problemas añejos. Lo que doña Laura propone es sencillo: retirar del espacio público a menores en situación de calle que realizan trabajo informal en la vía pública, y forzar que regresen a sus estados de origen. En resumen, aplicar la otra cara de la máxima neoliberal que dicta que aquello que no puede medirse no puede mejorarse, para invisibilizar aquello que no puede mejorarse de tal suerte que no necesite resolverse. Si no vemos a los niños en situación de calle, si no realizan trabajo informal en la vía pública, no existen, y si no existen se acabó el problema.

    La idea no es nueva, de lo contrario, no sería una idea conserva, enlatada e imperecedera en las brillantes mentes rancias de los más rancios conservas nacionales. Y como se trata de una idea que se ha reutilizado hasta el cansancio, aprovecharé para rendir homenaje al autor de la primera modesta propuesta, a poco más de tres años de estar siguiendo sus pasos con esta columna. La idea de Álvarez Soto está encaminada a dar respuesta al mismo problema que molestaba a los aristócratas de la Irlanda de Jonathan Swift en 1729, la pobreza, el hambre y los niños en situación de calle. Exactamente lo mismo que hoy molesta a nuestras clase privilegiada y sus esbirros en el Congreso, y frente a la cual no se busca mejorar las condiciones de vida de los infantes, sino quitarlos del espacio público en zonas donde su presencia incomoda a los intereses económicos. Porque, seamos honestos, ¿qué importa más que los importantes intereses económicos?

    Recurro a la propuesta de Swift, para que desde el Dublín del siglo XVIII responda a los demócratas librepensadores del siglo XXI, contextualizando contextualmente lo propuesto por él, a la realidad mexicana,  para el mejor entendimiento del PANismo de antiguo régimen, de tal suerte que la propuesta swiftiana aporte a la noble política de exclusión, limpieza social, control territorial y de criminalización de la pobreza de los conservas nacionales, cuyo objetivo no es otro que el de cuidar la sensible mirada de la clase privilegiada. Hay millones de seres humanos en todo este país, cuya subsistencia, puesta en común, dejaría terriblemente endeudado al gobierno, la propuesta de la diputada PANista habla de los niños en situación de calle pero deberíamos sumar a los mendigos de profesión al grueso de agricultores, campesinos y trabajadores con sus esposas e hijos, que son mendigos en la práctica. Mi intención no se limita a atender solo a los hijos de mendigos declarados; es mucho mayor y abarca a todos los niños nacidos de padres tan incapaces de mantenerlos como aquellos que reclaman nuestra caridad en la calle.

    Esta propuesta no busca otra cosa que contribuir al bien público de nuestro país y al bien de los menos afortunados. Un conocido mío, un sujeto muy entendido, me aseguró que un niño pequeño y sano, bien alimentado, es, al año de edad, un alimento delicioso, nutritivo y saludable, ya sea guisado, asado, horneado o hervido; y no dudo de que servirá igualmente como barbacoa o en cualquier otro guisado. Evidentemente, no propongo que los niños sean arrancados de los brazos de sus madres y padres par alimentar con ellos a las masas hambrientas de nuestra nación, nada más lejos de mi intención, una solución como esa no remediaría nada, la idea es mucho más ambiciosa, buscamos acabar con el sufrimiento de los niños en situación de calle, con el esfuerzo que para sus padres implica mantenerlos y — al mismo tiempo— contribuir a la economía, pagando a sus padres un monto justo por sus hijos, de tal suerte que asegure un ingreso para ellos, y creando un mercado de consumo que satisfaga los refinados y exclusivos gustos de nuestra siempre exquisita clase privilegiada.

    Creo que ningún caballero lamentaría pagar, un precio que garantice que no cualquiera puede pagarlo, por el cadáver de un niño sano, que rinde para cuatro platos de excelente carne nutritiva. Un niño aportará suficiente materia prima para dos platillos en una reunión con amigos; y cuando la familia cene sola, el cuarto delantero o trasero será un plato razonable, y sazonado con un poco de pimienta o sal estará muy bueno hervido al cuarto día. Desde luego que esta comida será algo cara y, por lo tanto, muy apropiada para la clase privilegiada; quienes, como ya han devorado a la mayoría de los obreros y campesinos del país, parecen tener el mejor derecho sobre sus hijos.

