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  • Damián Zepeda no declara sus empresas y recibe sueldazo en el Senado

    Damián Zepeda no declara sus empresas y recibe sueldazo en el Senado

    Por Miguel Ángel Teposteco Rodríguez

    Los Reporteros MX.- Damián Zepeda ha navegado con la bandera de ser una voz crítica dentro del PAN, llamando a la renovación del partido desde hace años, frente a las derrotas electorales que sufrieron sus filas entre 2018 y 2024.

    Pero lejos de esa imagen de hombre sensato que “sabe lo que quiere el partido”, se encuentra un político que prefiere ocultar sus ingresos, faltando a la ley y al compromiso que asumió como servidor público. Y por si fuera poco, ganando casi tanto como la presidenta de la República ¡Como asesor del Senado!

    Según una investigación realizada por Los Reporteros MX, Zepeda ocultó varias empresas de su declaración patrimonial: tanto una que está a su nombre como las de su pareja, Ivonne Robinson Bours González, que dicho sea de paso pertenece a una de las familias más acaudaladas de Sonora.

    En su declaración patrimonial 2025, Damián Zepeda asegura no tener ninguna relación con empresas o participaciones en instituciones más allá de Acción Nacional. Esto sigue el patrón de opacidad de otros dos cabecillas del PAN: Ricardo Anaya y Marko Cortés, que ocultaron sus negocios desarrollados en sus estados de origen, Querétaro y Michoacán, como así lo reveló Los Reporteros MX en investigaciones anteriores.

    En el caso de Zepeda, tiene acciones en la empresa TGI GRUPO DE INVERSION, S.A. DE C.V., con sede en Hermosillo, Sonora. Este negocio data de 2014 y según su página de internet, la organización es de carácter financiero:

    “Consolidarse, crecer y posicionarse como organización líder y ser uno de los mejores grupos inversionistas en México en el rubro empresarial, a través de un crecimiento constante, sostenible y una gestión eficiente que garantice nuestra rentabilidad y la satisfacción de nuestros miembros”.

    Esta empresa sigue teniendo actividades y movimientos legales hasta 2025. En uno de los documentos disponibles en el Registro Público de Comercio, aparece el nombre de Zepeda, lo que confirma su participación activa en el negocio.

    Este documento revela que la empresa recibe ganancias millonarias, las cuales, por supuesto, no están en la declaración patrimonial del panista. Esta empresa tiene aportaciones que están valuadas en 5 millones 249 mil pesos y aportaciones pendientes por un millón 730 mil pesos.

    Según otro documento de asamblea, Zepeda Vidales tiene una participación accionaria de 28 mil pesos de capital fijo y 428 mil 500 pesos de capital variable, es decir, 456 mil 500 pesos que no están siendo declarados (como mínimo).

    Pese a esto, el legislador sólo declaró el pago por honorarios recibido como asesor del Senado de la República por 2 millones 182 mil 398 pesos al año, es decir, 181,866.5 pesos al mes. Por sólo dar un ejemplo, la presidenta Claudia Sheinbaum gana 191 mil pesos mensuales.

    En cuanto a los bienes de su esposa, también ha guardado silencio. Ivonne Robinson Bours González es dueña de dos empresas en Sonora, Navojoa:

    🔴 Agrícola RBG S.A. de C.V.
    🔴 Avícola El Ciclón S.A. de C.V.

    Agrícola RBG tiene como accionistas activos tanto a Ivonne Robinson Bours como a varios miembros de su familia. Esta empresa tiene un capital variable de 6 millones 128 mil pesos, según un documento mercantil. Su última actividad legal fue registrada en el año 2012.

    Por su parte Avícola El Ciclón fue fundada en 1993 y su último rastro legal apareció en 2016.

    Los Reporteros buscó al área de Comunicación de la bancada panista del Senado para hablar de los señalamientos de este reportaje, sin hasta ahora obtener respuesta.

    Más allá de la falta de transparencia, Damián Zepeda continúa con sus actividades políticas, formando parte del relanzamiento del PAN, junto con rostros como el de Anaya, Cortés y Kenia López Rabadán, que de nuevos no tienen nada. Pese a compartir la opacidad con varios de sus compañeros de partido, el mayo de este año Zepeda afirmó que “por el bien del país, nos merecemos transparencia”, lanzando una crítica al gobierno oficialista. ¿Habrá olvidado que primero se tiene que empezar por los problemas de casa? Parece que no. Un miembro más de la oposición con la incongruencia como bandera partidista.

  • Generación Z: entre el escepticismo informativo y el activismo digital

    Generación Z: entre el escepticismo informativo y el activismo digital

    Por Neri Torres, Eduardo Blanco, Nathael Pérez y Oscar Martínez

    La Generación Z mexicana está redefiniendo su relación con la política y los medios. Críticos del periodismo tradicional y al mismo tiempo escépticos de las redes sociales, estos jóvenes exigen transparencia, honestidad intelectual y acción real.

    Para la Generación Z mexicana —es decir, aquellos nacidos entre mediados de los noventa y comienzos de la década de 2010— la política ya no es una ceremonia solemne ni los medios un altar neutral. Crecemos en un paisaje digital, saturado de información, donde los grandes discursos tradicionales conviven con TikToks virales, bots y discursos partidistas camuflados entre memes. 

    Lo que para otras generaciones fue entender “quién manda”, para nosotros es preguntarnos “¿desde dónde hablan?” Y al hacerlo, descubrimos que la objetividad informativa es casi una fantasía: los medios, como otros campos sociales, están atravesados por intereses, ideologías y lógicas de poder.

