Autor: Los Reporteros Mx

  • ¿Por qué seguir llenando el zócalo?

    ¿Por qué seguir llenando el zócalo?

    Más de 600 mil personas se concentraron en el corazón político de la transformación, la Ciudad de México, para mostrar su apoyo y respaldo a nuestra presidenta Claudia Sheinbaum el pasado sábado. De este hermoso suceso vamos a platicar un poco más abajo.

    La oposición intentó -como casi siempre- crear artificialmente la narrativa de que fueron puros acarreados al zócalo, que les pagaron su presencia, que gastaron millones de pesos en moverlos hasta el centro del país. Obviamente sin prueba alguna, solo con fotos de filas de autobuses y ya jaja.

    Y es que para la derecha parece imposible que las personas se organicen para ir a esa fiesta democrática de manera consciente y que decidan en algunos casos viajar más de 20 horas en autobús para mostrar su apoyo presencial al proyecto de la 4T.

    Y ese pensamiento derechista se sustenta en preceptos clasistas de desprecio al pueblo de México. En el fondo odian que las personas se trasladen en camiones, que se organicen y que decidan esas largas travesías solo por defender un proyecto político que los representa. Odian que lleven lonche, preferirían que lleguen a comer a los restaurantes ricos, que viajen en coches particulares, y un largo etc.

    Llenar el zócalo no solo es una medida de demostrar músculo político, también funciona, para quienes hemos asistido lo podemos comprobar, como una forma de educación política donde aprendes consignas, te relacionas con personas de otros estados, generas identidad, construyes colectivamente y te das cuenta de que formas parte de un movimiento nacional que une a personas de todo México.

    Las calles son nuestras, las plazas públicas también. Las llevamos recorriendo décadas bajo distintos contextos, siendo oposición, perseguidos políticos, pero también estando ya en el poder. Es nuestra esencia el territorio, de ahí venimos y no vamos a permitir que la derecha quiera apoderarse de las calles.

    Debemos continuar llenando zócalos, todas las plazas públicas, tocando casa por casa, informando a las personas sobre nuestro movimiento, desmontando las mentiras de los medios corporativos de manipulación, organizando al pueblo de México. Nuestra batalla sigue siendo titánica, pero claro que vamos a continuar con ella, vale la pena siempre.

    Redes sociales

  • El nuevo modelo laboral: salarios que suben, jornadas que bajan

    El nuevo modelo laboral: salarios que suben, jornadas que bajan

    Durante los últimos años se ha demostrado que el país podría reescribir su relación con el trabajo, pues mientras se derrumban viejos mitos sobre los aumentos salariales, también se redefine el tiempo que mexicanas y mexicanos dedican a su empleo. Este cambio no llega por accidente; responde a una coyuntura política que apostó por corregir el rezago histórico del salario mínimo y, al mismo tiempo, impulsar una transición hacia jornadas más humanas. En este contexto, se observa cómo se desplazan inercias que durante décadas parecían inamovibles y se abre la posibilidad de diseñar un modelo laboral que priorizaría dignidad, bienestar y productividad. Tal panorama permitiría comprender por qué este momento exige voluntad política, visión empresarial y una ciudadanía capaz de defender conquistas que transformarían la vida cotidiana.

    El mito del “aumento salarial igual a inflación” se fue desvaneciendo porque se vio que los incrementos de doble dígito desde 2019 no detonarían presiones de precios ni afectarían la estabilidad económica. Esta evidencia desmonta el argumento que mantuvo deprimido el salario mínimo durante años y permite analizar, desde la ingeniería institucional, cómo un cambio de política pública bien ejecutado podría generar redistribución, movilidad social y una reducción medible de la pobreza. Si se reconoce que la inflación responde a factores externos más que al costo laboral directo, se abriría la puerta a políticas salariales que sostengan el ingreso sin generar impactos económicos indeseados, un dato que debería modificar la narrativa empresarial y guiar decisiones futuras sobre remuneraciones dignas.

