Categoría: José García Sánchez

  • Mondragón y su ex carnal

    Mondragón y su ex carnal

    Organizó pláticas en favor de la candidatura de Marcelo Ebrard en su oficina personal de la colonia Del Valle en la CdMx, se refirió al ex mexicano como “su hermano”, y aseguraban que no quería ningún puesto en el gobierno. Todo se derrumbó.

    La adhesión de Manuel Mondragón y Kalb, ex secretario de Seguridad Pública en la capital de país, a la campaña de Santiago Taboada, muestra que siempre estuvo muy alejado de Morena, al igual que su ex jefe. El médico se dijo ebradorista hasta que éste lo dejó colgado de la brocha y se terminó la hermandad, la coincidencia y el apoyo.

    Parecía convencido en la entrega al apoyo de su hermano, no importaba ni enfermedad ni tanque de oxígeno al lado, para alentar su carrera hacia la presidencia de la República, Mondragón y Kalb, repetía varias veces en una misma plática que no quería ningún cargo público y ahora pareciera querer cargarle el portafolios a Taboada.

    A Mondragón y Kalb le precedió Genaro García Luna en la secretaría de Seguridad Pública, donde estuvo del 1 de diciembre de 2012 al 25 de febrero de 2013, menos de tres meses.

    Las pifias de Ebrard diluyeron su imagen política y mientras más pasaba el tiempo, y más solo se mostraba, no sin antes dejar un tizne de traición a los legisladores de Morena que los siguieron la primera parte de su lucha por la candidatura.

    Ebrard decidió caminar solo y no le avisó a nadie, así que en su evaporación política llegó a convertirse en un renegado de la mexicanidad, porque nadie con estudios elementales de diplomacia, acepta una condecoración de un gobierno extranjero sin solicitar permiso a las altas autoridades mexicanas. Nadie se lo iba a negar pero parecía estar decidido a pararse ante el precipicio de la política nacional de una vez por todas.

    El artículo 37, fracción III, del apartado C, de la Carta Magna de México asienta que la ciudadanía mexicana se pierde en caso de: “Aceptar o usar condecoraciones extranjeras sin permiso del Ejecutivo Federal”.

    A Ebrard le fue otorgada la Gran Cruz Placa de Plata, que entrega el gobierno de Honduras, nadie fue el indiscreto o mal intencionado que daba a conocer en las redes el tema, el propio Ebrard lo difundió en su cuenta de X, ex twitter, como si renegara de la nacional que dijo serle propia y adoptar, en ese momento la de su esposa. El ex canciller ya no tiene contacto con los medios, ahora es simplemente un ex rock star.

    Tal vez para Ebrard el reconocimiento no tenga la validez que señala la Constitución, porque la máxima presea de la Orden de Francisco Morazán, que por orden de importancia tiene diferentes niveles: la Gran Cruz Placa de Oro, Gran Cruz Placa de Plata, que recibió el ex precandidato, Gran Oficial, Comendador, Oficial y Caballero. Basta y sobra con que tenga origen extranjero, que se otorgada en otro país y colocada por un gobierno que no es el de México para que, en ese momento, deje de ser mexicano.

    Nada tiene que hacer Ebrard en México, en Honduras tiene un futuro prometedor como empresario. Él fue el vínculo entre su cuñada y Ricardo Salinas Pliego, quien le prestó su estadio cuando cerró campaña para la selección de candidato en la arena Ciudad de México.

    Conocedor de la ola de emigrantes que viene de ese país a México, considera que valdría la pena que un ex mexicano pueda llegar a Honduras a fortalecer la fortuna de su esposa, quien pertenece a las familias más acaudaladas de ese país que vive hundido en la miseria.

    El ex ideólogo del piso parejo al enterarse de que su ex carnal Manuel Mondragón, se unió a la campaña del capo del cártel inmobiliarios, no sólo se deslindó sino que consideró la decisión de “error enorme”.

    La figura de Ebrard se diluye en el tiempo, se derrite al calor de las campañas y prefiere verlo todos desde lejos, y mientras más lejos, mejor. Así, Ebrard ahora es ex candidato, ex mexicano, ex rebelde sin causa, ex escritor efímero, incluso es un auténtico ex Marcelo Ebrard.

  • Acoso ficticio a la prensa

    Acoso ficticio a la prensa

    Se dice que si un periodista es mencionado continuamente para ser desmentido es un acoso, es más bien, un caso similar al de un delincuente que es agarrado in fraganti muchas veces; pero no lo castigan, simplemente lo exhiben como ratero. En ambos casos estamos hablando de impunidad.

    La libertad de expresión no tiene implícita a la mentira; sin embargo, los medios inestables y los comunicadores mercenarios, la consideran parte de los insumos de su trabajo. Lo cierto es que el gobierno no ha querido demandar penalmente a los mediocres comunicadores que mienten, o, por lo menos obligarlos a desmentirse.

    La tolerancia del actual gobierno ha sido benévola con los periodistas mentirosos, quienes afirman que hay acoso, que se limita la libertad de expresión, cuando los verdaderos agresores de la verdad son ellos. Los reporteros que siguen viviendo en el pasado defendiendo intereses y privilegios de una minoría, son delincuentes que gozan de impunidad hasta el momento.

