Categoría: Pablo Ocampo

  • Parsimonia mundial

    Parsimonia mundial

    *Dedicado a Julián Assange por el atropello a su persona y a la libertad de expresión.

    “La gente no sabe lo que está pasando y ni siquiera sabe que no lo sabe”

    Noam Chomsky

    Cayó la noche que parecía día; en Alaska las cosas eran así durante 6 meses al año. El día nocturno te hacía querer enloquecer si no estabas acostumbrado, pero la mayoría de las personas que ahí viven, también son originarios de ese lugar.

    En los comedores de paso, de esos que todavía existen por las gélidas tierras, se ve en el televisor al fondo del local, a una presentadora de noticias que habla sobre la invasión de los Estados Unidos a Irak, como retaliación por el atentado ocurrido en las torres gemelas. Los comensales escuchan atentamente que los soldados han tenido éxito en invadir tierras asiáticas, y con el paso de los días se sabrá de la captura y posterior ejecución del líder de ese país.

    Las personas están contentas y gritan de felicidad al tiempo que alzan los brazos y cierran los puños cantando victoria, pero los medios que suenan tan gloriosos en ese instante, después callarían que las armas de destrucción masiva, motivo por el cual invadieron el país árabe, no fueron encontradas en ningún búnker o almacén de tipo militar; es más, no encontraron un sólo indicio de que ahí hubieran estado alguna vez, pero ya que invadieron el lugar, organizan un nuevo gobierno, y establecen sus condiciones para quedarse, que se basan en controlar el más grande tesoro que tiene aquel pequeño país: el petróleo. Mientras tanto, en los Estados Unidos el auge económico se nota y el país más poderoso del mundo, adquiere aún más dominio, mientras invade pequeños países y los saquea.

    Más tarde en el tiempo, comienzan a aparecer en los cines de Nueva York, éxitos que reafirman las proezas de las armas norteamericanas; sus estrellas consiguen la hazaña de salvar una vez más a la humanidad de la tiranía de mentes siniestras que han urdido planes para controlar todo el orbe; se erigen como la policía del mundo y entonces los espectadores citadinos se marchan satisfechos de las salas de proyección, sabiendo que su milicia es la más chingona y que en donde hace falta, van de buena fe a repartir democracia, aunque para ello tengan que hacer uso de la fuerza con tal de llevar estabilidad a las zonas invadidas.

    Por esos días, han elegido un nuevo presidente, ícono de los tiempos de cambio hacia la prosperidad, es decir, más todavía de la que ya gozaban en comparación del resto de países. Aquel nuevo mandatario, el primero de raza negra en llegar a dicho puesto, además ha sido condecorado con el premio Nobel de la Paz, y lo estrena dando la orden de que se lancen toneladas y toneladas de paz desde bombarderos hacia lugares donde sospechan que se esconden “rebeldes” y armamento, aunque sea conocido por sus cuerpos de inteligencia que entre las zonas a destruir se incluyen escuelas y hospitales. La misión es llegar hasta las últimas consecuencias para quienes pretendan establecer un gobierno soberano que se niegue a “cooperar” y entregarles lo que necesitan para vivir en la abundancia capitalista que han impuesto mundialmente. De nueva cuenta, los medios de comunicación hablan de las maravillas de sus armas, pero callan evidentemente lo que más tarde quedaría al descubierto, levantando el encono de los altos mandos estadunidenses.

    Pero llegan tiempos de cambio, los planes de expansión económica se ven golpeados por una crisis global que sacude todas las economías, incluida la propia. Parece que invadir países y controlar sus recursos no es suficiente para vivir el sueño americano. En su propio territorio, las firmas especuladoras hicieron lo suyo y se enriquecieron con el dinero de los demás, dejando a miles en la bancarrota.

    Surge de entre las pesadillas de la gente que perdió todo, el rostro bufonesco del nuevo líder: Un magnate que se declaró en bancarrota en distintas ocasiones para no perder su dinero y posesiones, y que ganó adeptos con sus declaraciones hostiles a quien se le antojara. Su objetivo principal serían los migrantes, esos que contrastan con su láctico tono de piel, provenientes en su mayoría de México, a quienes considera como secuestradores, violadores y delincuentes en general.

    Gana las elecciones y los medios que callan las atrocidades fuera del país, por primera vez voltean a ver hacia dentro, a ese presidente incómodo que un día sí y otro también, realiza proclamas cargadas de polémica. La condena se vuelve mundial, ¿cómo puede el máximo líder tener tanta libertad para decir lo que los demás ya saben pero que se pretende ocultar a la gente, incluida la propia, con tal de conservar los buenos modos?