    Entrados en gastos

    No basta con ocultar a los niños en situación de calle de la mirada del resto de la sociedad, hace falta ponerlos en el centro de la discusión y —¿por qué no?— de las mesas, para hacer de estos niños miembros sanos y útiles de la comunidad. Es más, quienes sean más ahorrativos (como debo confesar que los tiempos exigen) pueden desollar el cadáver; su piel, artificialmente curada, servirá para fabricar admirables guantes para damas, botas para caballeros elegantes o cualquier otro producto que la mano invisible del mercado considere apropiado para renovar las estanterías de los centros comerciales.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
  • Pepe Mujica, el caer es levantarse

    Pepe Mujica, el caer es levantarse

    Se había vuelto una fakenews recurrente, desde que se supo que la enfermedad de José Mujica había avanzado, -otra campaña sucia más difundida con alevosía y mala fe por el directorio mediático de la derecha, dándolo por muerto meses previos al verdadero y lamentable desenlace físico, porque ni en sus últimas jornadas dejaban descansar al que hoy algunos de ellos mismos llaman con hipocresía “hombre de Estado”-; por ello cuando un martes 13 se anunció en portales de Internet la muerte de José “Pepe” Mujica, primero el escepticismo invadió el ambiente, después llegó la certeza de una hora triste y finalmente el dolor por la pérdida de un ser humano que en diversas latitudes de América Latina se considera tan entrañable como un abuelo, un tío, un hermano, un ser querido quizá lejano en distancia pero cercano del corazón de las familias. El día final fue un martes 13 cabalístico, pero Pepe Mujica ya era un ser eterno, prodigioso y sabio que irradió esperanza al interior de las comunidades en resistencia en todo el orbe.

    Las frases y fotos de Pepe Mujica han ocupado las redes sociales de diferentes países, credos, orígenes y clases sociales, un fenómeno solo visto recientemente con el adiós del Papa Francisco. Pero esto no es un adiós, sí todas las frases que han posteado en sus redes los seguidores del ex guerrillero -que llegó a ser el presidente más sobrio del mundo-, estamos ante un ideario vigente que tanta falta les hace a las clases políticas hijas de la parafernalia del poder.

    La historia de Pepe Mujica es fascinante y conmovedora. Su etapa de 14 años en la cárcel es una larga noche que lo condujo al infierno en la tierra y los bordes de la locura. La crueldad y miseria humana de sus captores y torturadores es un rasgo de los peones de la oligarquía y de las dictaduras del siglo pasado. Pero como Nelson Mandela, Mujica no subsistió envenenado por la venganza sino albergó siempre la verdadera ilusión de las transformaciones colectivas. Perdonó y ayudó ya desde la lucha política legal a sembrar las flores de un mañana mejor, un mundo justo incluso para quienes lo quisieron exterminar.

    La dictadura militar metió al apando al entonces dirigente Tupamaro entre 1972 y 1985, quien pasó largos meses, quizá años en total aislamiento, sin acceso a un libro, una pluma, una sonrisa, luz solar o simplemente el contacto humano, lo que buscaban era destruir su salud física y mental, convertirlo en un muerto en vida. Quizá nadie imaginamos el grado de torturas con sonidos, luces y agresiones corporales que le propinaron, al ser humano que este 14 de mayo fue conducido en su féretro entre vítores, canciones de protesta, banderas de lucha y cientos de personas arremolinadas en las calles y avenidas de Uruguay durante su trayecto a la morada final. Seguramente en el cielo celeste de los más grandes de la historia.

    En el santoral laico de los pobres, está Mujica, por vida, obra y congruencia. Demostró -como lo hizo AMLO en México-, que se puede vivir y gobernar desde la justa medianía, y que predicar con el ejemplo es una virtud cada vez más escasa; Mujica tampoco asumió la premisa que exista “gobierno rico con pueblo pobre” y honró los ideales que en algún momento lo llevaron en su juventud a empuñar un arma.

    Tras la partida de Mujica algunas voces de buena y otras de muy mala fe se esmeran en pintarlo “como realmente era” según dicen, lo han descrito como “camaleónico”, también han dicho que “justificó y fue parte de la lucha violenta”, o que simplemente fue producto de circunstancias favorables como la ola y ascenso de gobiernos progresistas y populares de América Latina, sin embargo olvidan que una persona que perdió la libertad por sus ideas políticas durante años, sólo pudo salvarse por albergar un Humanismo indescriptible en su corazón, que se volvió el motor de la locomotora de su propio pueblo. Además, habría que revisar los datos duros y los indicadores del gobierno de Mujica en la patria celeste para observar que el país tuvo un promedio de 4.5 por ciento de crecimiento anual, que se creó una nueva universidad pública con orientación técnica, que el “Plan Juntos” mejoró la vivienda de las personas vulnerables y desprotegidas, entre otros logros sociales y económicos, y esto va más allá del fervor por el símbolo o el personaje.