    El gobierno, por su parte, evita que las quejas salgan del ámbito de los medios que fabrican su propia realidad, pero también se trata de persuadir de que vuelvan a ser profesionales, pero en lugar de acatar las reglas esenciales del periodismo, se quejan de acoso más allá de las fronteras, buscando no sólo que haya un desconocimiento internacional del actual gobierno sino provocar una invasión en nombre de la violación a la libertad de expresión, que dicen defender los enemigos de la verdad.

    La carta Mundial de Ética periodística dice en su primer artículo: “Respetar la verdad de los hechos y el derecho del público a conocerla constituye el deber primordial del periodista”.

    De ahí que deban echar mano a su permanente nostalgia por el pasado, y su malinchismo para seguir medrando con sus espacios de alquiler en los medios convencionales y lograr que todo vuelva a ser como antes, es decir que haya dinero destinado a la salud, a los hospitales, a la educación desviado hacia sus bolsillos.

    Con esto el gobierno mitigaba los sueldos de hambre de los diferentes medios, cuyos salarios eran guardados como una bolsa navideña y pasaban a cobrarla cada año a la caja de la empresa periodística, porque vivían holgadamente con lo que el gobierno les daba a cambio de escribir y publicar lo que convenía a una alta burocracia corrupta.

    Ante las diferentes negativas de seguir subsidiando a empresas, los medios y sus escribanos se radicalizan, aprovechando los tiempos de campaña, que permiten un discurso más fuerte y violento.

    Los analistas improvisados desconocen los tiempos electorales y la intensidad de las críticas se las atribuyen a que la gente está cansada del actual gobierno en general y, del presidente, en particular, cuando lo que sucede, como ocurre cada seis años, que las fuerzas quieren acomodarse y mientras más débiles son más violento es su discurso y sus consignas que disfrazan de mentiras en los medios.

    La insistencia del acoso desde las conferencias matutinas del presidente se ha convertido en consignas. Los periodistas están acostumbrados a escribir a la ligera. Tenían permiso de mentir de las más altas autoridades de México, incluyendo a los presidentes. Puede afirmarse que ese mundo de instituciones elitistas y estabilidades sociales falsas, se construyeron a bases de mentiras de los políticos que difundieron los periodistas que hoy lloran por más dinero.

    Los periodistas que hoy claman libertad y alto al acoso del gobierno, nunca protestaron por la represión a los medios independientes ni a los periodistas libres que criticaban la política de Peña, Calderón, Fox, Zedillo, Salinas, De la Madrid. Callaron silencio cómplice.

    A José Gutiérrez Vivó, se fue a Estados Unidos, Aristegui tuvo que cambiar de bando, muchos abandonaron su práctica periodística para preservar su vida y la de su familia. Pero los que hoy denuncian acostó están difundiendo sus mentiras a nivel nacional y nunca se les ha amonestado siquiera.

    Los periodistas acostumbrados a difamar y mentir le llaman acoso a los desmentidos porque se hicieron millonarios en la impunidad que tenía como principales cómplices a los funcionarios públicos. Los mexicanos tienen derecho a la verdad y ellos mienten violentando un servicio que desde hace muchos años dejó de ser honesto en los medios convencionales que contrataron mercenarios como comunicadores, porque escriben según los intereses del mejor postor, aunque sean mentiras.

  • Los medios viven en guerra fría

    Los medios viven en guerra fría

    Los conservadores, nostálgicos del pasado, no se han dado cuenta que fuera de esa esfera en la que viven el mundo cambio, aunque ellos se hayan quedado en los tiempos de la guerra fría. El comunismo, a pesar de todo, es un tema que los estadounidenses, creadores del fantasma, ya superaron, pero el miedo a este sistema económico persiste en Europa y en segmentos de población cada vez más reducidos pero con espacios en la difusión popular.

    A pesar de que han pasado más de 60 años del auge del macartismo, más de medio siglo, y, en las campañas de México, surgen obsesivamente mensajes que ven a sus contrincantes como enemigos y portadores de un virus llamado comunismo.

    En esencia no saben lo que significa esta palabra, pero basta necesitar colocar en el lado de los adversarios la maldad porque ellos carecen de argumentos suficientemente sólidos como para sustituir el temor al comunismo con sus ideas, que por lo regular son antipopulares, de ahí su necesidad de echar mano a los fantasmas del pasado, que por lo regular son importados de Estados Unidos.

    Todavía hay quienes intentan infundir miedo con el comunismo, y todavía hay quienes le tienen miedo como si fuera algo real. Hablan de una realidad de países donde hay cercos informativos controlados también desde Estados Unidos y su único pecado radica en no coincidir con los lineamientos políticos y económicos del vecino del norte, pero, sobre todo, no obedecer las órdenes del imperio en cadencia de la Casa Blanca.

    Por lo demás quienes tienen miedo desconocen prácticamente todo acerca de países como Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, cuya realidad es distorsionada para sus ojos y son incapaces de averiguar por su cuenta.

    El referente no esconde que se trata de una fantasía para engañarlos, y a pesar de esto confían por hábito en lo que emana de la televisión, porque son los personajes que han tomado por asalto, secuestrado la credibilidad de la opinión pública.

