Calderón y Peña, infames ejemplos de la ineficiencia del órgano electoral neoliberal

En Instituto Federal Electoral (INE) parece tener sus días contados con la propuesta de Reforma Electoral presentada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y su equipo y se propone que el órgano heredero el IFE ahora sí trabaje para la democracia y el pueblo.

Durante su rueda de prensa de este jueves, el popular mandatario cuestionó que si el fraude de Felipe Calderón no se hubiera consumado, la nación no hubiera entrado en la crisis política, económica y social que tanto afectó a la población; sobre Peña Nieto, agregó, se hubiera evitado la decadencia de su sexenio.

La historia reciente del órgano electoral puede entenderse con la llegada del panista Vicente Fox a la presidencia en el 2000, cunado José Woldenberg presidía al entonces IFE y organizó las elecciones que pretendían, falsamente, terminar con la permanencia del PRI en Los Pinos, sin embargo la decepción hacia el guanajuatense rápido se apoderó de la población.

En 2003 Woldenberg deja el IFE y en su lugar llegaría Luis Carlos Ugalde, quien sería testigo y claramente complice del fraude electoral que dio en 2006 el triunfo a un casi desconocido Calderón frente a un sumamente popular ex jefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador.

Con una presunta ventaja de apenas del 0.56 por ciento, Calderón se apoderó de la presidencia mientras millones acusaban que el verdadero ganador era el tabasqueño, generando un plantón en Reforma y exigencias de un reconteo de votos, sin embargo el autor de la guerra contra el narco continuó en el cargo desatando una de las peores crisis de seguridad que ha vivido México.

En 2007 re reforma la ley acuerdan la destitución anticipada de Ugalde y 5 consejeros al modificarse el régimen de nombramientos del IFE y entra el itaminta Andrés Albo Márquez, quien entre sus nuevas competencias tendría mayor poder de fiscalización y el asignar tiempos de televisión y radio a los partidos.

Las elecciones intermedias de 2009 se plagaron de abstencionismo ante la desconfianza de los electores hacía el IFE y en 2012 se consuma un nuevo fraude a pesar de las multitudinarias protestas de varios sectores de la sociedad mexicana que apoyaban a AMLO.

La sobre exposición de Peña Nieto en la televisión y el caso de las tarjetas Monex-Soriana fueron la compra de votos más descarada en la historia de México, abriendo uno de los sexenios más decadentes que ha tenido México y que destruyó la poca credibilidad que podría tener entonce el IFE.

Para 2014 la Cámara de Diputados modifica una vez más al IFE para ahora convertirlo en el Instituto Nacional Electoral el cual se presumía tendría mayor autonomía y transparencia para garantizar la democracia y en 2018 AMLO gana la presidencia, a pesar del órgano mencionado.

En este sexenio, el INE no solo ha dejado de funcionar como se prometió, sino que se ha encarecido su operación y se ha interpuesto abiertamente a los ejercicios democráticos que el Presidente ha tratado de instaurar en México.

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