    Ciertamente, lo esencial de Pepe Mujica -no es que anduviera en un vochito o que en un país futbolero fuera un hincha sufrido del Club Atlético Cerro del que dijo “Soy hincha de un cuadro de mi zona, Cerro. Estoy acostumbrado a perder, pero soy hincha por localismo”-, lo esencial no fue invisible para su pueblo profundo, y para los pueblos de América Latina, pues además de ser despedido con un impresionante consenso de gratitudes y reconocimientos, se presenta como un legado para las luchas y movimientos del porvenir.

  • La polémica dirigencia morenista

    La polémica dirigencia morenista

    Si uno observa las actuaciones particulares y colectivas de la dirigencia morenista, primero caerá en cuenta en la inexplicable admisión de algunos personajes, otrora acérrimos enemigos del “movimiento”; pero luego, conforme se configura un análisis más a detalle, entonces lo inexplicable pasa al lado opuesto, comienza a tener una explicación que despeja toda duda: el movimiento es preso de la voluntad de unos cuantos donde los liderazgos morales, solo se convierten en referencia de los discursos y no cómo guía y ejes articuladores de la amplia base social que respalda al movimiento en general.

    Y no precisamente hay que reducir el análisis a la llegada de algunos políticos que no pasan desapercibidos al reclamo de la base militante, ese es apenas uno de los elementos que se convierten en motivo de observación y duda, también hay que señalar la manera en la que la pobre dirigencia se muestra incapaz de amalgamar a las demás voces que no cuentan con espacio alguno para expresar ideas y proyectos que institucionalicen la actividad partidista. Dicho de otra forma, las élites herederas de apellidos y no de talentos, cierran a piedra y lodo toda posibilidad de debatir sobre el rumbo que en esta etapa debería tomar el movimiento. Claro que la razón es simple: los amos y señores de las corrientes al interior, pretender engrosar la burocracia partidista con miras a las elecciones intermedias de 2027 y la carrera por la sucesión en 2030 y eso que el gobierno de Sheinbaum no lleva ni un año en el poder. A esto sumemos el acomodo que vienen encontrando los antiguos opositores en diversas áreas de la actividad política gracias a la intervención de los dueños de cada parcela morenista llámese el partido, el senado o la cámara de diputados.

    Por esa razón, resulta necesario identificar una realidad que, conforme pasa el tiempo parece inobjetable, la aparición de bandos (con todo y bandidos) que ven en la crisis de congruencia morenista, una buena oportunidad para hacerse de beneficios a partir de la demagogia ya gastada de “la pureza” o la lealtad a Sheinbaum y López Obrador, salvo admirables excepciones. Esos, a mi parecer, todavía están peor, porque la militancia en general identifica de manera clara quienes son los vividores de siempre del partido, sin embargo, comienzan a aparecer otros vivales de suma hipocresía agitando la bandera de la salvación del movimiento; de todos esos, ni a cuál irle, al menos si se tiene memoria de cómo se construyó en sí este movimiento.

    Estando así el tema de MORENA, no es el crecimiento de la oposición lo que puede provocar años de retroceso en la vida política nacional, sino el propio partido que va caminando a paso veloz en la pérdida de legitimidad, primero hacia quienes confiaron en el movimiento, lo construyeron o de manera noble se hicieron parte de él, y, posteriormente, a quienes hoy dan su respaldo a la presidenta de la república. Claro está que a Alcalde, Luisa María, poco le importa mientas se garantice a sí misma brincar a otra posición terminando la presidencia; de igual forma, poco le importa a López Beltrán, Andrés, mientras cumpla con la ambiciosa meta de afiliación, nomás que, en su caso, tiene mucho más que perder: la credibilidad de sí llegó a la secretaría por mérito propio o por ser hijo de quien es.

    Una posdata obligada: Con eso de la guerra de opiniones entre los que defienden el ingreso de personajes nefastos y vulgares versus los que se oponen, hay algo que verdaderamente genera pavor: la descalificación de las vacas sagradas sobre quienes insisten en la crítica constructiva. O sea, el sectarismo vulgar de los primeros reprimiendo desde la comodidad del cargo a los segundos. Qué vergüenza.