    Como sucedía con los cavernícolas cuando veían llover veían algo desconocido y le temen, se alejan de lo que ignoran, nunca tratan n de entenderlo y menos aún de verificar si lo que se dice de su cotidianidad es cierto.

    Así, es un panorama político desolador para el conocimiento de la historia y la política se desarrolla una propaganda que choca con la lógica, pero armoniza con la ignorancia. A pesar de que nadie ha perdido nada en la actual administración anuncian que de seguir Morena en el poder los mexicanos perderían todo, desde luego hablan de los bienes materiales que les permiten sentirse superiores al resto de los mexicanos, es decir, dicen ser mejores que la mayoría, porque la mayoría siempre estará equivocada para quienes se acercan con esta idea a la monarquía y desdeñan la democracia.

    La guerra fría tomó otros derroteros, los fantasmas de los estadounidenses ya cambiaron varias veces de personajes, ya ocuparon ese lugar los extraterrestres y los narcotraficantes; los chinos y los árabes. Pero una clase conservadora en México revive los viejos mitos del pasado y los convierte en hecho del presente, una realidad que ni siquiera existió en el pasado.

    Todavía hay personas que siguen el viejo ritual del noticiero nocturno, en el que confían como ventana a la realidad, y en los lectores de noticias que sorpresivamente se vuelven analistas políticos de la noche a la mañana, como si leer noticias todos los días representara un curso rápido de ciencia política, sociológica, psicología, comunicación, geopolítica, etc.

    Su capacitación en la teoría política es nula, su único sustento es la fama. Esto quiere decir, que teniendo fama no sólo son conocidos sino que por ese simple hecho, tienen la razón y son portadores de la verdad, aunque en realidad nunca hayan leído un libro completo.

    Esos son los que dan vida a las mentiras del pasado, los portadores del temor a los fantasmas, los oráculos del desastre, los instigadores de la desconfianza en el prójimo, porque desde el momento en que el miedo se apodera de los objetivos de noticias previamente seleccionadas, están trabajando contra la gente, a la que, al manipularla la engañan, le mienten le dan una versión de la realidad muy alejada de lo cierto.

    Siempre habrá medios que difundan verdades, pero su público disminuye todos los días, porque terminan por advertir lo que hay detrás de un sistema de información que no tiene la intención de dar a conocer el mundo sino de colocar los beneficios de un planeta en pocas manos que deja de existir paulatinamente.

  • Líderes de opinión o corruptos

    Líderes de opinión o corruptos

    Cuando el poder cooptó la libertad de expresión, eligió a unos cuantos periodistas, muchas veces sin estudios de comunicación, y algunos otros sin estudios de ninguna especie para convertirlos en líderes de opinión. Es decir, serían los que tendrían información de primera mano y además de sus salarios en sus respetivos medios, reviviría del gobierno un sueldo adicional que muchas veces rebasaba, con mucho, sus percepciones económicas salariales.
    Los líderes de opinión fue un grupo de escribanos que el gobierno, en complicidad con los medios, fue creciendo alrededor de loas a los gobiernos y servilismo a los gobernantes. Pocos estudios, corta inteligencia, fáciles de manipular, pero todos con una característica común: ambiciosos a ultranza.

    Así, crecieron como parásitos del gobierno, con cargo al erario público una serie de comentaristas de la política que cobraban por todos lados y, por si fuera poco, hilvanados entre sí por relaciones con funcionarios públicos de altos vuelos, quienes le filtraban información cierta y falsa, que ellos difundían como real, lo cual les otorgaba grandes ganancias, pagadas con cheques del IMSS, del ISSSTE, de Obras Públicas, etc. se les daban concesiones, comisiones por negocios inexistentes, negocios personales, lugares para sus hijos en universidades públicas, becas en las privadas, entre otros privilegios.

    La tendencia de los medios fue dando cada día más reflectores y la intensidad de las palabras de los “líderes de opinión” era mayor, a grado tal que llegaban a destapar candidatos y hacer que ganara o perdiera alguno de ellos. Desde luego que nunca atentaron contra el status quo, siempre disciplinados con los dueños del dinero y los amos del gobierno. Nada de críticas, mentiras sí, pero información que cuestionara la legitimidad de los gobernantes, nada.

    Los comunicadores que cuestionaban la honestidad de los gobernantes, funcionarios públicos, legisladores de los gobiernos, eran castigados, cesados, amenazados, asesinados, desaparecidos, encarcelados, vetados, etc.

    Así, fuero haciéndose no sólo ricos sino millonarios a costa de la pobreza de la gente. Cuando se descubre que cientos de niños con cáncer dejaron de ser atendidos en los hospitales de salud pública porque l presupuesto lo habían chupado ellos, la gente no sólo los dejó de tomar en cuenta como informadores sino como sus enemigos, incluso llegó a odiarlos, como mucha gente que se sintió defraudada, afectada y luego engañada.

    Se hizo conciencia social del daño que le había hecho al país y una vez que se dieron cuenta de todo, la población empieza a dejarlos solos, sus programas bajan de rating y los propietarios de los medios los cambian, los desechan o los cancelan. Ahí están los ejemplos de Carmen Aristegui, Javier Solórzano, José Gutiérrez Vivó, entre otros.