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    El periodismo no es ajeno al juego político

    Neri Torres, comunicólogo y periodista, señala que la idea de un periodismo objetivo parece cada vez más lejana. Según él, el ecosistema informativo —influido por ideologías políticas, por algoritmos que premian lo conflictivo y por intereses empresariales— moldea lo que consideramos “verdad”. En ese sentido, no basta con decir que se busca el equilibrio: muchas decisiones editoriales son profundamente políticas. Para Neri, lo valioso no es fingir una independencia total, sino transparentar desde dónde se habla.

    Este diagnóstico no es infundado. En México, el acoso judicial hacia periodistas se ha vuelto una forma persistente de presión. Por ejemplo, la organización Artículo 19 reportó múltiples casos en 2025 donde se usan demandas para desgastar medios y voces críticas. Este tipo de hostigamiento contribuye a un clima en que “hablar con franqueza” deja de ser solo una ética profesional y se convierte en riesgo real.

    Desilusión política y exigencia de coherencia

    Eduardo Blanco, también comunicólogo, se describe como parte de una generación que ha sido testigo de crisis políticas, discursos de “guerra”, promesas rotas e inestabilidad económica. Blanco apunta que no hay una fe ciega en partidos ni en ideologías tradicionales —“no creo en derecha o izquierda”, dice— porque la realidad de muchos jóvenes mostrada desde fuera es profundamente simplificada y polarizada.

    Esta desilusión va más allá de la apatía: es hartazgo. La generación Z exige resultados tangibles, no solo discursos épicos. Quiere instituciones que funcionen, oportunidades reales y un México donde tener trabajo, vivienda o salud no dependa del color del voto o del apellido. No se conforma con la polarización, quiere soluciones concretas para la desigualdad. Y si el Estado no da esos resultados, entonces la responsabilidad de cambio recae en nosotros, en la acción organizada, informada y consciente.

    Un mundo líquido en constante transformación

    Nathael, filósofo y lector, utiliza la idea de “mundo líquido” de Zygmunt Bauman para describir la sensación de vivir en una realidad inestable: creímos en una promesa de progreso (“estudiar te salvara”) que poco a poco se desvaneció. Para él, el internet no es solo una herramienta, sino parte de nosotros: marca cómo aprendemos, nos relacionamos y cómo formamos opinio­nes políticas.

    Los medios tradicionales, para esta generación, ya no tienen el peso que tenían para generaciones anteriores. En cambio, lo que ocurre en redes sociales —en Instagram, TikTok, X— influye más profundamente en cómo vemos la política. Los actores políticos lo saben: intentan camuflar sus discursos para que se sientan hechos “a la medida”, personalizados para nosotros. Pero esa estrategia genera rechazo. Ver a figuras políticas apropiarse de nuestras series favoritas o de la estética que nos define solo evidencia lo poco que entienden lo que en realidad nos importa.

    La desconfianza en medios y el valor de la búsqueda

    Oscar, comunicólogo, recuerda haber crecido con la televisión como ventana al mundo; sus padres veían noticieros con reportes dramáticos sobre violencia, desapariciones o crisis. Pero con los años, él aprendió que informarse no debería ser solo consumir lo que “la televisión te da”: es necesario construir un criterio abierto, contrastar fuentes, debatir.

    Para él, el reto actual no es eliminar sesgos: es aprender a vivir con ellos, a reconocerlos y a investigar más allá. La información, dice Oscar, no debe ser una mercancía, sino una herramienta para generar conocimiento y debate. Así como los medios necesitan autonomía, nosotros necesitamos un consumo activo: no ganar la batalla informativa, sino ganar en profundidad y pluralidad.

    ¿Qué significa todo esto para el futuro político de México?

    Primero, que esta generación no solo se informa: también exige. No basta con viralizar consignas; quiere compromisos reales, transparencia ideológica y participación genuina. La Z mexicana no quiere ser usada como masa de maniobra; quiere ser entendida, escuchada y tomada en cuenta.

    Segundo, el escepticismo no es pasividad: es una forma madura de cuestionar el poder, de renegociar el contrato social entre ciudadanos, medios y Estado. Al desconfiar, reclamamos responsabilidad de los periodistas, de los partidos, de los creadores de contenido. Pedimos que no solo nos hablen, sino que nos expliquen desde dónde hablan.

    Como grupo demográfico significativo, tenemos un papel clave: podemos ser puente entre la tecnología y la política, entre la crítica y la acción. No basta con protestar; podemos proponer nuevas formas de participación digital, mecanismos de rendición de cuentas más acordes con nuestra realidad y un modelo comunicativo que no esconda sus intenciones

  • UNAM importa modelo de corrupción penitenciaria

    UNAM importa modelo de corrupción penitenciaria

    Por Ricardo Sevilla

    La seguridad de la máxima casa de estudios será entregada a un personaje que es experto en cárceles. El terror de las cárceles mexiquenses llegará mañana al campus universitario.

    El polémico Raúl Arcenio Aguilar dejó hoy la Secretaría de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria.

    En su lugar, el rector Leonardo Lomelí Vanegas designó a Manuel Palma Rangel como titular de la SPAMSU, quien asumirá el cargo a partir de mañana.

