CARLOS LORET DE MOLA O EL VENDEDOR DE MENTIRAS

Opinión de Sergio Macías

Te rola Borolas la nota atonal. Sal o roba, Loret

Si Julio Scherer García se expresaba de Carlos Denegri como “el mejor y el más vil de los reporteros” de mediados del siglo XX, Carlos Loret ha demostrado ser el peor y el más vil en las primeras décadas del XXI. Si Carlos Denegri vendía su silencio en beneficio de políticos priistas corruptos acrecentando así sus bienes, Carlos Loret prostituye igual su silencio, pero más sus mentiras, y con ello ha hecho crecer su riqueza, quiero decir su dinero, porque este nieto de un exgobernador de Yucatán del mismo nombre, y producto del ITAM, es en realidad un tipo muy pobre…

Para Jenaro Villamil, titular del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, Loret de Mola “no es un periodista, es un gestor de guerras de lodo y de odio al servicio de los grupos más corruptos y nefastos del país… Su resentimiento es el tamaño de su deshonestidad”.

Carlos, ni bien comenzó este sexenio, anunciaste tu nueva plataforma Latinus y señalaste que tu trabajo “periodístico” lo tenías que hacer fuera de México porque habías hecho enojar “a alguien”, pero seguido se te ve por acá…

¿Dije eso? No me di cuenta…

 “No me di cuenta” es la frase indisociable de Carlos Loret. Eso ha dicho siempre que lo descubren como productor de montajes, como inventor de mentiras. 

¿Por qué razón todos tus “reportajes” se caen a las primeras de cambio? Te pongo ejemplos y me rebates si no…

En 2001, en Afganistán, le pagaste a los “dueños” de un tanque de guerra ruso, que los estadounidenses habían colocado como parte de la escenografía, para que dispararan un cañonazo y la audiencia creyera que estabas en peligro. Jaime Hernández, periodista de La Jornada, te delató. 

Si fue así, no me di cuenta.

Esa cobertura “consagró” a Loret como corresponsal de guerra. “Hemos llegado aquí arriesgando nuestra vida…”, presumía. Años después daba conferencias y decía: “Llegué donde ningún reportero…”.

En 2005, fuiste estelar en un montaje televisivo que organizaste junto con Genaro García Luna, entonces titular de la Agencia Federal de Investigación y hoy detenido en Estados Unidos por narcotráfico –y vecino tuyo en Miami–, en el que se simuló la detención en flagrancia de tres presuntos secuestradores, entre ellos Florence Cassez e Israel Vallarta, y la liberación de tres víctimas. Se torturó y se violaron derechos humanos en vivo. 

No me di cuenta que era un montaje.

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Instrucciones: escriba “No me di cuenta” en todas las respuestas de Loret de Mola.

2011. Fuiste guionista, narrador y protagonista en “De panzazo”, un documental en el que se denuesta a los maestros acusándolos del estancamiento de la educación en México, financiado por Claudio X González.

2012. Entrevistaste a modo a Javier Duarte y transmitiste un montaje televisivo que le sirvió como distractor al propio exgobernador de Veracruz, quien preparaba su fuga.

2016. Dijiste que AMLO propuso a Agustín Carstens para Hacienda y que respaldaba un incremento al IVA en medicamentos y alimentos, impuesto que de hecho bajó en algunas zonas.

2017. Convertiste el terremoto en otro show mediático: la invención de Frida Sofía, una niña atrapada bajo los escombros del Colegio Rébsamen, a la que tú y Televisa dieron cobertura de 24 horas, no tuvo otro propósito que generar más rating.

2021. Afirmaste, como la mayoría de los medios corporativos, que el abasto de medicinas con López Obrador se “acrecentó”, y que sólo en el IMSS 10 millones de personas no tienen ninguna medicina, pero todos los martes en la Mañanera el Dr. Jorge Alcocer, secretario de Salud, informa cómo se distribuyen los millones de medicamentos hasta en las zonas más alejadas del país.

2022. El reportaje de Latinus sobre José Ramón, el hijo mayor del presidente no tenía sustento. La dichosa Casa gris había sido rentada, y ya no vivía en ella. El supuesto conflicto de interés, en el que supuestamente se influyó para que Baker Hughes obtuviera un contrato con Pemex fue desmentido por autoridades estadounidenses. 

Acusaste de corrupción a Jenaro Villamil, pero el “reportaje” sobre las torres de transmisión del SPR miente, pues omite que las tres empresas que menciona están siendo demandadas precisamente por incumplimiento. 

Ahora aseguras que reporteros de Latinus han sufrido ataques de un directivo de una de las sucursales del Banco del Bienestar (lo cual, viniendo de ti, apodado Lord Montajes, es difícil de creer). Entonces culpas de eso a “los ataques permanentes del presidente al periodismo crítico”. 

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Carlos Loret, el vendedor de mentiras, cree que evidenciarlo en las Mañaneras es atacarlo. Se siente importante porque aparece allí. Un amigo me dijo que el presidente es tan sagaz que agarra a Loret de punching back porque es tan insignificante, tan translúcido, que le sirve muy bien para ejemplificar el sucio resplandor de las alcantarillas de la derecha más corrupta. No me lo dijo así, pero eso entendí.

Lo cierto es que alguien que se dice periodista y no se da cuenta de nada miente u oculta la información, porque el verdadero periodismo es ajeno a todos esos personajes que viven de la plataforma mafiosa llamada Latinus  –incluidos la hija del gran Julio Scherer y la bola de opinadores, como el payaso Loretito y Brozo, su patiño– que saben perfectamente que no son sino guaruras enfundados para proteger a sus verdaderos dueños: Roberto Madrazo Pintado, el exgobernador de Tabasco en cuya campaña gastó más que Bill Clinton; Silvano Aureoles, el ridículo exgobernador de Michoacán del banquito verde; Patricia Olamendi, la subsecretaria en Relaciones Exteriores en la época de Fox, entre otros políticos y empresarios, es decir traficantes de influencias.

Carlos Loret, ¿has leído a Ryszard Kapuscinski? Dice que el oficio del periodista no puede ser ejercido correctamente por nadie que sea un cínico. Que el que sueña con ser periodista no puede ignorar a los pobres, que son el 80 por ciento de la población del planeta. ¿Qué opinas?

No me di cuenta…

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