    Es así que, cansados de que los ponga en ridículo por su ignorancia y aparente incapacidad para gobernar, los ciudadanos eligen un nuevo sucesor que los devuelva al buen camino de las apariencias, de las sonrisas fingidas, de las condenas enérgicas contra el eterno rival bolchevique, que solo vive en su imaginación. Arma un plan para desestabilizar sus fronteras, busca por todos los medios que sus aliados de antaño se unan en la tarea de preparar el escenario bélico, para aislar al enemigo y que todos puedan ver que ellos solo buscan protegerlos y a sus intereses. Mientras tanto los medios que alguna vez tuvieron el poder de dirigir con sus publicaciones, el ideario de la gente, comienzan a desfallecer ante sus casi nulos éxitos.

    Por ahí se habla del caso de un activista, quien revela secretos de esa nación. La traición a su propio pueblo al no darles a conocer el panorama que se vive en los países en guerra, las carencias que han padecido los pueblos invadidos por sus fuerzas armadas, las decisiones que han tomado sus gobernantes, que les han escondido que ha perjudicado otras regiones, las acciones de militares que han torturado y masacrado a personas inocentes, incluso tomando dichas acciones a modo de juego.

    Se encienden las alarmas, se unen gobierno y medios para condenar tales revelaciones que debían ser secretos de estado, que ponen en peligro la seguridad nacional, y demás serie de estupideces que ponen como excusa para tratar de llevar a sus calabozos a dicho personaje. Desde alguna oficina llena de personas vestidas de uniforme, se escuchan los gritos expelidos a los cuatro vientos: ¿Cómo se atreve?, ¡pero qué osadía!, ¿Con qué libertad se ha permitido exponer nuestros abusos? ¡Es un ultraje! ¡Debemos encarcelarlo por ejercer la libertad de expresión que nosotros no le dimos, es más, que no autorizamos!

    Mientras tanto, en las calles de Nueva York, así como en los comedores de Alaska (que todavía existen) y en el resto del país, se dejan ver en los noticieros que el enemigo público número uno de los Estados Unidos de Norteamérica será llevado en próximas semanas hasta los juzgados, los grandes estudios ya preparan el próximo éxito taquillero con el actor de moda que le dé tranquilidad a los ciudadanos adormecidos y el mundo observa en silencio un atropello más, cometido por el país de las pretensiones.

  • Hacia la continuidad de la verdadera alternancia

    Hacia la continuidad de la verdadera alternancia

    Durante el pasado fin de semana en Toluca, Estado de México, se llevó a cabo un encuentro en el cual el partido MORENA reunió a personajes de alto perfil, con la intención de mostrar apoyo y unidad a los futuros candidatos de dicha entidad para las elecciones que se realizarán el próximo año, pero también como una posible muestra de prospectos del partido de izquierda, al sufragio federal de 2024. Desde entonces, se ha levantado y acrecentado una oleada de especulaciones de propios y extraños, que encumbran a unos y desploman a otros, en su posibilidad de ser ungidos como el próximo mandatario nacional. Si bien nos encontramos a poco más de dos años de dicho evento popular, las manos de algunos políticos comienzan a dejarse ver por lo alto para ser tomados cuenta, mientras que otros prefieren manejarse con prudencia para no permitir que sus aspiraciones se diluyan con el paso del tiempo.

    Independientemente de las ideologías que los identifiquen, los distintos personajes de la izquierda mexicana que gobierna el país, deben encontrar la manera de mantenerse en unidad de cara a las futuras elecciones presidenciales. El hecho de encontrar nicho entre algunos pares de la política, a través de redes sociales o tener afición y correspondencia por algunos medios de comunicación, que valga decir, tienen historia con el antiguo régimen de gobierno; no es sinónimo de contar con la simpatía del pueblo.

    La gente no busca más la repetición de discursos políticos de palabras rimbombantes y carentes de contenido, que pretendan marear con verborrea mientras se pacta con fuerzas oscuras, alianzas que dejen a los más necesitados al margen de los beneficios que se han construido en este sexenio, y signifiquen una pausa en los beneficios hasta ahora conseguidos; pero tampoco quiere la cerrazón e intolerancia de gobernantes que tengan las mejores intenciones con el pueblo, pero que al momento de tomar una decisión, muestren intransigencia y necedad que lleven a malograr las metas de apoyo institucional a la gente de escasos recursos.