  • Medios, manipular para dominar

    Medios, manipular para dominar

    Los llamados líderes de opinión pasaron de saberlo todo en política a no saber nada. Esto no tiene nada que ver con su grado de estudios, aunque sí influye.

    La política ha cambiado, pero son incapaces de encontrar el punto donde surge el cambio. Su sabiduría de la política dependía de la información, de primera mano, que les daban los políticos en desayunos y comidas donde compartían el polvo y la sal.

    Se vivía en un sistema clásico de dominio, donde una minoría manipulaba a la mayoría, a través de los medios, utilizando gente que no era ni de la mayoría ni de la minoría sino provenientes de un segmento de la población moldeable, dócil, dispuesto a todo para alcanzar a ser como los miembros de la minoría que los mantiene.

    Se aplicó una serie de estudios e investigaciones sobre la manipulación, que arrojó la creación de capillas y cofradías que se adhirieron al poder, el rechazo por el pueblo que les motivó a unirse a la minoría conservadora perdura hasta ahora.

    Los comunicadores siguieron por su camino, los ilustrados se convirtieron en intelectuales orgánicos y la minoría seguía dominando y manipulando, todo funcionaba de acuerdo a lo planeado en el salinato, cuando los posibles críticos del sistema fueron adoptados como sus consentidos y elevados al rango de intelectuales. Así, los cambios eran superficiales solo aplicados para que el sistema no mostrara su senectud.

    Difícil no volverse viejo con una visión del mundo anacrónica, pero siguen funcionando, con programa cada día menos exitosos y mediocres conductores que carecen de credibilidad.

    Finalmente los cambios en la política no sólo fueron lógicos sino anunciados, aunque algunos quieran ganar tiempo en digerirlo, aparentando sorpresa, nunca creyeron que se acudiera la historia después de un siglo de manipulación producto del maridaje gobierno- medios.

    El análisis político no existía ni la cultura política en los medios y menos aún la investigación, que era el disfraz que adoptaba el comunicador para golpear a los enemigos del funcionario que le pagaba, en el cual había datos verdaderos y falsos, para darle congruencia a la diatriba.

    Los periodistas llamados de primer nivel son famosos, pero no certeros, conocidos en los medios convencionales pero carecen de credibilidad, intentan ser los buenos de la película de la información convencional que ha hecho tanto daño a México.

    Su poca ilustración académica habla de que nadie los eligió como comunicadores, analistas o comentaristas por estar preparados o por ser inteligentes sino por ser obedientes, sumisos.

    Más de un siglo llevó al periodismo mexicano y a la población, a darse cuenta de que el color con el que miran la realidad no la reflejaba en los medios, sino una interpretación.

    Es decir, si la clase dominante tenía en sus manos a los medios, la realidad que se reflejaba era la que esa gente quería que se difundiera como verdad absoluta. Nunca de advirtió sobre la existencia de una interpretación, al contrario, se habló, y con insistencia, de objetividad en el periodismo, para darle cuerpo sólido a esa endeble interpretación.

    Para sostener esa interpretación como realidad necesitaba de persona que no pertenecieran a la minoría y que, en su ambición por ser superiores a otros, escaparan, con instinto, de la mayoría. Esa es la raigambre de quienes, sobreviven con programas de medio pelo, nostálgicos del público que tenían y resentido con quienes culpaban de haberle robado su auditorio que consideraban patrimonio personal.

    Algunos llegan a arriesgarse al colocarse en la fila de la transformación, a quienes tarde o temprano se les descubre, como ha sucedido recientemente.

    Pero no es la única manera de identificarlo, sino su forma de trabajar, su narrativa, su estilo. Ante el desconocimiento del pasado político del país y la ignorancia total de la situación presente, laboraran diariamente con la especulación, único método para la narrativa que sustituye la vieja interpretación de la realidad.

    La especulación impone una nueva era en la comunicación de los medios convencionales y sus comunicadores, así lo muestran en columnas. Análisis, comentarios, libros, ensayos etc. convencionales que, además, temerariamente quieren ingresar a la transformación disfrazados de profesionales sin serlo y motivados más por sobrevivencia que por convicción.

    Lo medios se distanciaron de la realidad a causa de la interpretación que impusieron los intereses de los representantes del viejo poder que sólo se quedaron con dinero, pero sin relaciones en el gobierno para hacer producir ese dinero, porque con ello su rol de empresarios se derrumbó.