    Cabe recordar que, el pasado 25 de octubre, la muerte de un aficionado del equipo de futbol Cruz Azul a las afueras del Estadio Olímpico Universitario, enfatizó la crisis de seguridad que impera en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

    Sin embargo, la nueva designación del rector Leonardo Lomelí vuelve a encender las alarmas en la comunidad universitaria.

    Y es que llama poderosamente la atención que el rector, ahora, haya decidido poner la seguridad universitaria en manos de un personaje como Manuel Palma Rangel, un priísta de hueso colorado.

    Y es que Manuel Palma Rangel, además de tener un plaza en la Facultad de Economía de la UNAM y ser colaborador de le revista Nexos, también fue subsecretario de Control Penitenciario de la Secretaría de Seguridad del Estado de México.

    Le platico más.

    En teoría, el nombramiento que hizo el rector Lomelí debería ser una respuesta contundente para enfrentar la falta de seguridad que padece la máxima casa de estudios.

    Sin embargo, la experiencia de Manuel Palma Rangel está muy lejos de lo que, en estos precisos momentos, necesita la UNAM.

    Y es que la experiencia del nuevo titular de la SPAMSU se centra en el control de poblaciones cautivas y sistemas de máxima seguridad (es decir: cárceles y centro penitenciarios), un modelo de seguridad que, para ser honestos, es completamente opuesto al ambiente de autonomía, libertad de cátedra y prevención social que deberían caracterizar a la UNAM.

    Pero eso no es todo.

    Y es que, durante la gestión de Palma Rangel al frente de la Subsecretaría de Control Penitenciario del Edomex, diferentes informes periodísticos señalaron que, en los 22 penales mexiquenses que dependían del ahora nuevo titular de la SPAMSU, existían cobros múltiples a los internos, corrupción en todos los niveles, y negocios millonarios con la venta de alimentos y los lugares para dormir.

    Y eso es sumamente preocupante.

    Porque estos señalamientos asocian directamente al nuevo titular de la seguridad universitaria con un historial de presunta corrupción sistémica y fallas gravísimas en el control y la ética institucional en un entorno de alta vulnerabilidad.

    Y le digo más: No deja de llamar poderosamente la atención que, en algún momento, Manuel Palma Rangel haya celebrado un convenio con el actor y ultraderechista Eduardo Verástegui para la reinserción social de adolescentes.

    Francamente, el rector Lomelí debería comprender que la UNAM, como universidad libre y autónoma, debe operar bajo un modelo de seguridad comunitaria y de prevención social, y no como una cárcel.

    Sin embargo, al designar a un exfuncionario con experiencia en el modelo de control y punitividad carcelaria, la UNAM ha optado por una estrategia de mano dura. Y eso es terriblemente preocupante.

  • Municipio de Querétaro gasta 89 mdp en publicidad, sólo en 2025

    Municipio de Querétaro gasta 89 mdp en publicidad, sólo en 2025

    Por Miguel Ángel Teposteco Rodríguez

    Los Reporteros MX.- Los gobiernos, legisladores y figuras del panismo suelen escudriñar con lupa los gastos que realizan los partidos oficialistas: desde los vuelos que toman, las casas que compran, los restaurantes que frecuentan y el tipo de vida que llevan. Sin embargo, no vacilan en destinar millones de pesos a rescatar su propia imagen, incluso a costa del erario.

    Ese es el caso de Querétaro. 89,148,222 pesos es la cantidad que, según una investigación de Los Reporteros MX, ha gastado el gobierno municipal de Felipe Fernando Macías Olvera, únicamente en lo que va de 2025. Un gasto publicitario dividido en spots de radio, prensa y televisión, así como en pagos a empresas de reproducción de materiales publicitarios.

    De acuerdo con el portal de datos abiertos del gobierno de Querétaro, el gasto en publicidad debe reportarse trimestralmente. La actualización más reciente corresponde al tercer trimestre, equivalente a los primeros nueve meses de la actual administración.

    El primer informe reportó un gasto total de 13 millones 800 mil pesos, distribuidos en apenas seis contratos con empresas de comunicación, entre las que destaca TV Azteca, uno de los medios con línea editorial más crítica del oficialismo. Todos los contratos fueron adjudicados de manera directa.
    En el caso de TV Azteca, el pago fue de 4 millones 750 mil pesos, el monto más alto otorgado en ese periodo.

    Otras empresas beneficiadas en el primer trimestre fueron:

    🔴 CIA. PERIODÍSTICA DEL SOL DE QUERÉTARO, S.A. DE C.V.
    🔴 SENSO, S.A. DE C.V.
    🔴 PERIODISMO CON RIGOR, S.A. DE C.V.

    Durante el segundo trimestre, el panista incrementó el gasto y destinó 28 millones 404 mil 872 pesos en publicidad. Esta vez los recursos se repartieron entre 54 empresas relacionadas con la comunicación, entre ellas IMPULSORA DE VENTAS DE QUERÉTARO, S.A. DE C.V., que recibió la tajada más alta con 4 millones 800 mil pesos.

    Por último, en el tercer trimestre se ejerció la mayor cantidad de gasto en publicidad con 46 millones 943 mil 350 pesos. Este presupuesto se asignó a 46 empresas dedicadas a medios de comunicación, difusión comercial y creación de contenidos impresos. En la lista destacan nombres de medios alineados con la posición, como Imagen Radio Comercial, S.A. de C.V. y El Universal Compañía Periodística Nacional, S.A. de C.V.