    Así ha sido la suerte de varios de ellos, quien sin el apoyo de su auditorio y las pérdidas de imagen en los medios para los que trabajan se les da de baja por inconsistentes en su trabajo. Pero ante la necesidad de reivindicar su orgullo dicen que fueron censurados, entonces se crea una lista que solitos descubren su origen por la forma de escribir y sus objetivos a defender.

    Entre los que se dicen víctimas de censura están: Ricardo Alemán, despedido de TV Azteca, ADN40; de Televisa, Foro TV; y de Canal 11; Carlos Marín, cambiado de puesto como dirección editorial de Milenio; Carlos Loret de Mola, despedido de Televisa, Hoy; y de Radio centro; Jorge Ramos Pérez, despedido de El Universal; Carlos Ramos Padilla, despedido de ABC Radio; Adela Micha, despedida de Televisa ; y de El Heraldo; Rubén Cortés, despedido de la dirección de La Razón; Jesús Martín Mendoza, despedido de Radio Centro: Víctor Trujillo, despedido de Televisa; y de Aire Libre; Pablo Hiriart, despedido de La Razón, y de la Dirección General de Información Política y Social de El Financiero; Fernanda de la Torre, despedida de Milenio; Roberto Blancarte, despedido de Milenio; Guillermo Valdés; despedido de Milenio; Federico Berrueto, despedido de Milenio; Sergio Sarmiento, despedido de TV Azteca; Carlos Alazraki, corrido de TV Azteca y de El Universal. Y la última carcajada de la cumbancha: Azucena Azucena Uresti, de Milenio.

    Ninguno de ellos está fuera del aire, o en la banca, jubilado, o en el silencio. Los victimarios de la libertad de expresión son ellos.

    Claro, en muchos casos son producto de recortes de personal producto de la suspensión o disminución del subsidio del gobierno, vía convenios. Otros dejaron de tener público ante el desenmascaramiento de sus verdaderas labores de encubridores, otros cambiaron de trabajo, otros pusieron su propio negocio de mentiras. Lo cierto es que dejaron de tener el público que antes tenían, y los medios en lugar de reconocer que son inconsistentes y que es su propia estructura la que expele a su público, responsabiliza a sus peones, culpándolos de lo que ellos adolecen desde su nacimiento.

    La mayoría de ellos se mantienen en otros foros, donde nunca han sido censurados ni despedidos, ni coartados. Simplemente gozan del subsidio que los conservadores otorgan a cambio de sus mentiras. Pero nunca censurados. Todos tienen dinero como para montar una empresa propia, dinero que le fue arrebatado al presupuesto, propiedad de los mexicanos.

    Al ver estos “líderes de opinión” que su público disminuía, radicalizaron su discurso, colocaron en él cada día más mentiras, y colocaron en un sitio cuya ubicación desconocían: la crítica y empezaron a cuestionar sin pruebas, a acusar sin evidencias y a criticas sin bases. La inconsistencia que los caracterizaba terminó por volverse basura. Una basura muy bien pagada, por eso prescindieron de ellos.

    Todos ellos se dicen víctimas, pero de sus propios excesos, se montaron en el tren de una represión inventada y de una supuesta censura que no existe ni en su imaginación, porque mentir es su vocación. En eso cimentaron su apodo de líderes de opinión, una especie, por fin, en extinción.

  • Programas sociales y el chantaje

    Programas sociales y el chantaje

    Los programas sociales no los inventó la 4T, tienen una larga vida desde los regímenes anteriores; sin embargo, se habla de ellos como parte de la carencia de consignas para una oposición que percibe su existencia desde su muy particular interpretación.

    El comentario más facilón y superficial radica en la afirmación de que los mexicanos votan por Morena por temor a que les quiten los programas sociales. Quienes reciben este tipo de derechos, que no de apoyos, saben, porque se les informó desde todas las tribunas oficiales y oficialistas que los programas nadie se los puede quitar. Se elevó a la categoría constitucional, de tal suerte que gobierne quien gobierne no pueden arrebatarle los beneficios del bienestar que el gobernó tiene por obligación otorgar.

    Durante los regímenes anteriores el chantaje a través de los programas sociales representaba una presión para votar a favor del PAN o del PRI. Ahora, la ciudadanía que recibe estos recursos ha sido informada por folletos, donde se les aclara que nadie, ni López Obrador ni morena, puede quitárselos.

    Los ciudadanos que reciben los beneficios de los programas sociales han dejado la ignorancia que les hundía en la zozobra. Saben que nadie les puede quitar el recurso, gane quien gane. Pero una parte de la sociedad, desinformada y con la intención de desinformar, asegura que la intención del voto favorece a Morena por los programas sociales, lo que es peor, por el miedo a que les quiten los programas sociales.

    La oposición, como es su costumbre, crea dudas mayores y afirma que el gobierno culpa a sus candidatos de tener entre sus objetivos quitar los beneficios sociales a los mexicanos. Los legisladores de la derecha negaron su voto a la aprobación de dichos programas, posteriormente los descalificaron, luego los cuestionaron, los vieron como un imposible, les negaron eficacia, los criticaron por crear vagos, y holgazanes.

    Den su delirio por el pasado no sólo consideran la posibilidad de que regrese el Seguro Popular que era una burla para los mexicanos sino que involucraron la promesa absurda de regresar el sueldo vitalicio a los expresidentes. Es decir, para ellos son más importantes los expresidentes que la mayoría de la gente, pronto se dieron cuenta que los expresidentes no votan sólo hablan, y cambiaron de opinión.