    Actores políticos como Ricardo Monreal o Gerardo Fernández Noroña, así como quienes quieran sumarse en pos del máximo cargo de elección popular que se otorga en México, deben optar por dejar de lado los egos que puedan interferir con la prosecución de los resultados en favor de la población obtenidos hasta el momento, aceptar críticas constructivas provenientes de los distintos ámbitos a los que les expone su posición de figura pública y política, unificar las causas y convicciones del pueblo, aunque una parte de éste sea afín a la derecha conservadora y sus aliados medios de comunicación, que han pretendido dividirnos en buenos y malos, y apostar por sumar fuerzas cuando llegue el momento para que la izquierda vuelva a elegir al que sea su representante ante los adversarios en las boletas electorales.

    Crear alharaca sin sustancia en televisión y redes, por aspiraciones personales con miras a un puesto, utilizando todos los medios posibles, sin soltar la vanidad y el orgullo, solo llenará de suspicacias el imaginario popular, poniendo en tela de juicio las verdaderas intenciones para hacerse de todo el poder que conlleva un cargo de semejante magnitud, sin pasar por alto que cada vez hay menos gente dispuesta a olvidar las tropelías, pequeñas o grandes, así como coqueteos políticos que huelan a traición de principios que lleven a olvidar su compromiso con el electorado. Nadie quiere un antifaz de izquierda que esconda un rostro con facciones de derecha.

  • La herencia que nos dejaron

    La herencia que nos dejaron

    El pasado 2 de junio, en el seno de la XL reunión plenaria de la conferencia permanente de partidos políticos de América Latina, Porfirio Muñoz Ledo, cobijado bajo la figura del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, hizo un llamado al entendimiento, al Presidente Andrés Manuel Lopez Obrador a “no heredar su contubernio y asociación con el narco”. Durante el nombrado evento, en el que el máximo líder priísta rindió protesta como Presidente de dicha organización para el período 2022-2026, el chapulín multipartidista de 88 años y expresidente de la cámara de diputados por MORENA y ahora convertido en férreo crítico del actual gobierno, comparó la gestión de López Obrador con el “maximato”, al argumentar que los recursos del gobierno federal y del narcotráfico se fusionan, asumiendo así la omnipotencia del primero y finalmente afirmando que hace falta elaborar un nuevo pacto de poder.

    Desde que en México se inició una guerra contra el crimen organizado, durante el sexenio de Felipe Calderón, la ciudadanía comenzó a experimentar como algo cotidiano y con una duración que alcanza a vivirse hasta nuestros días: muerte, desolación, abandono y traición institucional. Dichas experiencias aberrantes, dejaron también, como huella indeleble a su paso, una sensación de odio o recelo generalizado entre la población.

    Las muestras de violencia extrema que han desarrollado los distintos grupos delictivos a lo largo y ancho de nuestro país y la cercanía de estas vivencias a la gente común, hizo que pululara la creencia de que la vida es así, de que las personas son de esa manera y de que es un modo normal de actuar. Fue entonces que esta nueva realidad cayó como un mazo en la conciencia, sobre todo de los más pequeños en las familias, quienes adoptaron actitudes, comportamientos y costumbres que luego se hicieron famosas y celebradas en narcocorridos y series de televisión. La cercanía con la muerte que tuvieron las, entonces, nuevas generaciones; el hecho de que para muchos de ellos fuera una realidad y hasta costumbre aprender a vivir sin algún familiar, resultado de la violencia, provocó que existiera una carestía de valores y en consecuencia, descomposición social. Si existían diferencias, fricciones y hasta rencores entre segmentos de la población, con esta inyección de violencia prolongada durante tanto tiempo, dichos sentimientos y emociones se exacerbaron.

    Haciendo alusión a las palabras de Porfirio Muñoz Ledo, esa ha sido la herencia maldita que nos dejaron los gobiernos de la oposición, con los que él, por cierto, colaboró durante la mayor parte de su vida; por eso es que para ellos y para muchos mexicanos resultan risibles sentencias tan firmes y directas como “abrazos, no balazos”; por eso es que les resulta incomprensible dejar libre al hijo de un capo, en un mal planeado operativo militar, para evitar las muertes de personas inocentes en reprimenda por su captura; por eso es que les resulta difícil pensar en que los delincuentes también son seres humanos, con derechos y pertenecientes a una sociedad de la cual son reflejo, abandonados por políticos indolentes que se enriquecieron a expensas de recursos que estaban destinados a gente de escasos recursos, que tuvieron que vivir al margen de la ley, la alternativa para no morir de hambre, para salir de la pobreza, mientras contemplaban, como el resto del pueblo, los excesos de sus gobernantes, bajo una carencia total de valores pero también, de remordimiento; probablemente pensando “si lo hace el presidente, diputado o gobernador, ¿por qué no lo voy a hacer yo?”.