    Para dimensionar la magnitud de estos recursos, basta comparar el gasto publicitario con el Plan Municipal de Obra Pública 2024–2027, que contempla 547.77 millones de pesos para infraestructura durante tres años.

    Es decir, el gobierno panista ha destinado prácticamente una sexta parte del presupuesto total de obra pública de tres años solo en publicidad, y en apenas nueve meses.

    El gasto supera incluso el costo de proyectos clave para Querétaro, como la rehabilitación de red de drenaje sanitario, red de agua potable y pavimento en la colonia Reforma Agraria, que tiene un costo de 6 millones 677 mil 029.66 pesos.

    O la construcción de red de agua potable, drenaje sanitario, alcantarillado pluvial y pavimento de concreto en calles de la colonia Santa María Magdalena, con un presupuesto de 49 millones 908 mil 407.05 pesos. O la construcción de auditorio en la Secundaria General No. 4, colonia Lomas de Casa Blanca, con un costo de 29 millones 947 mil 259.83 pesos, según datos oficiales del municipio.

    Este ejercicio cuestionable del presupuesto no debería sorprender. El alcalde de Querétaro, Felipe Fernando Macías Olvera, ha estado envuelto en varios escándalos.

    Por ejemplo, de acuerdo con una investigación de la revista Proceso, publicada el 23 de mayo de 2024, cuando “Felifer” aún era candidato de la alianza PAN–PRI–PRD, recibió 400 mil pesos de una empresa beneficiada con la privatización del servicio de recolección de basura, mediante un cheque entregado a su madre.

    Además, anteriormente Los Reporteros documentó el uso de 7 millones de pesos para la instalación de alumbrado público en zonas donde, según testimonios de vecinos, nunca se realizaron las obras.

    Así, el PAN vuelve a exhibir su doble moral y su contradicción al frente de uno de los últimos bastiones que le quedan frente al avance del oficialismo en toda la República Mexicana.

    Los documentos de publicidad pueden consultarse de forma pública en el siguiente enlace: https://municipiodequeretaro.gob.mx/b-erogacion-de-recursos-por-contratacion-de-servicio/.

  • Apuestas: ruina, obsesión y una adicción sin vuelta atrás

    Apuestas: ruina, obsesión y una adicción sin vuelta atrás

    Por Nathael Pérez

    “El jugador” narra la historia de Alexéi Ivánovich, un joven con una fascinación por el juego de ruleta, la cual se torna progresivamente en una obsesión por las apuestas. La novela retrata con una intensidad psicológica el vértigo de la ludopatía y la autodestrucción emocional. Dostoievski escribió la obra bajo su propia desesperación económica y su experiencia como un jugador compulsivo, por lo que nos ofrece un crudo testimonio de primera mano sobre la dependencia y la ruina moral.

    La ludopatía difiere de cualquier otra adicción, pues provoca lo que las demás sin necesidad de “sustancia” alguna. A diferencia del tabaco, alcohol o cualquier droga que necesita de algún químico, es el mismo cerebro el que genera la dopamina y la sensación de éxtasis. El riesgo de estar en la cuerda floja de ganarlo todo o perderlo es lo único necesario para generar la emoción. “No se trata de dinero, sino de la emoción de desafiar al destino.” Cada apuesta agita el corazón, detiene la propia cordura y pone a prueba hasta dónde puede llegar el deseo por ganar.

    El deseo y la emoción por ganar lleva al apostador a entregarse al vértigo, al desafío, a un abismo de perdición. Cada apuesta es un desafío al límite del yo, una negociación con la razón que lleva siempre las de perder. No es fortuna lo que busca, sino el riesgo presente en ese instante previo el que se decide si todo se desmorona o no. “El juego no es sólo dinero, es el deseo de arriesgarlo todo, incluso la propia alma.”

    La sensación de saber que la ruina está cerca y que cada carta, cada giro, cada apuesta lo acerca al vacío. Y sin embargo, a pesar de tener casi todas las probabilidades en contra, continúa. “El jugador es un hombre que no puede detenerse incluso cuando el cielo se derrumba sobre él.” La necesidad de jugar no conoce límites; es un un vacío que solo se calma jugando, aunque el mundo entero se esté desplomando a su alrededor. 

    La ilusión de tener el control es la más cruel de las cadenas, pues cada victoria refuerza la necesidad de continuar y cada derrota fortalece los lazos de la propia prisión. “Cada apuesta es una promesa de libertad que me encadena más profundamente”, afirma Dostoievski,  pues el jugador se cree libre y, sin embargo, está atado al giro de la ruleta, al azar de las cartas o a la palanca del tragamonedas.

    La ocasional victoria es un destello, un instante de euforia que dura apenas un suspiro. La derrota, en cambio, es un espejo que no miente: revela obsesiones, miedos y debilidades. El jugador se reconoce en la pérdida, y, para evadirse, sigue apostando. “Ganar me da alegría momentánea; perder me muestra quién soy en verdad.” Porque la verdadera apuesta no es por dinero, sino por seducir al riesgo, a sostenerse frente al abismo que él mismo eligió y le recuerda su condición.

    Cada apuesta es un enfrentamiento con lo imprevisible y un diálogo con la muerte, con el vacío. La adicción no reside en el dinero, sino en la emoción de desafiar lo inevitable, en la fascinación de lanzarse al vértigo y sentir, aunque sea por un instante, que uno puede desafiar al destino, aun cuando todo se derrumba. “No se trata de dinero, sino de la emoción de desafiar al destino.”