    El viejo régimen hizo a periodistas sin serlo, a empresarios sin serlo y a políticos sin vocación.

  • ¿Cuál es el límite?

    ¿Cuál es el límite?

    Continúa el debate en Morena en torno a los cuestionables movimientos políticos que han ocurrido, que terminan por encumbrar a personajes que hasta hace poco tiempo, pertenecían a la oposición y que, además de haber combatido de manera férrea al gobierno y a sus representantes en el poder, son también acreedores de una dudosa reputación.

    Si ya de por sí al interior del gobierno federal, han existido movimientos que son raros, por decir lo menos, como en el que se vio envuelto hace una semanas, Mario Delgado, secretario de Educación Pública, ahora vuelve a ser tema de conversación, como si fuera lugar común, el nombramiento de Adrián Rubalcava, al frente del metro de la Ciudad de México. Para mostrar que no es un punto menor, incluso la presidenta tuvo que dar su posicionamiento, que no estuvo exento de polémica.

    Y es que, pareciera que después de la salida del presidente tabasqueño, a todo el mundo se le olvidó que él fue el primero en fomentar la crítica, no sólo externa, sino además, de los propios partidarios y afines al movimiento que él creó y en cambio, de su camino hacia el poder solo se recuerda, de manera parcial, el extracto de su último texto publicado en el que habla sobre las alianzas y adiciones de personajes políticos externos para apoyar un movimiento. Como ya he mencionado en otras columnas, parece una jugada ventajosa y poco honesta, el hecho de incluir en un discurso, el ejemplo antes mencionado y dejar de lado el contexto bajo el cual el presidente desarrolla su narrativa y que lo lleva a contar la anécdota.

    Todo ello ha generado inconformidad en un sector de la población que apoya al gobierno federal, argumentando de manera simplista la tibieza de quienes critican los cuestionables actos. ¿De verdad estamos en un momento en el que no se puede cuestionar bajo ningún pretexto los actos que emanen de los representantes políticos  de izquierda? Bajo la pregunta anterior, parece que algunos electores que favorecieron con su sufragio a quienes actualmente gobiernan y tienen el poder a nivel nacional, de repente ya no saben nada cuando critican las decisiones al interior del gobierno federal.

    Quienes llaman tibios o traidores a los que hacen uso del juicio ante las decisiones emitidas desde Morena o el gobierno, ¿le dan la razón al PRI y al PAN, cuando afirman que el pueblo es ignorante y que por ello, por ejemplo, no se debería elegir de manera popular a jueces el próximo 1 de junio?

    Si de aprovechar las frases célebres del expresidente se trata, podemos recordar que él hacía mención al tigre, de manera simbólica, al referirse al pueblo de México, poseedor de un gran poder pero que, durante muchos años se encontró dormido y que, finalmente, después de incontables agravios, una gran corrupción y violencia que lo aquejó, se encuentra ahora despierto. ¿Ha pensado la dirigencia del partido guinda que ese tigre que ahora está consciente, lo está también contra quienes quieran pasarse de listos, que se encuentren en su propio bando? ¿De qué manera van a lidiar con ese tigre si quienes deberían tenerlo contento, son quienes con sus decisiones lo vuelven a ofender?

    Por otra parte, es importante que la gente que votó en 2018 por la alternancia en el poder y el año pasado por la continuidad de la misma con el plan C, sea consciente que, en el pasado, por haberse quedado callada (en su mayoría), la población sufrió las consecuencias de las lacras de la política, que fueron paradigmas en los gobiernos del PRIAN, tal como mencionó el ex mandatario de Macuspana en una de sus conferencias mañaneras.

    A final de cuentas, la crítica no es porque se dude de las capacidades de los cuestionables políticos de reciente ungimiento y purificación, de desarrollar sus labores en un puesto en específico, sino por los antecedentes de quienes además apenas hace semanas o meses, eran férreos miembros de la oposición y golpeadores del proyecto de izquierda y de la presidenta Claudia Sheinbaum.

    ¿Ahora es en Morena donde se hacen tratos en lo “oscurito”? Si la visión ha cambiado y los grandes ofensores de la oposición ahora son aceptados en el bando oficialista, ¿cúanto falta para considerar a Felipe Calderón o a Enrique Peña Nieto, como futuros presidentes del partido o cuando menos personajes clave del mismo o de un gobierno de izquierda?

    ¿Cuál es el límite?