Con el huracán Erick dejando su huella en comunidades de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, el Ejército mexicano volvió a demostrar por qué el Plan DN-III-E es uno de los pilares de protección civil más confiables en el país. Esta vez, no solo se trató de enfrentar un fenómeno meteorológico, sino de conmemorar 59 años de una estrategia que ha salvado miles de vidas.
En el informe que fue presentado la mañana de este viernes 20 de junio en la Mañanera del Pueblo de la Presidenta Claudia Sheinbaum, se duo a conocer un balance sobre el paso de Erick, por territorio nacional:
El fenómeno natural tocó tierra como categoría 3, a las 5:45 a.m., causando lluvias intensas y fuertes vientos en distintas zonas del sur. En respuesta, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desplegó más de 33 mil elementos con el objetivo de proteger y auxiliar a la población antes, durante y después del impacto.
El despliegue fue masivo:
9,632 elementos en Oaxaca
11,876 en Guerrero
12,000 en Chiapas
Además del personal, se implementaron acciones clave como:
Perifoneo informativo para alertar a las comunidades.
Traslados aéreos de despensas y agua potable.
12 albergues temporales (10 en Guerrero y 2 en Oaxaca).
4 cocinas comunitarias con capacidad para servir 5,000 raciones diarias.
Reconocimientos terrestres y coordinación directa con autoridades locales.
En puntos críticos como Cuajinicuilapa, Punta Maldonado, Chacahua Isla y Cerro Hermoso, se establecieron células de intendencia para asegurar alimentos calientes tres veces al día.
Durante la conferencia matutina, el titular de la Sedena, Ricardo Trevilla Trejo, subrayó que las Fuerzas Armadas permanecen en alerta ante posibles efectos secundarios del ciclón, y reiteró el compromiso del Ejército con el bienestar de la ciudadanía.
Pero el contexto no fue solo emergencia. También se recordó que el pasado 17 de junio se cumplieron 59 años del nacimiento del Plan DN-III-E, una estrategia militar convertida en símbolo nacional de auxilio. Desde su primera aplicación en 1966 hasta su participación durante la pandemia de COVID-19, el plan ha evolucionado para atender desde desastres naturales hasta emergencias sanitarias.
“Este plan es parte de la defensa del país. No solo de amenazas externas, sino también de proteger a su gente cuando más lo necesita”, señaló Trevilla.
En tiempos difíciles, México cuenta con una defensa que no dispara, sino que abraza, rescata y reconstruye.

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