    Aunque la recuperación del ingreso mínimo ha sido notable, el rezago del salario medio obliga a enfrentar otra dimensión del problema. La compresión salarial, visible en distintos sectores, muestra que la base avanza mientras los niveles intermedios permanecen estancados. Esta tensión evidencia que el modelo laboral solo resolvería una parte del desafío si no logra acompañar el incremento del salario mínimo con una actualización progresiva en el resto de la estructura. Desde la lógica de procesos, un sistema donde el piso se levanta pero los escalones intermedios no se ajustan corre el riesgo de fracturarse, pues se reduce la distancia entre responsabilidades distintas y se limita la movilidad interna. Un país que aspire a un mercado laboral equilibrado no podría soslayar este reto.

    La reducción gradual de la jornada laboral hacia las 40 horas introduce otro cambio de fondo. No se trata de una simple modificación normativa: se replantea la forma en que se organiza el tiempo, se distribuyen turnos y se construyen dinámicas de corresponsabilidad entre personas trabajadoras y empleadores. Este rediseño exige repensar procesos, ajustar cargas y mejorar la planeación en sectores con fuerte dependencia de jornadas extensas. Un modelo operativo basado en eficiencia, y no en sacrificios silenciosos, tendría la capacidad de sostener productividad aun cuando el tiempo disponible se reduzca, algo que la evidencia internacional respalda y las organizaciones mexicanas deberán adoptar gradualmente.

    La obligación de registrar electrónicamente la jornada marca un antes y un después. El tiempo deja de ser una noción difusa y se convierte en evidencia verificable, con implicaciones claras para empleadores y personas trabajadoras. Sistemas digitales permitirían auditar entradas, salidas y actividades que antes quedaban en zonas grises, sobre todo en modalidades híbridas, remotas o por objetivos. Esta trazabilidad cerraría espacios donde solían ocultarse horas extra no reconocidas y daría a la autoridad laboral elementos suficientes para revisar prácticas que durante años dependieron de confianza, discrecionalidad o acuerdos informales. En términos de ingeniería administrativa, esto representa la modernización del control de procesos que históricamente permanecieron invisibles.

    Sin embargo, el elemento más complejo del nuevo modelo laboral no está en las leyes, sino en la cultura. La disponibilidad permanente, normalizada en oficinas, plataformas digitales y esquemas de trabajo sin horarios claros, se convirtió en un obstáculo silencioso. Se espera que las personas trabajadoras respondan mensajes a cualquier hora, revisen pendientes durante la noche o extiendan su jornada en función de urgencias no previstas. Este hábito dificulta la efectividad de la reducción horaria y revela prácticas que encubren fallas organizacionales. Sin una transformación real en la manera de dirigir equipos, asignar tareas y respetar límites, la jornada de 40 horas corre el riesgo de quedarse en el papel mientras la vida cotidiana sigue marcada por conexiones interminables.

    Por ello, el desafío hacia 2030 no consiste solo en consolidar un piso laboral más robusto, sino en reconfigurar toda la estructura. Si el país aspira a un modelo que garantice bienestar, productividad y equilibrio entre trabajo y vida personal, deberá diseñar mecanismos que acompañen la mejora del salario mínimo con ajustes al salario medio; que conviertan la reducción de horas en prácticas cotidianas; que fortalezcan inspecciones laborales con tecnología; y que erradiquen la disponibilidad permanente como condición implícita para conservar oportunidades. Un modelo digno no se construirá con reformas aisladas, sino con una arquitectura completa donde cada decisión sea coherente con el objetivo de trabajar menos y vivir mejor.