    Los programas sociales son un derecho consagrado en la Constitución, nada tiene que ver ni con los que gobiernan ni con las preferencias partidistas de los beneficiarios. Se dice en todos los rincones done el beneficio es otorgado. No es lógico que todavía una clase media poco informada y peor ilustrada insista en la fragilidad de los derechos de los mexicanos, que así haya si la costumbre del pasado no significa que se siga teniendo leyes vulnerables ni decisiones populares frágiles.

    Los lineamientos de igualdad entre la población no debilitan las leyes, instaurada en este sexenio, las fortalecen. Aunque haya quienes se nieguen a aceptar que todos somos iguales, sobre todo ante las leyes, la legislación se vuelve más sólida en cuanto se debate sobre sus reformas, incluso cuando se cuestionan sus cambios.

    Los programas sociales no sólo son parte de los derechos de los mexicanos sino el vehículo de conciencia que su percepción de la política obtiene; es información obligada sobre el rumbo de la política y el estado de la economía.

    Nadie de quienes reciben los beneficios de los programas sociales teme, en este momento que les vayan a arrebatar ese derecho. Sólo existe en la mente de quienes, desde la comodidad que implica no necesitarlos pero sí los reciben, una duda mal intencionada sobre lo que es derecho, sociedad y la fuerza de una población que despertó. Despertó en la oscuridad de la noche más oscura de la historia, pero despertó.

  • El fantasma de la inseguridad

    El fantasma de la inseguridad

    Para la derecha la inseguridad siempre será un tema vivo, y aunque no haya índices alarmantes, su vocación represiva tiene como pretexto el combate a la delincuencia como una manera de mantener el control social.

    Desde el inicio de la actual administración la obsesión de la oposición por colocar como el problema social más grave a la inseguridad, de tal manera que en nombre de la seguridad pueda mantenerse un estricto control social.

    Para la derecha el Estado debe proteger, no ser mandatario de la voz del pueblo como es natural en la democracia. En una evidente herencia de la monarquía, que trabaja incluso contra la voluntad del pueblo, en nombre de éste. Fingir protección y cuidado a cambio de sumisión es uno de los puntos más oscuros de la lucha contra una inseguridad que suele ser exacerbada.

    En nombre del combate a la inseguridad se militarizan países enteros, entendido esto como el control de calles y caminos por los militares, de tal suerte que las libertades quedan condicionadas a la voluntad de los funcionarios públicos, desde donde deciden lo que debe informarse y lo que es necesario callar, en nombre de la protección de la población. Incluyendo desde luego, las voces disidentes.

    Así, mientras mayor es la “protección” se extiende la represión que justifica detenciones arbitrarias, encarcelamiento bajo sospecha, castigo a la disidencia en nombre de la seguridad, desapariciones por accidente, etc.

    Es la derecha la que ha creado este esquema de anunciar inseguridad, incluso provocarla y magnificarla en los medios a su servicio, sobre todo en tiempos electorales. Se le crea a la población la idea de que mientras más control social hay, es mayor a garantía de seguridad, aunque sea el propio gobierno el que produce y reproduce la sensación de peligro.

    Porque es en el miedo en donde se basan las medidas represivas y antes de aceptarlas, la población debe aumentar su nivel de miedo, que justifiquen las medidas represivas de un gobierno autoritario que reprime en nombre de una inseguridad inexistente, por lo menos en los niveles que quieren impulsar su autoritarismo.

    Desde la educación hasta la información le miedo es la contante para preparar a generaciones futuras no sólo al temor por la inseguridad sino a la obediencia social que, al adoptarla sin condiciones, consideran que implica una seguridad total para la integridad de todos y cada uno de los miembros de una sociedad.

    La percepción de la inseguridad se da a conocer con casos particulares, aislados, prácticamente sin trascendencia, pero son los que llegan al sentimiento del auditorio que quieren asustar. Así, el accidente de un menor, el robo a una familia, el golpe a una anciana, el maltrato a un niño, son los mejores temas para que la gente considere que vive un ambiente inseguro.

    De esta manera, el periodismo deja de ser una actividad social para convertirse en un anecdotario de accidentes domésticos, donde la sensibilidad priva sobre la razón, y la percepción de miedo puede llegar con mayor rapidez e impacto al espectador de noticias que si se tratara de cifras sobre la criminalidad o el secuestro.

    Es decir, mientras haya un individuo que sufra de un acto de delincuencia, seguirá imponiéndose el criterio de inseguridad sobre una lucha integra, organizada. con estrategia contra la delincuencia.

    La individualidad deja huellas imborrables en quienes la padecieron, incluso quienes tuvieron un incidente hace 10 o 20 años. Esa acción les sirve para advertir a los demás que hay inseguridad desatada. No hay de por medio ni evolución del gobierno, mucho menos de la sociedad.

    El miedo impone criterios y necesidades, hace que cada ciudadano en lo particular pierda su sentido de solidaridad porque el vecino puede ser un delincuente encubierto. Puede tratarse, en realidad, de un narcotraficante y debemos cuidarnos hasta de nuestra sombra porque la inseguridad no perdona ni edad, ni raza ni clase social ni religión.

