“Acabar con la corrupción” es el punto de partida de AMLO en la lucha para reconstruir a México.
Una corrupción practicada en todo el territorio nacional; enquistada en todos los niveles de gobierno, en todos los poderes y en gran parte de la sociedad; por dolo, omisión o ignorancia, era avalada con total impunidad.
Muchas décadas transcurrieron y el marasmo de la corrupción se hizo presente no solo en los políticos, sino en muchas familias; las que a su vez inculcaban actos deshonestos que desde el poder se trasminaban al tejido social.
Larga fila de presidentes títeres del poder económico nacional y mundial y funcionarios de todo el país, promovían la inmoralidad política, encaminando al deterioro económico. Se ejercitaban a diario en el arte de la politiquería mintiendo, robando y asesinando.
Para el pueblo, la descomposición generalizada del gobierno, obligaba equiparar a todo político con un delincuente, con un mafioso. Arrastrando al descrédito de todos los partidos y al marcado abstencionismo.
Gran ejemplo de la podredumbre prevalente en el poder ejecutivo es Calderón mejor conocido como FECAL; FECAL conformó un equipo encargado de la seguridad del país, una de sus fallidas estrategias en la simulada guerra contra el narcotráfico; llamados los “superpolicías”, muchos de ellos incluso galardonados por su encomiable labor.
Hoy todos ellos están tras las rejas:
- Garcia Luna; Secretario de Seguridad Publica
- Ivan Reyes; al mando de la Unidad de Investigaciones Especiales; enlace entre la DEA y gobierno de México.
- Facundo Rosas; comisionado de la Policia Federal
- Luis Cardenas Palomino; titular de la División de Seguridad de la Policía federal.
- Porfirio Sánchez Mendoza; director de soluciones tácticas de la Coordinación de Operaciones Especiales de la Policía Federal.
- Ramón Pequeño García; Jefe de la División de Antinarcóticos de la Policía Federal
A los super policías se les olvidó que su función era proteger a la población de los cárteles y todo la afectación que ello conlleva. Pero hicieron exactamente lo contrario. Asolaron a la población y protegieron a las mafias.
Acusados todos de vínculos con el narcotráfico, permitieron que los grupos delictivos operarán con total libertad.
Todos los mal llamados super policías recibieron pagos millonarios a cambio de favores: “protección, impunidad y otros beneficios”, dijo uno de los que testificaron en el juicio contra García Luna, que se lleva a cabo en EU; comentó que el acusado recibía pago mensual del Cartel de Sinaloa; recordó que una vez hubo un pago de 16 millones de dólares.
Torturas, sobornos, actuar a favor de los grupos criminales y más actos delincuenciales llevó a estos deleznables hombres a la cárcel; gracias a las acciones de justicia que ahora en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se llevan a cabo.
Todos los caminos en torno al juicio de García Luna llevan a Calderón, exhibiendo como farsa la maniobra mas sangrienta que haya tenido México en las últimas décadas: La guerra contra el Narcotráfico.
La administración de Fecal es el parteaguas de la violencia y la desintegración social en nuestro país.
Desplazados, desaparecidos, descabezados, descuartizados fueron parte de la normalidad en el periodo del 2006 al 2012. Agresiones efectuadas al pueblo de México, que causaron en el país una herida que aun sigue abierta.
Calderón ha sido uno de los hombres más nefastos en la historia de nuestra nación. Es culpable, porque fue quien abrió la puerta a la destrucción social y permitió que la maldad y la violencia extrema entraran a los hogares donde niños y jóvenes fueron testigos y crecieron en medio de la insensibilidad, la brutalidad y la crueldad gubernamental.
Fueron las familias mexicanas las que sufrieron, fueron nuestros jóvenes los que a falta de oportunidades quedaron expuestos para ser lanzados a los leones como en un vil circo romano.
La sangre en la tierra mexicana sigue oliendo y nos sigue lacerando. Las madres, aun buscan a sus hijos en las miles de fosas que en todo el territorio quedaron sembradas con los cuerpos de jóvenes, de migrantes, de hombres y mujeres que murieron a causa de la inhumanidad del entonces presidente.
Aquí solo expongo una minúscula acción comandada por FECAL. Pero hubo muchas más, todas tan crueles y todas aún impunes. Sin contar los millones que han recibido él y su familia a cambio de todos los favores y por sus actos de corrupción que durante su gobierno ejecutó. Su nombre está manchado porque llenó sus manos de sangre inocente.
Por eso y por todos los motivos que se han develado a través de los años posteriores a su mandato, gracias a medios como Contralínea; Fecal merece pasar el resto de su vida en prision, debe pagar todo lo que robó y entregar al pueblo de México las millonarias fortunas del Clan Calderón para intentar resarcir el daño que a miles de familias mexicanas causó.
CALDERÓN EL CORRUPTO, NO DEBE CONTINUAR LIBRE; TIENE UNA GIGANTESCA DEUDA CON EL PUEBLO DE MEXICO.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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