    Los últimos años demostraron que elevar el salario mínimo no genera inflación y que es posible avanzar hacia jornadas más cortas sin afectar la estabilidad económica. Pero estos avances también revelan tensiones profundas: el salario medio permanece rezagado, la cultura de disponibilidad permanente contradice el espíritu de las 40 horas y muchas organizaciones aún dependen de prácticas que exceden el tiempo formal de trabajo. El país logró fortalecer el piso del modelo laboral, pero el verdadero desafío hacia 2030 será reconstruir toda su estructura para que trabajar menos y vivir mejor deje de ser una excepción y se convierta en la norma.

  • Más partidos ¿Para qué?

    Más partidos ¿Para qué?

    Por primera vez en la historia la libertad política que caracteriza al actual gobierno permite anunciar desde el inicio de la formación de asociaciones su tendencia política y objetivos.

    Los grupos que quieren convertirse en partidos políticos se definen públicamente como opositores al gobierno. Esto nunca ante había sucedido, por lo regular anteponían una ideología clara, tal y como lo exigen las leyes electorales, para tener identidad como una alternativa diferente a las existentes.

    Ahora su única estrategia partidista es derrocar a la Cuarta Transformación, tanto a nivel nacional como en el caso de los partidos locales.

    A los partidos locales les acaban de informar que sólo tienen hasta el 15 de diciembre para entregar los requisitos, que por lo regular son revisados con lupa.

    Las asociaciones que pugnan por convertirse en partidos políticos a nivel federal tienen hasta el 31 de enero de 2026, para cubrir sus requisitos.

    Para nadie es un secreto que la oposición dentro y fuera de los partidos políticos le han echado toda la leña al asador, Somos México, formado por los escombros de otros partidos, y adonde llegarán muchos priistas y panistas antes de que sus respectivos barcos naufraguen.

    Sin embargo, el hecho de que hasta el momento hayan realizado 202 asambleas distritales no garantiza que todas sean validadas por el INE. La fragilidad de este grupo no son las asambleas sino el número de militantes que todavía están lejos de obtener el mínimo que representan el 0.26 por ciento, es decir, 256 mil 030 afiliados, del padrón electoral. Además de tener militantes, en, por lo menos, dos terceras partes del territorio nacional.

    Somos México, tiene actualmente 129,131 afiliados y de ahí no pasa, a pesar del esfuerzo de sus dirigentes por superar el número de militantes. Están no sólo contra el tiempo sino contra la pared.

    La derecha tiene pocas alternativas en este caso, y pocos días para echar a andar su maquinaria. Deben dejar de milita r en sus respectivos partidos, para fortalecer Somos México y esto incluye a algunos militantes que ya no ven futuro en Movimiento Ciudadano.

    El PAN apenas cubre su mínimo de militantes; el PRI desconoce cuántos se han ido en los últimos meses, y cualquier deserción masiva puede crear en MC una división que puede ser fatal.

    Dejar morir solo a Somos México implica darle la espalda a un urgente apoyo que los tres partidos de oposición necesitarán con urgencia en 2030, cuando los nuevos partidos puedan competir en alianza con otros.

    Del 8 al 31 de enero, las organizaciones deberán entregar su notificación de intención para iniciar el procedimiento. Somos México es el único que adelanta en los requisitos sin que logre cubrirlos por completo.

    En realidad, llega a debilitar a una oposición sin rumbo y si se le suma la mala fama de los líderes de esos nuevos partidos, la derrota no será noticia.

    Crecen los membretes pero la fragilidad de los partidos persiste, la unidad pareciera estar cada día más lejos y la oposición se desgasta todos los días un poco más ante la torpeza de sus dirigentes y la carencia de vocación política de la militancia.

  • Las marchas y AMLO

    Las marchas y AMLO

    Como era de esperarse, la marcha de los campesinos que pelean el agua, la marcha de los transportistas que exigen más seguridad en su trabajo, fueron tomadas por los prianistas, y lo único que hacen es desvirtuar las causas de esas marchas, igualito que su intento de la marcha de la supuesta generación Z.