    Si la inseguridad se vuelve en el mejor antídoto de la organización social, a través de la imposición del terror ante todo y por todo. La calle, incluso la casa, se constituyen en campos de batalla donde luchas diariamente el bien contra el mal. Todo porque la inseguridad es, según los conservadores, el problema más grande del país.

  • PRI agoniza en Veracruz

    PRI agoniza en Veracruz

    Algo tiene Veracruz que expulsa a los priistas de su partido. Con un candidato que no llega al 20 por ciento de la intención del voto para la gubernatura, ni reúne 20 personas en sus eventos, prefiere rescatar grupos rechazados de partidos como Antorcha Campesina, grupo repudiado por sus corruptelas y su violencia contra la población.

    Ahora el ingenuo de Pepe Yunes los recibe con los brazos abiertos ante la falta de otros apoyos, incluyendo el del PAN nacional, cuya dirigencia no se ha asomado a Veracruz a levantarle la mano como lo ha hecho con otros candidatos.

    Sin representación legislativa en la entidad, con un rechazo total a todo lo que huela a PRI, con contrincante del partido más fuerte que nunca en la historia de la entidad el priísmo agoniza en ese estado, como un aviso de la desaparición total.

    Pero las desbandadas en el PRI de Veracruz a pesar del inexplicable optimismo de imberbe Yunes continúan, se cierran oficinas en algunos municipios que anteriormente se veían repletas de gente y ahora no asisten ni a trabajar, principalmente en la zona de la Huasteca.

    La mayoría de las deserciones son silenciosas, pero constantes. Las de algunos personajes son mediáticas y dañan sólo la imagen, mientras las masivas afectan la estructura que en Veracruz parecía sólida, ya no lo es.

    En estos días hubo una sensible baja en el PRI veracruzano, un mito en el priismo de la entidad, Eduardo Andrade, quien se afilió al PRI siendo adolescente ya no quiere saber anda del partido en el militó por muchos años. El político afirmó “Fue penoso ver a Pepe Yunes levantarle la mano a Xóchitl Gálvez”.

    Eduardo Andrade fue diputado del Congreso de la Unión, senador, y presidente del Congreso de Veracruz entre 2010 y 2013, quien comenta que nada tiene que hacer la alianza opositora en Veracruz, anuncia una derrota sin precedente en ese estado.

    Anteriormente el llamado Grupo Veracruz, se llevó consigo a todos los legisladores locales a Morena, encabezados por Anilú Ingram Vallines, esta desbanda suman más de mil priístas en camino a engrosar las filas de Morena.

    Andrade subraya que, aunque en el pasado ha tenido diferencias con el partido sobre procedimientos internos, las actuales discrepancias son de fondo y lo llevan a tomar la decisión de renunciar.

    El PRI sin candidato está pronosticado como un segundo lugar en las elecciones estatales, con una muy amplia diferencia en el número de votos respecto al primer lugar. Al llegar Pepe Yunes, esa diferencia crece. Con la misma línea de los candidatos de cuestionar todos y cada uno de los discursos del partido en el poder y descalificar sus obras, no esconde su falta de proyecto.

    Hasta para absorber el descontento son incapaces los priistas no sólo en Veracruz sino en el resto del país, La derrota de cualquier partido que compita con Rocío Nahle está pronosticada con precisión. Anteriormente Veracruz era un bastión priista, a grado tal que fue el lugar donde primero se mostraron los excesos de un autoritarismo represivo que laceró no sólo la vida de sus habitantes sino las simpatías hacia ese partido, que ahora se desmorona en las manos de sus dirigentes y candidatos.

  • Medios, entre el negocio y la información

    Medios, entre el negocio y la información

    El próximo sexenio las empresas periodísticas que tuvieron en el pasado altas ganancias deberán definirse entre el negocio y la información. El próximo gobierno de la 4T anunció que continuará con las conferencias matutinas y esto es, en realidad, un golpe mortal para para el viejo estilo de hacer periodismo convencional en México.

    Los medios mexicanos no pueden resistir seguir por el mismo camino adoptado durante más de un siglo al vivir bajo el subsidio del gobierno para hacer de uno de los pilares de la democracia un negocio. Este negocio implica todavía mentir para ganar terreno político y desgastar al enemigo que es el gobierno.

    Con la consigna generalizada de evitar, a toda costa. Cualquier tipo de regulación de por medio que por lo menos exhiba a quienes mienten de manera más punitiva. La opacidad en las finanzas de los medios sigue siendo un misterio para la sociedad que cada día es más exigente en transparentar sus ingresos, tanto en cuestión de publicidad y propaganda, para que se aclare si es espacio pagado, como en la rigidez de quienes los integran para que se apeguen a la verdad.

    Los medios en su rol de empresas están destinadas a retomar el camino tradicional en México porque en el historial de deudas al fisco, excesos, abusos, impunidades, anomalías, complicidades no pueden continuar en la misma temática y debe cambiar de rumbo. El sexenio actual fue útil para que la gente pudiera tener conciencia de la falsedad de los medios, desde luego, habrá quienes quieran seguir consumiendo sus informaciones, incluso a sabiendas de que son mentiras, pero cada día son menos.