  • Gran Casino de Corrupción: Bonanza en permisos de Fox, Calderón y Peña Nieto

    Gran Casino de Corrupción: Bonanza en permisos de Fox, Calderón y Peña Nieto

    Los gobiernos de Fox, Calderón y Peña Nieto otorgaron cientos de permisos de casinos bajo polémica, favoreciendo a grandes empresas y permitiendo irregularidades fiscales. 

    El negocio de los casinos en México vivió, de acuerdo a la SEGOB, una verdadera “implosión” de permisos durante los sexenios previos al actual gobierno. Un festín de autorizaciones que, más allá de la regulación, benefició a amigos y engrosó fortunas.

    Fox y Creel: la borrachera de permisos

    Durante el gobierno de Vicente Fox Quesada (2000-2006) y su secretario de Gobernación Santiago Creel Miranda, se otorgaron 340 permisos — la mayor de la historia —, frente a los 229 entregados entre 1970 y 2000. La SEGOB de Creel autorizó 153 de ellos.

    El escándalo más notorio fue en 2005, cuando Televisa (PlayCity) recibió permiso para operar 66 casinos por 25 años. Fue un trato de amigos que favoreció a grandes medios y empresarios. Aún hay litigios pendientes, como Juegos del Bajío, que la actual administración busca cancelar por irregularidades fiscales y operativas.

    Calderón: el premio de último minuto

    El sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) otorgó 154 autorizaciones, con su mayor polémica al final del mandato. El último día — literalmente en el último minuto — entregó permisos a empresas ya señaladas, levantando acusaciones de favores y pagos políticos.

    Además, legalizó de facto las máquinas tragamonedas mediante reforma reglamentaria en 2012, sin pasar por el Congreso. La Suprema Corte intervino, revelando maniobras para evadir la ley de 1947.

    Peña Nieto: cierres y permisos estratégicos

    Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018) se otorgaron 123 permisos y, aunque su gobierno “clausuró” casinos de permisionarios incómodos políticamente, fue en octubre de 2018 cuando entregó un permiso a una filial de TV Azteca (Ganador Azteca SAPI de C.V.), actualmente investigada por presunto lavado de dinero.

    Sheinbaum: fiscalización y cero permisos

    La administración de Claudia Sheinbaum Pardo ha priorizado la fiscalización de los casinos. Salvo tres permisos otorgados por orden judicial, no se han emitido nuevas autorizaciones, mientras se revisan juicios de nulidad y auditorías fiscales de los sexenios anteriores.

    El último escándalo fue detectado por la SHCP y la UIF, que bloquearon cuentas de 13 casinos por presunto lavado de dinero y vínculos con delincuencia organizada. Se identificaron movimientos millonarios en efectivo, flujos internacionales hacia Malta, Emiratos Árabes y Panamá, y el uso de plataformas digitales no supervisadas.

    Entre los señalados están dos filiales de TV Azteca, propiedad de Grupo Salinas, que rápidamente afirmó cumplir con la ley y calificó la acción como un “acto autoritario”. Se trata de Ganador Azteca SAPI de CV y Operadora Ganador TV Azteca SAPI de CV.

    El operativo, coordinado con autoridades de Estados Unidos, busca desarticular una compleja red de intermediarios y empresas fachada que movilizó hasta 50 millones de pesos en operaciones inusuales.

  • Vuelve el fantasma del fascismø

    Vuelve el fantasma del fascismø

    Por Ricardo Sevilla

    La ultraderecha, montada sobre un falso patriotismo, vende nostalgia; promete un pasado mítico que nunca existió. Los seguidores de Trump, Bolsonaro, Milei, Bukele, Le Pen y Abascal han activado una interconexión global a través del uso estratégico de redes sociales.

    El movimiento de la ultraderecha, entendido como un conjunto de estrategias y partidos que promueven discursos ultraconservadores, ultranacionalistas y autoritarios, se encuentra en un momento de auge global sin precedentes.

    Y está avanzando a pasos agigantados.

    Su ideología, que hunde sus raíces en el pensamiento contrarrevolucionario –como la que pregonó el filósofo reaccionario Joseph de Maistre– y el fascismo histórico –encarnada por Benito Mussolini y José Antonio Primo de Rivera– ha evolucionado a través de cuatro olas post-Segunda Guerra Mundial, culminando en la actual, que está marcada por la interconexión global y el uso estratégico de redes sociales.

    Pero hablar sobre el resurgimiento de la ultraderecha exige asomarse a la sociología y a la psicología de las masas. Y es que se trata de un fenómeno complejo y multicausal que se alimenta de la crisis de la globalización, la desafección hacia las élites políticas tradicionales y las ansiedades socioeconómicas de grandes segmentos de la población.

    Ahora bien, es importante saber qué contexto ha propiciado la reaparición de la ultraderecha.

    De entrada, la deslocalización del trabajo y la expansión global del mercado han generado “ganadores y perdedores”, incrementando, cada vez más, las brechas de renta.

    Pero hay un elemento adicional: la crisis global de 2008 y sus secuelas comenzaron a exacerbar la desafección hacia los sistemas políticos.

    Inmigración como Agravio Central

    Es importante señalar que la inmigración es un elemento unificador y central en el discurso de la ultraderecha. Y se articula en torno al concepto de Überfremdung (“sobre-extranjerización”) y la percepción de una amenaza a la identidad nacional y la homogeneidad cultural.

    También hay que subrayar que la ideología ultraderechista opera bajo una lógica populista, que divide a la sociedad en “el pueblo puro” y la “élite corrupta“.