    Presumen de apoyar a los campesinos, pero sólo defienden el negocio del agua, su negocio, dicen defender a los transportistas, pero sólo los usan para intentar desestabilizar a la Nación, y dañar la imagen de la 4T.

    Y para colmo, como es su costumbre, lo hacen mal, y los cachan en la movida, y lo único que gana es quemarse más con la gente – pensante -, porque los odiadores de la 4T y pseudo clasistas, no pueden y no quieren aceptar la realidad de la oposición.

    Y para rematar a la pobre oposición, reapareció AMLO, y fue muy emotivo verlo de nuevo, aunque haya sido en sus redes sociales; cumplió su palabra y reapareció con el pretexto de su nuevo libro. Y advirtió que saldría a la lucha por México, en caso de que vulnerará la democracia, si existiera una amenaza de golpe de Estado o si fuera necesario “defender la soberanía de México”. Un aviso, absolutamente, para todos el Gobierno, la Presidente, para la mezquina oposición y para el pueblo en general.

    Y para pronto salieron los opositores, presumiendo que no tienen miedo de AMLO, que no representa nada, que nadie lo quiere, ósea lo de siempre, corte a, exigiendo, por qué resurge, para qué apareció, qué trae, por qué no llevó su libro a la FIL Guadalajara.

    La oposición, no tengo miedo de AMLO, pero si pavor. Casi igual, que el cártel inmobiliario panista en la Ciudad de México, con la designación oficial de Ernestina Godoy como la encargada de la Fiscalía General de la República; los panistas presumen que no existe ese cártel inmobiliario, que no le temen a la nueva FGR, pero ahora tiemblan, recordemos que a Ernestina Godoy le faltó tiempo, cuando fue Fiscal de la Ciudad de México.

    Eso sí, andan muy activos en redes sociales, como la alcaldesa Alejandra Rojo, o Tabe, presumiendo logros sólo de su imaginación, porque en la realidad no han hecho nada. Estos 2 son ejemplos, y resultado del pueblo clasista, tanto económico como social. Parte del pueblo que no ha aprendido nada de la historia social de México, y probablemente resultado adyacente de la gestión de la entonces jefa de gobierno de la Ciudad de México, ahora Presidente de México.

    Como ya es el último mes del año, veremos, como se apaga, por decirlo así, la vida política en México, con el pretexto de las vacaciones de Invierno. Esperemos no pase algo grave, que sea factor para la reactivación de la Política.

    Y es así, como está es la penúltima columna del año de un servidor. Y me corresponde tengan un excelente inicio del Guadalupe – Reyes. Lo de Navidad y Feliz 2026, hasta la sig. columna, que aún alcanzó.

    No se les olvide, este texto está plagado de opiniones, cuestionamientos personales, algunos hechos reales y chunga.

    Gracias.

  • Derecho a vivir en familia, en paz y con bienestar

    Derecho a vivir en familia, en paz y con bienestar

    Este es el segundo punto en la Cartilla de Derechos de la Mujer publicado por la Secretaría de Mujeres y el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Este apartado es muy amplio y un tanto vago pero queda claro que el respeto es primordial para vivir en armonía.

    El Texto dice: “¿Sabías que las familias que hay en México son diversas y que en la mayoría de los casos son las mujeres quienes cuidamos y sostenemos este espacio? Todas las familias son diferentes y se integran de diversas maneras. No hay un sólo tipo de familia pero sí debemos encontrar en todas, un espacio seguro, amoroso, un entorno de respeto y donde podamos desarrollarnos libremente.

    En la familia tenemos derecho a vivir libres de violencias, a acceder a una alimentación sana con alimentos suficientes, de calidad y adecuados; a cubrir nuestras necesidades básicas, a una vida saludable con bienestar físico, mental y social; a un medio ambiente limpio, a una vivienda digna y a la identidad.