    México es el campo de batalla mediática donde se enfrentan a muerte dinero contra verdad. Se trata de mucho dinero, mucho y nada, pero nada de verdad. Los medios convencionales tuvieron varios años para cambiar de acuerdo a la historia, porque estaban acostumbrados a escribir su propia historia, pero no fueron capaces de adaptarse y continuaron trabajando de la misma manera deshonesta, esperando un milagro.

    Los medios pueden seguir siendo un buen negocio, pero no tan buen negocio como cuando los mantenía el gobierno. Aquí el problema surgió desde el momento que el medio en cuestión era la nave nodriza de otros negocios, lícitos e ilícitos, que se anunciaban gratis en dicho medio.

    Así, se desconocía a ciencia cierta, lo que pudiera haber recabado sin sus “cortesías” a las empresas hermanas, para compensar, por lo menos en apariencia, la falta de ingresos a la publicidad existente, estaba el subsidio del gobierno que nunca auditaba a los periódicos y la supervisión interna era muy laxa o inexistente.

    Si los medios en México en realidad tuvieran publicidad de empresas reales, que anda tuvieran que ver con los mismos propietarios del medio, sería un buen negocio, pero ni siquiera lo han intentado.

    Enrique Peña Nieto se gastó $4,195 millones en publicidad oficial durante su primer año de gobierno. El monto total es 7.8% superior a los $3,890.4 millones recaudados en 2013 por el impuesto sobre los depósitos en efectivo y equivale al 74% del monto que se planea recaudar en 2014 a través del impuesto sobre los alimentos no básicos con alta densidad calórica.

    Esto sin contar con los salarios, canonjías, regalos, privilegios, invitaciones a columnistas, reporteros, editores, etc.

    Durante la larga época de hegemonía del PRI no había reglas, ni información, ni transparencia ni mucho menos rendición de cuentas. El proceso de cambio político iniciado en la década de los setenta del siglo XX detonó un mayor escrutinio a partidos y gobiernos y, fundamentalmente a través del periodismo de investigación, se empezó a conocer de escándalos de corrupción y del fondeo ilegal y gasto excesivo de campañas políticas.

    Uno de los primeros casos documentados fue el de Tabasco, en 1995, cuando compitieron por la gubernatura Roberto Madrazo (PRI) contra Andrés Manuel López Obrador (entonces del PRD).

    Siguieron después los casos de los “Amigos de Fox” y del “Pemexgate” en la elección presidencial de 2000, cuando compitieron Vicente Fox (PAN-PVEM), Francisco Labastida (PRI) y Cuauhtémoc Cárdenas (mediante una coalición encabezada por el PRD). En el caso de Tabasco no hubo sanción, pero en el segundo caso la hubo tanto para el PAN como para el PRI. En ninguno de los dos el castigo sirvió como disuasivo para evitar la conducta en el futuro.

    Detectar el dinero ilegal que entra a las campañas es una tarea muy compleja en cualquier parte del mundo. Lo es más en uno como el nuestro, en el que el sistema de justicia carece de las capacidades de investigación necesarias y de la voluntad política para hacerlo. Incluso trabajos periodísticos y académicos que exhiben gastos excesivos e ilegales pocas veces son investigados y menos aún castigados.

    En México ha privado una especie de “pacto” o “intercambio” de impunidad que se resume en la frase de “tapaos los unos a los otros” y que ha funcionado a la perfección. Se vale exhibir, pero no perseguir; se vale denunciar, pero no consignar. La democratización de las elecciones trajo la democratización de la corrupción.

  • Veracruz sin PRI

    Veracruz sin PRI

    El PRI y su candidato a la gubernatura sigue desmoronándose en Veracruz, ahora renunció a ese partido el ex presidente municipal de Orizaba, Igor Rojí, ex presidente de la Canaco, con 39 años de militancia. El PRI mantiene una dinámica de deserción sin precedente en la entidad.

    Anunció que se sumará a Morena. Junto con el alcalde se van prácticamente todos los priistas del municipio, que se ha caracterizado por su lealtad al tricolor., así como comenzaron a salirse los diputados locales, así lo harán en muchos municipios de la entidad da ante la imposición del candidato, el autoritarismo del líder nacional y la fragilidad de la honestidad del partido. El actual presidente municipal, Juan Manuel Diez, también ha mostrado pocas coincidencias con el partido al que pertenece.

    La política en Veracruz, y, por lo tanto, la democracia tiene a su peor enemigo en algunos medios que llegan a afirmar que Pepe Yunes es el candidato del PAN, PRI y PRD, cuando lo propuso el PRI, lo cobijó el PRD, pero el PAN que ya ha sido gobierno en la entidad, no aprueba ni rechaza esta endeble candidatura; sin embargo, se apresuran por darle una importancia que todavía no tiene.

    El PAN nacional no ha dado su anuencia, Marko Cortés, siempre tan solícito para apoyar las candidaturas, y quien da la última palabra en estos casos se ha mantenido callado respecto a esta candidatura, por lo que podría cambiarlo a última hora, por uno de sus correligionarios. Cuando algunos de los líderes estatales del PAN lo acogieron como candidato el servil candidato priista, desesperado porque el PAN le hiciera caso, dijo: “Es un honor ser candidato del PAN”, aunque todavía no lo sea oficialmente.