    Entre las grabaciones que evidenciaron el corrupto actuar del mandamás del PRI en vísperas de elecciones; las palabras emanadas del otrora solemne octogenario del partido que mantuvo en el país una “dictadura perfecta” durante cerca de 80 años y los resultados obtenidos en la contienda electoral el pasado domingo, en la que su antiguo partido recibió una estocada mortal de cara a las elecciones del próximo año en Coahuila y el Estado de México, así como las federales del 2024; es claro que la mayoría de la gente que ha sufrido una y otra vez las vicisitudes y agobio de la violencia nacida en el prianato, se cansó finalmente de seguir viviendo entre la carestía y la zozobra de la herencia que nos dejaron.

  • Lo inmoral del abandono médico

    Lo inmoral del abandono médico

    Aunque pueda parecer repetitivo tocar el mismo tema de manera reiterada, lo cierto es que los medios de comunicación afines a las prácticas de corrupción y engaño del antiguo régimen que controlaba el país, no han descansado en su afán de mentir a la audiencia que aún se informa con ellos. En este contexto, es necesario -y hasta imprescindible-, mantener el dedo en el renglón para que no se caiga en información tendenciosa que busca inclinar la balanza hacia los intereses que persiguen los grupos de poder político-económico que mantienen una batalla constante contra el presidente y todo lo que tenga alguna implicación con él, es por ello que un mero esfuerzo por tener un panorama claro de un tema tan trascendental, implique la labor de hablar de él con tanta insistencia. Prosigamos…

    Este martes, el Secretario de Salud de México y el Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, dieron a conocer los avances en la contratación de personal médico como parte del fortalecimiento del sector salud del gobierno federal. Si bien se ha contado con un avance en la contratación para plazas vacantes, la tarea aún parece difícil de lograr, ya que a pesar de que en el territorio nacional existe un total de 135,046 especialistas, aun se mantiene un déficit de 154,786 de ellos para cubrir las recomendaciones internacionales que rondan los 230 médicos por cada 100 mil habitantes, de acuerdo a la población del país, de aproximadamente 126 millones de personas; siendo Tlaxcala, Guerrero y Chiapas los estados con la menor proporción por el número de población y la Ciudad de México por encima de lo sugerido, con 385.2 profesionales por cada 100 mil ciudadanos. Para el caso de médicos generales, la carencia, aunque es menor, alcanza la cifra de 33,832 vacantes sin cubrir.

    Sin embargo, el peor escenario se hace presente en el estado de Veracruz,  en las regiones de la Huasteca, montaña y Papaloapan-olmeca donde 2.4 millones de niños y niñas requieren de un pediatra que los atienda y no lo hay. Caso similar se encuentra en el estado de Guerrero donde hasta 873 mil niños no cuentan con este servicio.

    Contrario a la manipulación de información de la que ha sido víctima el pueblo de México, los esfuerzos del gobierno por contratar a personal capacitado que atienda las necesidades de un tratamiento especializado y general en el área de la salud, no surgieron a partir de la denuncia de algunas asociaciones y federaciones, por la contratación de médicos cubanos para trabajar en zonas de difícil acceso y marginales del país. De hecho, la oferta de dichos lugares ha existido incluso antes de la llegada del nuevo gobierno y a pesar de esto, a la fecha, la demanda de las mismas no ha sido cubierta. La muestra la dio Zoe Robledo, quien destacó que de un total de 13,765 vacantes ofertadas en la jornada nacional de reclutamiento y selección para médicos especialistas, 9,725 de ellas aún siguen sin postulaciones (profesionistas interesados en ellas).

    Los ejemplos mencionados en Veracruz, Tlaxcala, Guerrero o Chiapas, nos dan fe de que a pesar de existir el requerimiento de un servicio de salud de calidad, incluso con la exigencia de las voces que dejaron escuchar su negativa ante la intervención de especialistas extranjeros, aun con la participación de profesionistas que se ostentan como celebridades en redes sociales, la necesidad de médicos para las zonas pobres, de difícil acceso y con población en pobreza extrema, sigue sin satisfacerse. Con datos duros se demuestra que el problema de la falta de atención médica en el país no es producto de la escasa o nula oferta del servicio por parte del gobierno, sino de la apatía por cumplir un compromiso ético y moral de atender a quien más lo necesite, fuerte mensaje para los detractores de la cartilla de Alfonso Reyes, divulgada por el gobierno.  La encomienda por llevar atención médica a los más necesitados, aunque todavía presenta resistencias para cumplirse, avanza en su objetivo. En palabras del legendario músico inglés John Lennon: “puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único”.