    Este discurso, que está apoyado en bases endebles y hasta ramplonas, se propone simplificar problemas complejos y, una vez hecho eso, movilizar a votantes que se sienten “relegados por el Estado” y desatendidos por la democracia representativa.

    Y esas estratagemas, desafortunadamente, están ganando terreno en el concierto político mundial.

    De hecho, los líderes ultraderechistas están forjando una alianza global (y ejemplos abundan: la formación Patriotas por Europa en el Parlamento Europeo, uniendo a Vox, el FPO, el PVV y la Agrupación Nacional de Le Pen), con el propósito de crear redes transnacionales que comparten retórica, comunicación y estrategias.

    La tendencia está marcada por líderes que han alcanzado o mantienen posiciones de poder. Y, para muestra, basta enlistar un puñado de ejemplos paradigmáticos:

    • América: Donald Trump (EUA), Jair Bolsonaro (Brasil), Javier Milei (Argentina), Nayib Bukele (El Salvador).
    • Europa: Viktor Orbán (Hungría), Giorgia Meloni (Italia), Geert Wilders (Países Bajos), Marine Le Pen (Francia), Santiago Abascal (España – Vox).
    • Asia: Narendra Modi (India), cuyo partido (BJP) comparte rasgos ultranacionalistas y autoritarios.

    El ascenso del falso patriota

    La patria es otra de las palabras recurrentes de la ultraderecha. Sin embargo, aquí hay que tener mucho cuidado porque el supuesto “patriotismo” de la ultraderecha, en realidad, propone un nacionalismo excluyente que define al ciudadano por lo que odia.

    La ultraderecha, por otra parte, demoniza a la víctima (migrante, colectivo LGTBI) para cohesionar a la mayoría.

    Lo cierto es que el auge ultra es el síntoma de una democracia enferma de desigualdad y desconfianza.

    Infelizmente, donde hay crisis de identidad y desigualdad, la ultraderecha siembra su discurso binario.

  • Positivismo y derecha: cómo la ciencia justificó el poder autoritario en México

    Positivismo y derecha: cómo la ciencia justificó el poder autoritario en México

    Por Nathael Pérez

    El positivismo llegó a México como un proyecto de modernización, pero terminó como un instrumento de legitimación del poder autoritario. Gabino Barreda, Justo Sierra y Porfirio Díaz lo adaptaron a las necesidades del Estado y de la derecha, convirtiendo así la educación y la ciencia en vehículos de control social para justificar un régimen autoritario.

    El positivismo es una corriente filosófica que promete la salvación de la sociedad a través de la ciencia y la razón, pero que en la práctica reduce al ser humano a un engranaje del Estado. Propone que todo conocimiento debe basarse en la observación empírica y que la historia y la política pueden regirse como leyes naturales, ignorando la complejidad moral y social del ser humano. Bajo el lema “el amor como principio, el orden como base, el progreso como fin”, la libertad individual queda subordinada a un supuesto bien común impuesto desde arriba, al convertir la educación y la ciencia en instrumentos de control, legitimando así jerarquías, desigualdades, y concentrando el poder en las manos de unos pocos.

    Auguste Comte (1798-1857), padre del positivismo.

    Gabino Barreda: ciencia y educación al servicio del Estado

    Gabino Barreda (1818-1881) fue el primer gran arquitecto del positivismo en México. Formado en París bajo influencia de la corriente de Auguste Comte, regresó a un país fragmentado por guerras y crisis políticas, creyendo que México necesitaba más que leyes: un proyecto racional y ordenado que transformara la sociedad desde la educación.

    Al frente de la Escuela Nacional Preparatoria, Barreda convirtió la educación en un vehículo de emancipación intelectual, pero también en disciplina cívica. Su famosa “Oración cívica” proclamaba “libertad como medio, orden como base y progreso como fin”. La libertad, en su visión, no era un derecho absoluto: debía subordinarse al orden racional, y el progreso legitimaba la autoridad del Estado.

    Sin embargo, lo que Barreda concebía como instrumento pedagógico fue reinterpretado por sus discípulos —los “científicos” del Porfiriato— como una herramienta ideológica de control. La educación dejó de ser emancipadora para convertirse en el medio de consolidación del poder autoritario: la jerarquía social y una modernización económica guiada por la élite. Con Barreda, el positivismo dejó de ser filosofía, se convirtió en política y traicionó su espíritu de cuestionamiento: la ciencia, la educación y el poder se alinearon para moldear un México obediente y racional.

    Justo Sierra: el arquitecto moral de la obediencia

    Justo Sierra Méndez (1848-1912) es recordado como el “Maestro de América”, pero su influencia va más allá de la enseñanza: fue el ideólogo que transformó el positivismo en justificación moral e intelectual del régimen de Porfirio Díaz. Heredero de Gabino Barreda, bastardeó la ciencia y la educación al convertirlas en herramientas del Estado, lo que permitió cimentar una derecha jerárquica y disciplinada que veía en el orden la condición para el progreso.

    Sierra entendió que la razón debía imponerse a través del poder estatal. Su visión de una “dictadura ilustrada” no negaba la modernidad: la subordinaba al control del saber y de la autoridad. Como Ministro de Instrucción Pública, fundó la Universidad Nacional de México (hoy UNAM), reorganizó la educación y promovió la enseñanza laica y científica. Pero su cruzada educativa tenía un límite: la libertad debía someterse al orden, y la justicia social se alcanzaba desde arriba, a través de una élite ilustrada que formaba al pueblo para obedecer.