    El PRI ha dejado de tener representación legislativa en la entidad y difícilmente recuperará el poco espacio que poseía en el Congreso local. A pesar de que el tricolor tiene un mayor arraigo en cuanto a bases sociales que el PAN, en Veracruz el PRI se fue para no regresar a la gubernatura desde 2016. Los actos de precampaña de Pepe no superan los 20 asistentes en ningún momento.

    Lo mismo no falta quien asegure que la ex diputada de Morena, Mónica Robles, actualmente en la banca, es la segunda en la lista de senadoras plurinominales por Veracruz, cuando todavía las listas no se publican y las encuestas aún no terminan para definir dichas posiciones. Los medios la colocan como “precandidata a la segunda fórmula de Morena al Senado”.

    Este tipo de aventuras mediáticas pueden descarrilar no sólo el camino de Robles sino terminar con su carrera política. Mónica Robles es hija del propietario de un medio informativo en Veracruz, y algunos otros espacios quieren quedar bien con u no y otro, pero lo que hacen asegurando que ya está en la lista es bajarla de las candidaturas de por vida.

    El PRI echó profundas raíces en la prensa de Veracruz, en cuyos espacios es en el único lugar que tiene importancia ese partido. En realidad, los medios hablan de un partido que no existe y de un candidato prendido de alfileres en el camino hacia la gubernatura.

    Como es tradición en los candidatos de oposición Pepe Yunes tiene como centro de su discurso las críticas al actual gobierno estatal, y no le interesa mentir con tal de desgastar, cuando la población ha despertado al letargo en el que el PRI la mantenía engañada con más de un ex gobernador que ha sido huésped de sus cárceles.

  • Ultraderecha fuera de las urnas

    Ultraderecha fuera de las urnas

    Si la ultraderecha tuviera presencia real en México, el Yunque no hubiera necesitado montarse en el PAN para sobrevivir, se hubiera lanzado solo como fuerza política y sería un partido, como sucede en otras naciones, principalmente en Europa. América Latina nunca ha sido un terreno fértil para la ultraderecha. El conocimiento de la historia de nuestro país es el mejor antídoto contra este regreso al pasado, aunque esta condición indispensable puede convertirse en confusión para definir dónde empieza la ultraderecha y terminan la derecha.

    La ultraderecha en México tiene fuerza económica, mucho dinero en pocas manos, pero no potencial político ni social: de ahí que tenga la necesidad de colgarse de sus similares menos radicales, aunque no lejanos a sus preceptos anacrónicos. La historia de México muestra una constante lucha entre conservadores y liberales, donde, por lo regular, ganan estos últimos, aunque sea en apariencia. Esta lucha a lo largo de nuestra historia es similar a la que guarda el maniqueísmo entre malos y buenos.

    El actor Eduardo Verástegui, quiso ser candidato independiente a la Presidencia de la República y acudió a ese bastión de la ultraderecha llamado Feria Internacional del Libro de Guadalajara, para recaudar firmas, le fue muy mal. Debió reunir, por lo menos, 25 mil 327 apoyos diarios, entre el 5 de diciembre del 2023 y el 6 de enero del 2024, para completar la cuota mínima de 961 mil 405 firmas de respaldo que le exige el INE para participar en los comicios del domingo 2 de junio del 2024. No lo logró.

    El rechazo de los mexicanos hacia la ultraderecha es definitivo, a pesar de que también acudió el 12 de diciembre a la Basílica de Guadalupe, a recaudar firmas, pensando que ser católico implica ser fascista. Ante tal situación el actor pidió un plazo mayor al INE para reunir firmas, pero le fue negado, a lo que respondió molesto: “Habrá consecuencias”.

    Javier Milei, presidente de Argentina de ultraderecha, estuvo en México en noviembre de 2022, al asistir a la reunión de la agrupación ultraderechista Conferencia Política de Acción Conservadora realizada en la Ciudad de México, donde estrechó la amistad de Eduardo Verástegui, anfitrión del evento.

    Al conocer el triunfo de Javier Milei, Eduardo Verástegui se trasladó a Buenos Aires para regalarle una playera con la imagen de la Virgen de Guadalupe como señal de admiración al fascista recientemente ungido. La prensa siempre en subasta, trata de desacreditar a los liberales llamándole al gobierno de Milei ultraliberal, evitando el término ultraderechista y confundiendo a los legos en historia nacional.

    Verástegui y Milei son muy similares a la hora de crear un proyecto político. Esta situación llegó a grado tal que el argentino exclamara que el actual gobierno de Argentina era el orgullo del Fondo Monetario Internacional. Ni quien lo dude.

    El antecesor de Milei no sólo evitó en lo posible endeudarse más con el FMI sino renegociar la deuda. Éste pide prestado para que los ricos de su país tengan más dinero. Nadie quisiera imaginar el destino de México en manos de un personaje como Verástegui, quien al final de la precampaña lleva 1.5 en la intención del voto.

    Las violaciones a la dignidad humana en Argentina seguirán, por lo menos mientras Milei está en el poder. La recuperación también tardará el tiempo que este sujeto esté en el gobierno. Desde luego que no será un año en llegar el equilibrio económico a ese país como anunció el flamante presidente ultraderechista, por lo menos 20 años, así que la migración de argentinos hacia el norte del continente y Europa seguirá engrosando los conflictos de migración en el continente.