    Colofón: El martes, como parte de una defensa fatua y mal planeada, el presidente nacional del PRI dio a conocer un audio en el que, con participación de por medio del senador del Partido Verde, Manuel Velasco, alega que el gobierno federal le amenazó si no votaba a favor de la reforma eléctrica que, se sabe, toda la oposición, votó en contra. A su vez en otro audio, presuntamente el mismo dirigente, elabora un esquema de lavado de dinero (palabras de Layda Sansores, gobernadora de Campeche), de millones de pesos. Los mismos medios que han hecho de la información un negocio lucrativo por encima del bienestar social, son los mismos que han apoyado sistemáticamente a dichos representantes de la oposición y golpeado pública y masivamente al gobierno del cambio. ¿A quién cree usted?

  • La lucha por la salud

    La lucha por la salud

    Durante la 75 Asamblea Mundial de la Salud, celebrada en Ginebra, Suiza, el subsecretario Hugo López-Gatell Ramírez fungió como representante de México ante la OMS, y manifestó en su discurso la velada responsabilidad del sistema neoliberal en la repercusión para la precariedad de la salud a nivel internacional, al centrarse en los intereses comerciales por encima de la sanidad, y por originar estragos sociales al incrementar la desigualdad económica en los estados miembro de la OMS, así como de todo el mundo. 

    En dicha reunión, puso en tela de juicio el paradigma centrado en la creencia de que la inversión privada es mejor y más eficiente en su labor que la pública, manteniendo a los organismos gubernamentales al margen de la contribución para la salud, gestionando solamente las regulaciones para el sector privado.

    Expuso además que se han vivido cuatro décadas de desigualdad en los estados miembro, teniendo como consecuencias la incertidumbre laboral, una explotación y degradación de los ecosistemas, la falta de alimentos para las poblaciones y la pérdida de culturas locales, además del decremento en la salud poblacional.

    También comentó que la pandemia originada por el virus SARS-CoV-2 dejó al descubierto puntos a tomar en cuenta que este mismo sistema neoliberal generó en su práctica, como estilos de vida sedentarios, responsables del incremento en el desarrollo de enfermedades crónicas, mismas que exacerbaron la gravedad de la enfermedad por Covid; trabajar para disminuir las brechas de desigualdades sociales y económicas que contribuyan a conformar comunidades resistentes a emergencias sanitarias, y la creación de sistemas públicos de salud con capacidad de cobertura universal y gratuita que contribuyan al bienestar social.

    A su vez, los gobiernos deben crear factores que aporten en la movilidad y empoderamiento de las comunidades así como las capacidades para que estas puedan afrontar mejor futuras emergencias sanitarias.

    El doctor López-Gatell reconoció la necesidad de denunciar y enfrentar a empresas multinacionales productoras de alimentos y bebidas procesadas, que se sabe influyen en el desarrollo de enfermedades crónicas que generan pandemias (obesidad, diabetes, hipertensión), así como la creación de sistemas de agroalimentación que sean justos.

    En su discurso el subsecretario de salud de México hizo un llamado a combatir a compañías que atentan contra la lactancia materna, abogando a publicidad engañosa, dirigida a países pobres;  reforzar la lucha contra la adicción al tabaco y alcohol, industria que incrementa esfuerzos para reclutar a menores de edad con productos atractivos a ellos como vapeadores y cigarrillos electrónicos; también abogó por crear una salud integral, pues mencionó que las enfermedades transmisibles entre animales y humanos surge a consecuencia de la desaparición de ecosistemas silvestres. 

    Hizo un llamado además a fortalecer la atención en el área de la salud mental, a través de la eliminación de estigmas sociales y la discriminación a quienes padecen de una enfermedad de esta naturaleza, mediante inclusión, derechos humanos y la atención primaria a la salud.

    Sin lugar a dudas se han hecho esfuerzos sobrehumanos para contrarrestar en escasos 3 años lo que se dejó de hacer durante 4 décadas. La lucha contra los poderes de facto que se anidaron bajo las faldas del poder político y que se alimentaron desde él, a expensas de los más necesitados, fue origen de la larga lista de nuevas enfermedades que aquejaron -y siguen aquejando-, a la población mundial.

    Sabemos que la lucha contra empresas productoras de chatarra será grande, pero nos encontramos ante la necesidad de salvaguardar la salud de las generaciones de mexicanos que nos sucederán, para al menos, entregarles un país más equitativo, con oportunidades de trabajo digno, manteniendo un modelo de alimentación basado en una labor de campo eficaz y eficiente, que genere la materia prima para todo un país.