    El pragmatismo político de Sierra lo acercó a Díaz, consolidando la idea de que un liderazgo fuerte era indispensable para garantizar la estabilidad. Su legado es doble: por un lado, la institucionalización del conocimiento como motor del progreso; por otro, la construcción de una derecha que convirtió la educación en un instrumento de control social.

    Porfirio Díaz: la legitimación de una dictadura con la ciencia

    Porfirio Díaz hizo del positivismo el soporte ideológico de su régimen, al transformar la filosofía científica en un instrumento de legitimación del poder. Su lema “Orden y Progreso” no fue solo un eslogan: justificaba la centralización política, la subordinación de los ciudadanos y la concentración de la autoridad en manos de una élite. Bajo su mirada, las ideas de Gabino Barreda y Justo Sierra dejaron de ser herramientas de emancipación intelectual para convertirse en medios prácticos de control social y político, donde la educación y la ciencia estaban al servicio del Estado y de sus objetivos autoritarios.

    De esta manera, el positivismo se convirtió en discurso de la derecha mexicana: la modernización económica y la inversión extranjera estuvieron acompañadas de represión política, desigualdad social y una limitación de libertades. La visión de Sierra sobre una “dictadura ilustrada” y la educación como herramienta de cohesión social se tradujo en ciudadanos instruidos para obedecer, mientras que las elites ilustradas consolidaron su poder y monopolizaron el progreso

    En consecuencia, el Porfiriato muestra cómo el positivismo fue castrado y retorcido para justificar la concentración del poder y la subordinación de la sociedad. La ciencia y la educación, que Barreda y Sierra habían pensado como motores del progreso, fueron convertidas en armas de control por la derecha, consolidando un Estado jerárquico y autoritario. El legado de modernización de Díaz es, sobre todo, el legado de un sistema donde el progreso fue medido por la obediencia y la perpetuación del poder de unos pocos.

    El positivismo mexicano dejó una huella ambivalente: bajo su máscara de ciencia y progreso, la derecha encontró justificación para concentrar poder, imponer obediencia y consolidar jerarquías. Lo que prometía emancipación se transformó en justificación del control social, recordándonos que incluso las ideas más brillantes pueden ser moldeadas para servir a los intereses de la élite y del Estado.

  • La ultraderecha: El odio que se disfraza de patriotismo y erosiona los derechos humanos

    La ultraderecha: El odio que se disfraza de patriotismo y erosiona los derechos humanos

    Por Neri Torres

    La ultraderecha no solo busca el poder: su objetivo es normalizar el miedo, el odio y la intolerancia, utilizando populismo, nostalgia y redes digitales para socavar la democracia en todo el mundo.

    La ultraderecha no es un accidente, es un mal que se reinventa sin descanso. 

    Desde sus bases reaccionarias que añoran un pasado jerárquico hasta los líderes populistas de hoy, su estrategia sigue siendo la misma: explotar miedos, culpar al diferente y corroer la democracia.

    No importa el continente ni la época. Wallace en EUA, Le Pen en Francia, Bolsonaro en Brasil, Trump en Estados Unidos o Meloni en Italia comparten el mismo manual: populismo autoritario, nostalgia de un pasado idealizado y ataques sistemáticos a minorías y derechos. No buscan gobernar con justicia; buscan movilizar resentimiento y miedo para fortalecer su base.

    Hoy la ultraderecha se actualiza. Las redes sociales amplifican sus mensajes, los nacionalismos extremos inventan enemigos y los discursos confunden libertad con imposición. Cada triunfo electoral demuestra que no solo persiguen poder, sino que quieren normalizar la intolerancia y hacer que lo extremo parezca aceptable.

    Lo más alarmante no es solo lo que hacen en el poder, sino lo que logran en nuestra mente: transformar el odio en conversación cotidiana y hacer que la democracia se vea débil frente a sus amenazas.

    Después de 1945, cuando el fascismo fue marginado, aprendieron a camuflarse. 

    De acuerdo con Cas Mudde, su evolución se puede seguir en cuatro olas: 

    • La primera (1945-1955) fue marginal, con grupos neofascistas perseguidos. 
    • La segunda (1955-1980) surge en la Guerra Fría con populismo de derecha moderado pero cargado de segregación y resentimiento, encarnado por George Wallace.
    • La tercera (1980-2000) capitaliza la globalización con discursos nativistas y autoritaristas, ejemplificada por Jean-Marie Le Pen.
    • La cuarta (2000-actualidad), la ultraderecha 2.0, se alimenta de crisis económicas, inseguridad y redes digitales, llevando su populismo autoritario y nacionalismo excluyente al mainstream.

    Si seguimos la cronología, los ejemplos son claros: Joseph de Maistre sentó las bases de una ultraderecha que ve la tradición y la religión como únicas garantías frente al “peligro” de la libertad; George Wallace movilizó resentimiento racial y social; Jean-Marie Le Pen normalizó la ultraderecha electoral y su hija Marine la llevó al poder de manera más “respetable”.

    En el siglo XXI, la estrategia se refina. Trump fusionó populismo nativista con posverdad y ataques a medios e instituciones; Orbán construyó una democracia iliberal controlando medios y destruyendo contrapesos; Meloni gobierna Italia con nacionalismo pragmático que suaviza formas pero mantiene fondo autoritarista; Bolsonaro explotó la nostalgia dictatorial; Milei convierte la furia económica en ultraderecha libertaria; y Santiago Abascal mezcla islamofobia, nacionalismo extremo y ataques a la diversidad en España.