    En México, las mujeres destinamos mucho tiempo al cuidado de los demás. Ya sea a las tareas del hogar, a atender a las niñas y niños, así como otras actividades que satisfacen las necesidades básicas de nuestras familias. Hasta ahora, ese trabajo no ha sido reconocido.

    Compartir estas responsabilidades con todos los integrantes de la familia es el primer paso del reconocimiento a un trabajo valioso que sostiene la vida y al mismo tiempo nos permite seguir ejerciendo otros derechos. Lamentablemente a veces en los círculos más cercanos a nosotras, existe la posibilidad de ser afectadas por la violencia y se manifiesta de distintas formas. Tienes derecho a vivir libre de todo tipo de violencia y a denunciarla para que se detenga.”

    Al final se remarca y se pide atención especial en el caso de que: “Si tú o tu familia están sufriendo algún tipo de violencia física, psicológica, económica, patrimonial o sexual, no olvides que los ministerios públicos y las fiscalías especializadas te deben atender y ayudar. Estas instituciones deben encargarse de velar por tu seguridad. Si acudes a alguna de ellas y te niegan el acceso por alguna razón, puedes denunciar a la institución.”

  • El privilegio de los anfitriones de Airbnb

    El privilegio de los anfitriones de Airbnb

    A finales de noviembre fui a Nuevo León, participé en el XVIII Congreso Nacional de Investigación Educativa, en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Por cuestiones de logística siempre he preferido rentar departamentos a través de Airbnb para mis viajes ya que suelo necesitar una cocina para preparar desayunos o cenas, uno suele salir demasiado temprano a los congresos. 

    Al ser un evento académico que reúne durante una semana investigadores de todo el país, los espacios suelen saturarse y sólo pude reservar en un departamento compartido. La “anfitriona” (nombre que le asigna Airbnb a los arrendatarios) me indicó que había un adolescente rentando otra de las habitaciones que tenía y que la estancia sería tranquila porque procuraba no rentar los 3 espacios al mismo tiempo. Esto último era cierto, el problema fue que los vecinos no eran muy considerados. 

    La habitación contigua estaba la ocupaban un par de orientales, que vi sólo una vez de forma breve. Era una jovencita y un varón, no hablaban mucho español, en especial ella. La experiencia que tuve fue mala con esos vecinos, primero porque guardaban los trastes sucios o con salpicaduras de agua en los estantes de los trastes limpios, había comida sobre la barra dentro y fuera de los empaques. El refrigerador estaba lleno de restos de comida, reciente sí, pero no había posibilidad de guardar de un recipiente de leche a pesar de ser un espacio grande. Si quería comer algo, siempre tenía que lavar los utensilios antes y después de comer, porque no sabía cuáles estarían limpios o sucios. 

    La segunda noche la anfitriona preguntó si estaba bien y le comenté los inconvenientes. Me dijo que sí era algo que siempre hacía la adolescente y que subiría a acomodar y a limpiar. Cuando llegué esa noche sí estaba acomodado y limpio, pero también mi nariz alérgica se encargó de identificar los restos del desinfectante en aerosol que había en la cocina, así que no pude cenar pues me picaba mucho la nariz. La alergia suele ser problema en todos lados. 

    Mi habitación, la zona privada, tenía como decoración un par de plantas de plástico que cuando se movieron también me generaron estornudos. Por fortuna, sólo fue un momento y no tuve necesidad de medicamento. Al finalizar mi estancia la aplicación me pidió que evaluara el lugar y yo comenté que dentro de la habitación había plantas que guardaban polvo, así que recomendaba que si eras alérgico te previnieras para evitar recciones.

    A la anfitriona no le agradó el comentario así que me dijo que su casa no tenía polvo y buscara la próxima un lugar para mi sola porque el adolescente no tenía la culpa. Es evidente que su comentario no tenía que ver con mi evaluación, lo sorprendente es que reportó mi comentario y Airbnb lo eliminó. Es claro que se necesita regular de mejor forma la información que los usuarios colocan en las aplicaciones para evitar situaciones desagradables. La próxima vez procuraré reportar de inmediato a los anfitriones que no dan la tranquilidad y limpieza que prometen a los usuarios. 