    El reto parece titánico, pero desde el cambio de visión de un gobierno comprometido con la gente, en lugar de los altos intereses económicos del sistema neoliberal, por primera vez parece una meta alcanzable.

  • La insoportable levedad de hacer Tiktoks

    La insoportable levedad de hacer Tiktoks

    Desde que comenzó la epidemia de COVID-19, causante de la pérdida de incontables y valiosas vidas humanas a nivel mundial, tanto gobierno como sociedad han reconocido día a día, al personal de salud por su incansable labor para ayudar a quienes se han visto contagiados con el virus SARS-CoV-2.

    Incluso en 2021, el gobierno entregó premios a integrantes del sector salud en el marco de la atención a esta enfermedad, postulados por dependencias y pacientes. En redes sociales llegó a surgir quien comenzara una iniciativa para llevar mariachi afuera de los hospitales, con resultados dudosos. Se les reconoció desde entonces y aún ahora, también se les agradece su dedicación.

    No obstante, esta pandemia dejó al descubierto también, un problema que había permanecido latente y que hoy es tema central por su urgencia. En México, como en muchos países del mundo, existe un déficit de profesionales de la salud con respecto a la población nacional. De un total de 230 médicos por cada 100 mil habitantes que se recomienda a nivel internacional, antes de la pandemia había solo 119 y al día de hoy la cifra decreció a 107.2 por cada 100 mil personas, de acuerdo a datos expuestos por el secretario de salud Jorge Alcocer. De los motivos y razones importantes para que este personal desista de llegar a zonas de difícil acceso o de bajos recursos, destacan la inseguridad prevalente en algunos estados; sin embargo, el secretario también adujo a la falta de interés de los médicos por estar en lugares remotos del país.

    Con todo lo anterior y ante una necesidad real por cubrir dichas vacantes, se optó por recurrir a especialistas cubanos, quienes ya en 2020 fueron necesitados para realizar su labor en la Ciudad de México. Entonces como ahora, se alzaron voces desde la oposición para protestar por su llegada, las más soeces para argumentar que se estaba apoyando así, a la “dictadura cubana” (https://aristeguinoticias.com/2009/mexico/julen-rementeria-denuncia-que-contratacion-de-medicos-cubanos-costo-255-millones-de-pesos/). Ante los hechos, este pasado lunes, una doctora llamada Ana Ceci, personalidad en el mundo de las redes sociales, aprovechó su proyección en ellas para rebatir al presidente López Obrador, su intención de contratar a médicos de la isla con la publicación de un video, argumentando que tiene “muchos amigos que quieren regresar a sus ciudades, a sus provincias, a ejercer, ¿dónde están las plazas?” [sic]. Después de que el comentario de la doctora se reprodujera de manera viral, publicó una segunda grabación donde manifiesta que a partir de su discurso, “surge muchísima controversia, muchísimo odio a los médicos y muchísimo odio a su persona”. [sic]

    Las palabras expresadas por la galena, solo reflejan el desconocimiento de una realidad que viven cientos de comunidades indígenas, ubicadas en zonas de difícil acceso, ante la carencia de personal médico que han padecido por años. De igual manera, también refleja su escasa sensibilidad social y el nulo acercamiento con la gente más pobre, lo mismo que se puede decir de la oposición que hoy se “cuelga” de sus palabras, para exigir que se contraten a médicos mexicanos en lugar de cubanos, olvidando (tal vez de manera intencional) que esta carencia surgió bajo el manto de la desatención y el desmantelamiento del sector salud, ocurrido en los gobiernos de PRI y PAN, según palabras del subsecretario de salud Hugo López-Gatell. (https://youtu.be/TIpkrge0qV0).

    Ahora que se desató el debate por la llegada del grupo de facultativos caribeños, ¿la mencionada médico y sus amigos se preguntarán si esta deficiencia y subsecuente crisis de salud se podía evitar, si la oposición hubiera hecho un mejor trabajo?, ¿se da cuenta que sus palabras ahondan en el discurso de discriminación, xenofobia y clasismo, promovido por el PAN? ¿Tendrá 200 mil amigos para cubrir todas las plazas que hacen falta en México en el campo de la medicina?

    Es completamente equivocado pensar que el pueblo de México odia a quienes han considerado héroes durante toda la pandemia; resulta increíble creer que a políticos de la derecha mexicana, de súbito, les nazca amor por los profesionistas que ellos han hecho menos. Parece curioso que personajes como la protagonista de dichos videos, se deslinden reiteradamente de partidos políticos, a pesar de que se ha descubierto que sus conocidos, amigos y/o pariente (en este caso), son o han sido parte del problema en lugar de ser parte de la solución. Al final, los hechos dejarán ver quien habla con argumentos y quien lo hace por interés y conveniencia.

