Aliados de Donald Trump acusan a la NFL de “provocar” a los conservadores al al artista puertorriqueño, crítico del expresidente y defensor de los migrantes.
El anuncio de que Bad Bunny encabezará el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl encendió la polémica en Estados Unidos. Influyentes figuras del movimiento MAGA (Make America Great Again), vinculado a Donald Trump, manifestaron su rechazo por la elección del cantante puertorriqueño, quien ha sido crítico de las políticas migratorias del exmandatario y conocido por cantar principalmente en español.
Entre los más duros, Corey Lewandowski, exasesor de Trump y vinculado al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), amenazó con que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) podrían estar presentes durante el evento.
El Super Bowl, uno de los eventos televisivos más vistos del mundo, suele consagrar a las estrellas que protagonizan su show de medio tiempo. Sin embargo, esta edición promete tensión política.

El youtuber Benny Johnson, con casi cuatro millones de seguidores, calificó a Bad Bunny como un “enemigo acérrimo de Trump” y un “activista anti-ICE”. Por su parte, Nick Adams, autor cercano al expresidente y próximo embajador en Malasia, calificó la decisión de la NFL como “una cachetada en la cara” para los votantes republicanos, y llamó a boicotear el Super Bowl, proponiendo como alternativa al cantante Kid Rock.
La oficina del gobernador de California, Gavin Newsom, respondió irónicamente señalando que Kid Rock “tiene prohibido actuar en el estado”, donde se llevará a cabo el evento.
Otras figuras conservadoras, como la presentadora Trish Regan, calificaron a Bad Bunny de “rapero vulgar”, mientras que Danica Patrick, expiloto y comentarista, criticó que un evento estadounidense no tenga canciones en inglés.
En redes sociales, varios usuarios difundieron fotos del artista vestido con ropa femenina o maquillado, señalando que “no representa los valores familiares” del público estadounidense.
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