  • La última batalla de Fox

    La última batalla de Fox

    La estulticia que caracteriza a Vicente Fox, le mueve a pulverizar el voto de la derecha en lugar de unificarlo para tener por lo menos, algo de fuerza en las próximas elecciones.

    El expresidente más ignorante que haya tenido México, anunció la creación de Vértice MX, un nuevo movimiento político que busca volver a tener presencia directa en la discusión pública y consolidar un bloque opositor frente a Morena.

    Será otro club donde se intente organizar marcha con acarreados y compra de comentócratas en subasta, o creadores de montajes a través de las redes. La época para concursar por partidos nuevos ya pasó y ni siquiera los que se han apegado a las reglas del INE parecerán librar los requisitos que no son tantos pero la suerte parece no acompañarlos.

    Con la falta de conocimientos que ha acompañado su vida y el oportunismo que le define, considera que puede crear un “movimiento ciudadano monumental”. Dice no tener dinero y el que tiene no lo gastará en una aventura como ésta, tiene inversionistas interesados en fortalecer la derecha, dentro y fuera de nuestro territorio.

    Fox, uno de los mayores concesionarios del agua en Guanajuato, (10 concesiones, de 2 millones 170 mil metros cúbicos de agua al año), sabe hablar mejor inglés que español, de ahí que no deba tomarse a la ligera su anuncio, porque electoralmente puede no hacer daño, él mismo carece de simpatías incluso entre la derecha, pero puede tener como objetivo, cimentar los puentes de la injerencia extranjera a través de la creación de cuadros, líderes o candidatos que pueda sacarse de la manga, probablemente con la ayuda de funcionarios de Trump.

    Seguramente el club de Fox se trata de un movimiento bisagra que, a insistencia del expresidente, convenció a algunos capitalistas que, desesperados por recuperar sus privilegios, le invierten en su proyecto.

    La incapacidad mental de Fox no puede atraer grandes inversiones económicas a su grupo, pero puede allanar el camino a una injerencia reiterada en los medios informativos de alquiler que proliferan en el país. Incluso en el extranjero, y desde allá, crear montajes que sirven de insumo para intervenir desde diferentes ángulos con el pretexto de la inseguridad, la violación a los derechos humanos y la falta de libertad de expresión, que son los temas esenciales que motivan una intervención, siempre contando con la ayuda de la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, siempre al servicio de la derecha.

    La derecha en México vive su peor momento y un intento encabezado por un personaje como Fox, seguramente contribuirá a hundir más esta idea política que ha mostrado su agotamiento y su falta de honestidad a lo largo de su existencia en el país.

    La alternativa de éxito se asentaría en el clero, donde tiene una gran vinculación su esposa Marta Sahagún, que tampoco es bien aceptada entre los sacerdotes, pero como también están desesperados por tener un espacio en la política podrían rezar, junto con el matrimonio Fox, por una invasión disfrazada de guerra cristera.

  • La hipocresía del PRI y la tibieza de algunos morenistas ante la Ley General de Aguas

    La hipocresía del PRI y la tibieza de algunos morenistas ante la Ley General de Aguas

    Por décadas, el PRI administró y profundizó un modelo hídrico subordinado al mercado como parte de la estrategia salinista de sumarse de lleno al modelo neoliberal. Hoy, en un giro político tan oportunista como predecible, ese partido a punto de la extinción dice “defender a los campesinos” ante la nueva Ley General de Aguas impulsada por el gobierno de Claudia Sheinbaum. Sin embargo, tanto los datos como la historia legislativa, pero además la memoria de los pueblos cuenta otra cosa, el deterioro del agua en México es hijo directo del neoliberalismo priista.