  • Los que se creen de la moronga azul

    Los que se creen de la moronga azul

    Hace unas semanas, durante su ya tradicional conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo referencia a esta expresión, después de que un grupo de comunicadores y pensadores de oposición convocaran a una marcha para pedir no votar en la revocación de mandato, planeada para el pasado 3 de abril, la cual contó con una participación reducida de simpatizantes. En dicho acto de comunicación a la ciudadanía, el mandatario expresó que, si bien no es un grupo representativo de toda la sociedad mexicana, los seguidores de dichos personajes de derecha, sí se sienten identificados con los ideales que estos representan. Pero, ¿cuáles son? Aquí unos ejemplos:

    Sin duda, anhelan pertenecer a ese 1% de la población en México dueña de medios de trabajo, cuyos ingresos suman más de la mitad del poder adquisitivo del resto de todos los mexicanos. Algunos de ellos tienen la posibilidad de estudiar en las mejores universidades del país y tal vez del mundo -con becas de por medio- y a pesar de ello, cometen faltas de ortografía, usan frases incongruentes y sus reclamos carecen de lógica. Se burlan si no hablas inglés, pero no son capaces de articular un buen discurso en español o una pancarta que sea inteligible.

    Su fuerte no es el amor a México. De hecho, en algunos casos, sus raíces no tienen nada que ver con lo mexicano y se jactan de ello y lo que aman de vivir aquí es poder explotar, tanto recursos como mano de obra, para incrementar el dinero en sus arcas. Algunos ni siquiera conocen bien el himno nacional.

    Su fuerte no es ayudar al que menos tiene. Durante años se aliaron a la clase política para obtener ganancias al margen de la ley y mantener una pobreza sistémica, que tuvo como consecuencia que generaciones completas de connacionales no tuvieran la posibilidad de salir adelante mediante estudios o trabajo bien remunerado.

    Su fuerte es tergiversar, dividir, provocar encono entre la gente, repitiendo lo que dicen los medios de comunicación. Les molestan los que menos tienen, pero sin ellos, sus negocios se vendrían abajo, sus casas permanecerían sucias y sus autos en las cocheras. Los prefieren pobres, sumisos e incultos porque de no ser así, ¿a quién van a mandar? Su fuerte es hacer creer que, por nuestras posibles diferencias, somos enemigos.

    Desde luego, no todos son así. Están quienes son buenos ciudadanos, buenos patrones, aquellos que contribuyen al crecimiento del país y al empoderamiento del trabajador, los que se hartaron de la corrupción. Los hay quienes han pensado más allá del discurso de discriminación y odio presente en televisión y radio, patrocinados por el mencionado 1%. Lo cierto es que, para el resto de la sociedad mexicana, el hartazgo que encaminó el cambio en el rumbo político del país, tiene más que ver con un enfoque de acción del gobierno que llegue hasta los que más necesitan.

    El pueblo en general no ve como algo malo tener más de lo que ya se tiene, siempre que esto no signifique oprimir al necesitado. Nadie quiere apoderarse del fruto del trabajo del otro, mientras dicho fruto se haya obtenido de manera digna. La gente quiere que existan más fuentes de empleo, después de todo, son indispensables para que la economía fluya, siga su curso, pero también quieren condiciones de trabajo justas, un sueldo aceptable y un trato decente con su patrón, que vaya más allá del clasismo y racismo. Entender lo contrario, lo que ideólogos, pseudo intelectuales, políticos y comunicadores en la oposición pregonan, es el principio real de la polarización, porque detrás de ellos tienen a seguidores que fanatizan, a los que exacerban el odio, haciéndoles creer que la inmensidad del pueblo busca quitarles todos sus privilegios. Nada más lejano a la realidad.

    Mientras ese grupúsculo de seguidores de la oposición permanezca cegado por la cólera que sus propios líderes les generan, seguirán saliendo a las calles a marchar sin saber muy bien porqué, continuarán haciendo ridículos en redes sociales y lamentablemente, vendrán más ataques a personajes de izquierda. Después de todo, esa es la función real que buscan de ellos, quienes manejan las riendas económicas y políticas de la oposición: cegarlos de ira para defender sus intereses, mientras les hacen creer que son los de la moronga azul.