    En México, la ultraderecha no tiene un partido hegemónico, sino que se infiltra a través de grupos de presión social que impulsan una agenda de retroceso moral

    Aunque el populismo gobernante actual se ubica en el centro-izquierda, la retórica anti-derechos, la negación del cambio climático y la defensa de un conservadurismo extremo son financiadas y promovidas por élites empresariales y sectores ideológicos que ven en la polarización cultural una forma de frenar el avance progresista. 

    El hilo común es evidente: la ultraderecha transforma miedo en política, resentimiento en votos y radicalismo en consenso social. 

    Lo peligroso no es solo que llegue al poder, sino que logra normalizar discursos de odio y exclusión, haciendo que lo extremo parezca cotidiano y la democracia vulnerable. 

    Ignorar esto ya no es una opción.

  • El PRIAN: la verdadera cara de Waldos

    El PRIAN: la verdadera cara de Waldos

    Por Ricardo Sevilla

    Gabriel y Rodolfo Padilla, hijos del exalcalde priísta de León, Guanajuato, Rodolfo Padilla, son dos de los socios mayoritarios de Grupo Vizion, consorcio propietario de Waldo’s México.

    El 1 de noviembre, en una de estas tiendas, ubicada en el Centro de Hermosillo, Sonora, murieron 24 personas y, ahora mismo, tres más continúan hospitalizadas debido a una fuerte explosión y posterior incendio que conmocionó y enlutó al país entero.

    ¿Pero quiénes son los hermanos Padilla? Gabriel y Rodolfo Padilla Cordero tienen linaje priísta y, de hecho, son hijos del fallecido exalcalde priísta de León, Rodolfo “Fito” Padilla Padilla.

    Pero los Padilla Cordero, tras la muerte de su padre, no se contentaron con provenir de una estirpe de políticos emanados del PRI.

    Gabriel Padilla Cordero, por ejemplo, es un próspero y polémico empresario que ha incursionado en diferentes rubros como la construcción y los bienes raíces y, quizá por lo mismo, ha sabido vincularse estrechamente a distintos políticos emanados de las filas del PRI, pero también del PAN.

    De hecho, uno de los personajes más cercanos a Gabriel Padilla es el panista Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, exgobernador de Guanajuato.

    La relación con el exmandatario blanquiazul y el hijo del priísta “Fito” Padilla fue fructífera y polémica.

    Pero, lamentablemente, los intereses económicos y la ambición, casi siempre, vienen tomados de la mano.

    Y, en 2017, esa lucrativa relación se vio ensombrecida debido a un escándalo de despojo: Gabriel Padilla fue acusado de apropiarse ilegalmente, con ayuda de la administración de Sinhue Rodríguez, de un terreno de 2 mil 520 metros cuadrados que pertenecía al patio de juegos del jardín de niños Juan Aldama, para construir una alberca privada.

    Años después y tras exposición periodística, el empresario se vio obligado a regresar el predio al municipio, aunque las responsabilidades penales de los funcionarios involucrados, hasta el día de hoy, no han sido esclarecidas.

    Ahora se sabe que Gabriel Padilla y su hermano, Rodolfo Padilla, son dos de los socios mayoritarios de Grupo Vizion, propietarios de Waldo’s México.

    La historia de Waldo’s Dollar Mart en México está marcada por la opacidad legal y el tráfico de influencias.

    En 2005, una serie de denuncias periodísticas relacionaron a la cadena con la familia del expresidente panista Vicente Fox y su esposa, Martha Sahagún.

    Diferentes fuentes y testimonios señalaron a Manuel Bribiesca Sahagún, hijo de Martha Sahagún, como el presunto dueño real de Waldo’s.

    Y no solo eso.

    Bribiesca habría utilizado su influencia durante el sexenio de Fox para obtener permisos de importación y licencias. Tras el escándalo, una carta firmada por Mark Davis, Rafael Garza, Robin French y los hermanos Rodolfo y Gabriel Padilla, buscó desvincular a la familia presidencial de la propiedad.

    Infelizmente, los Padilla saben que los nexos políticos no solo facilitan negocios (como el tráfico de influencias por permisos o la apropiación de bienes públicos), sino que también permiten la operación en la ilegalidad con un bajo riesgo de sanción.

    Lamentablemente, la tragedia ocurrida en el Waldo’s de Hermosillo no es la primera. Ni la única. Entre 2007 y 2025, la cadena Waldo’s ha registrado al menos 12 incendios. El más reciente y devastador incidente ocurrió en la sucursal que, de acuerdo con la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES), carecía de autorización de Protección Civil desde 2021, no contaba con un plan interno ni cumplía con revisiones de mantenimiento eléctrico y sistemas de prevención contra incendios.

    Los testimonios de exempleados sobre advertencias internas de riesgo de incendio y la subsiguiente inspección que reveló deficiencias de seguridad en otras 68 sucursales de Sonora, revelan que la tragedia fue una consecuencia previsible de la negligencia corporativa.

    Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, solicitó ayer al rector de la UNAM, a los directores del Instituto Politécnico Nacional y al Colegio Mexicano de Profesionales en Gestión de Riesgos y Protección Civil A.C., “su colaboración para que equipos multidisciplinarios coadyuven en la realización de los peritajes”.