    Revisemos de manera objetiva los datos: entre 1989 y 2018, se consolidó un régimen hídrico privatizador y excluyente que puso al país en la crisis ambiental que hoy presenta sus mayores efectos: El 70% de las concesiones otorgadas a grandes empresas fueron entregadas entre 1992 y 2012, después de la reforma a la Ley de Aguas Nacionales del gobierno de Salinas; según el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA), más del 50% del volumen concesionado está en manos de apenas el 1% de los concesionarios; en estados históricamente gobernados por el PRI (Coahuila, Estado de México, Hidalgo), el crecimiento de concesiones industriales superó en 3 a 1 las concesiones agrícolas de pequeños productores. Bajo estos gobiernos, surgió el modelo de “zonas de disponibilidad cero”, que afectó directamente a miles de ejidos al impedir nuevas concesiones agrícolas mientras se mantenían intocables los títulos privados de grandes corporaciones. Por esa razón, que hoy el PRI se presente como “defensor de los campesinos” frente a la reforma es, cuando menos, una ironía histórica pues ellos fueron los operadores del marco legal que despojó a los campesinos del agua y abrieron el país a proyectos tan depredadores como minas, embotelladoras, cerveceras y la industria inmobiliaria de alto impacto.

    No hay que darle muchas vueltas, la pseudo resistencia priista a la Ley General de Aguas tiene poco que ver con principios y mucho que ver con su sobrevivencia electoral pues frente a un gobierno que busca imponer límites a los abusos del mercado hídrico, el PRI intenta reposicionarse como “partido de la tierra” para recuperar bases campesinas que perdió desde los años noventa. Sin embargo, la mentirosa narrativa cae por su propio peso cuando se recuerda que los mismos que hoy protestan fueron quienes desmantelaron Banrural, privatizaron sistemas de riego y promovieron los megaproyectos extractivos que devastaron cuencas enteras en Sonora, Guerrero y Zacatecas.

    Por otra parte, hay que señalar una realidad: la tibieza de algunos diputados de MORENA, pues si bien existen legisladores comprometidos con la reforma, lo cierto es que también existe un grupo que, temeroso de confrontarse con empresarios locales o perder apoyo regional, ha optado por una actitud tímida. Esto debe ser señalado pues en momentos de definición histórica, esa tibieza pesa tanto como la oposición abierta.

    • Luis Tovar
      Secretario General de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente. FUDEMAH
  • La grandeza de AMLO

    La grandeza de AMLO

    Andrés Manuel López Obrador solo necesitó hablar por 49 minutos sentado, junto a pavorreales y gallinas, para volver a marcar la agenda política y sobre todo, desquiciar a toda la oposición de derecha que anda vuelta loca. Mi presi muestra su grandeza y de eso vamos a platicar poquito.

    Grandeza se llama el libro que escribió durante el último año nuestro presi que hace un análisis socio histórico acerca de las culturas prehispánicas y todos sus aportes sociales y culturales que crearon para toda la humanidad. No olvidemos que uno de los pilares culturales del mundo se desarrolla en Mesoamérica con las culturas olmecas, mayas, mexicas, zapotecas, purépechas, mixtecas, toltecas, teotihuacanas y un largo etc.

    AMLO en cada mañanera siempre resaltaba la importancia de nuestras culturas originarias y este libro es un homenaje a esas sociedades, pero también es una herramienta política que ayuda contra los discursos colonizantes del tío Sam y de los gachupines que les gusta opinar con su pensamiento colonialista que nos civilizaron y esas mentiras.

    Ya fuera de su libro (que obvi vamos a comprar pronto) también señaló los momentos en que volvería a las calles a luchar. Si atacan a nuestra presidenta, si atentan contra la democracia y si hay intervención extranjera.

    Mensajes claros hacia quienes quieren volver a instaurar los fraudes electorales, a quienes anhelan dar golpes de estado y a quienes añoran que vengan los gringos a destruir nuestro país con promesas vacías de contenido real.