  • La dignidad recobrada

    La dignidad recobrada

    Desde que en México se luchó para convertir un virreinato en nación, hace aproximadamente 200 años, se han sufrido distintas vicisitudes que llevaron a su población a padecer adversidades; sin embargo, si volteamos a ver los hechos que sentaron las bases de la que sería la independencia de la corona española, podemos rescatar algo que ha sido constante en la construcción de nuestro país: el carácter y la tenacidad de nuestro pueblo.

    Es sabido que durante centenas de años, hemos soportado saqueos, invasiones o traiciones de gobernantes que se suponía debían velar por los intereses de sus representados. Tan solo con hacer un recuento de los últimos 50 años, la constante ha sido tener gobiernos opresores, asesinos y entreguistas; basta recordar la matanza de estudiantes en el año 68 a manos de militares, bajo el mando de Gustavo Díaz Ordaz o más recientemente, la desaparición de normalistas en Guerrero durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, teniendo lugar entre ellas, la gran crisis que dejó el gobierno de Carlos Salinas, la depreciación que tuvo la moneda mexicana al extremo de perder tres ceros y el debilitamiento de paraestatales de manos de Felipe Calderón para favorecer a particulares, como lo fue el caso de las empresas mineras.

    La poco honrosa reputación que dejaron gobernantes y partidos que hoy conforman la nada digna oposición política, parecían eternas en un país donde crecían las arcas de los amigos y compadres de gobernadores y presidentes, mientras los bolsillos de la gente de a pie estaban cada vez más vacíos; saqueados. Pese al recuento de las adversidades, en un mar de corrupción y complicidad, el temple del pueblo le ha permitido sobreponerse a las tempestades; la fe de que las cosas pueden cambiar, lo llevaron a pensar en alternativas, la última de ellas ocurrida en las elecciones federales de 2018. El pueblo, entonces, legitimó con su voto un gobierno distinto, enfocado hacía los más necesitados, hacia los olvidados del sistema que gobiernos anteriores se negaron a ver, hacia un dirigente que planteó “primero los pobres” y lo ha cumplido a cabalidad.

    Pareciera estar por demás hacer el recuento de logros de la llamada 4a. Transformación de la vida pública del país, como la ha denominado el Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero independientemente de haber negociado con empresarios un aumento de sueldo que en sexenios anteriores parecía imposible, de concretar la pensión universal para adultos mayores que ya gozan poco más de 9 millones de mexicanos y la extraordinaria labor para atender y vacunar a la población mexicana frente a una pandemia que tomó a todos los gobiernos y economías por sorpresa, tal vez el mayor logró de este gobierno sea el devolver al pueblo el poder, un poder que jamás debió perder desde un principio y anhelamos no volver a entregar: el poder de decidir qué gobierno queremos, cuándo y bajo qué condiciones, el poder de controlar a quiénes queremos para que hagan valer la ley, sin romperla.

    Los ejemplos más reciente sobre el tema son el apoyo de poco más de 16 millones de personas para rechazar la revocación de mandato hacia el presidente, a pesar de los obstáculos creados para la misma por el propio INE (https://www.sinembargo.mx/04-03-2022/4136821) y las muestras de rechazo a diputados de PRI, PAN y PRD, después de que votaran en contra de un proyecto de reforma en materia energética, que suponía beneficios para toda la población -primero para los pobres-, y que en su lugar, al no alcanzar mayoría calificada, dejó la puerta abierta para que las compañías privadas extranjeras se sigan beneficiando de las leyes a modo que dejó impuestas el gobierno de Peña Nieto. En el último caso, los legisladores en cuestión se alzaron en festejos y burlas contra sus pares morenistas, del presidente y hasta de la gente (https://www.sinembargo.mx/17-04-2022/4164962), pero olvidan que en 2022 y 2023, se celebrarán elecciones para gobernador en 8 estados, entre ellos 2 bastiones priístas: Hidalgo y Estado de México, que viven un hartazgo popular debido a las precarias condiciones en materia de seguridad y empleo y que pueden perder la hegemonía tricolor.

    A falta de poco más de 2 años para que termine el ejercicio del presidente López Obrador, aún nos falta ver qué otras obras se puedan concretar, ver que se establezcan más gobiernos de izquierda que abran los brazos a la gente en lugar de dar la espalda y que el pueblo consolide ese poder para elegir a representantes que sean dignos, manteniendo la observancia en sus actos. La época de obedecer sin cuestionar, de mantener virreinatos, de dejarse intimidar ante un mal gobernante ha pasado y gracias a la 4a transformación y al presidente, podemos sentirnos dignos de un gobierno cercano, de un gobierno para todos. ¡Por el bien de México, primero los pobres!