    Después de más de 50 años de lucha ininterrumpida, de caminar todo el país, de asumir derrotas dolorosas, pero también de convertirse en el mejor presidente del siglo XXI en México, de llevar a la izquierda al poder. Nuestro presi sigue fuerte e intacto.

    Como los pavorreales que lo acompañan en su pequeña finca, levanta sus plumas y se ve con claridad que no le han podido quitar una sola pluma, a pesar de las campañas millonarias de mentiras y calumnias no han podido derrotarle.

    Tan solo hay que ver toda la reacción de la derecha para darnos cuenta que nunca lo van a superar, les dio una derrota monumental, les quitó sus privilegios y les demostró que una persona humilde, que se parece a la gran mayoría de la población, puede gobernar para todas y todos, pero principalmente para las clases populares, para el pueblo de México que lo sigue respaldando pues vio resultados contundentes en su realidad material inmediata.

    Ya se la saben, fue y sigue siendo un honor estar con Obrador.

    Redes sociales

  • Grandeza

    Grandeza

    No hay un rincón de México en el que el presidente López Obrador no cause revuelo con su sola mención. Para bien o para mal, logró que la gente se involucrara en temas políticos más que ningún otro representante de ese entorno, y las participaciones colectivas que se mostraron durante su sexenio, se han prolongado en el tiempo hasta la presidencia de la doctora Sheinbaum. No solo dotó a varias generaciones de una identidad que por décadas se les negó, al grado de vivir marginados en su propia nación, sino que dejó al descubierto algunas hipocresías de la derecha y le quitó la máscara a sus adversarios, esos que todavía conspiran contra el actual gobierno de la cuarta transformación.

    Tal vez desde la revolución, el sur y sus habitantes, quienes fueron denostados por presidentes y otros políticos, como el actual gobernador de Nuevo León, no cobraban tanta relevancia y valor para el país como lo tienen ahora, demostrando un sentido antipatriota de algunos empresarios muy encumbrados y políticos de oposición, que optaban por una visión elitista de lo que debía ser México.

    El regreso del presidente, aunque momentáneo, a la vida pública del país, no es casualidad. Llega en momentos en que se vive incertidumbre por comentarios contra el gobierno mexicano de voz de Donald Trump, mandatario estadunidense, además de repetidos intentos de la oposición de que exista un golpe del vecino del norte, que los coloque de nueva cuenta en la silla presidencial. Con esta aparición, López Obrador muestra el músculo político a pesar del retiro, basado en el apoyo popular, no inventado como lo tenían anteriores presidentes, sino real, pues quienes le acompañaron a lo largo de su vida política, el pueblo, han demostrado que no lo dejan solo. Bastó un video de menos de una hora, para que la derecha se pusiera fúrica y llenara de injurias las redes sociales. Siguen sin entender que todas esas muestras, contrario a sus deseos, le da más fuerza al originario de Macuspana y al movimiento que creó. Desde luego también es un respaldo, aunque innecesario, a la dirigencia de la primera mandataria, quien cuenta con un apoyo de la gente como nunca vieron expresidentes del PRI o PAN.

    A estas alturas, los opositores deberían haber entendido que la gente, el pueblo a quienes ellos rechazan, es capaz de identificar de manera acertada, las intenciones detrás del apoyo a una marcha, de una campaña y de las tantas mentiras que repiten en los noticieros, en televisión, radio y periódicos quasi extintos. A estas alturas, la derecha debería ser consciente de que la historia que le contaron a toda una nación, aquella que solo convenía a sus intereses, fue tirada a la cloaca junto a ellos y reescrita, uniendo a la mayoría, gracias al “Macuspano”. Eso es legado. Esa es grandeza.

    Sin embargo, debemos tener en claro que, a pesar de todos estos avances y como bien dijo el presidente, todavía es temporada de zopilotes.